De la A al Iceta. A, de Arriesgado. O cómo el PSC-PSOE ha acabado siendo una sopa de letras cuyas iniciales han ido perdiendo su significado original (¿socialista? ¿catalanista? ¿obrero?). Y el protagonista de las últimas piruetas ideológicas es Miquel Iceta (actual primer secretario del PSC). Un político tan profesional como persistente desde que en 1987 ocupara el cargo de concejal en el Ayuntamiento de Cornellá de Llobregat. De eso ya hace treinta años.

Quizás para celebrarlo, Iceta presentaba a principios de noviembre la candidatura de su partido para las elecciones autonómicas del próximo mes de diciembre. La lista, calificada por el propio interesado con el acertado eufemismo de “transversal”, incluía a Ramon Espadaler, exconsejero de Interior de la Generalitat por Unió Democràtica de Catalunya (UDC). Además de Àlex Ramos, vicepresidente de Societat Civil Catalana (SCC). Toda una sorpresa, aunque previamente ya había preparado el terreno aprovechando la manifestación españolista de finales de octubre. Iceta se daba un baño de masas “rojigualdo” junto a Enric Millo (delegado del Gobierno español en Cataluña y antiguo miembro de Unió Democràtica de Catalunya), Xavier García Albiol (presidente del PP catalán), así como de simpatizantes de la enigmática Societat Civil Catalana (SCC). Un prólogo, pues, de lo que se avecinaba.

La deriva del que fuera un partido clave en la gobernabilidad de las instituciones —tanto catalanas como españolas— ha descolocado a muchos de sus afiliados y votantes. Una apuesta arriesgada. Sobre todo, al ir de la mano de los restos de un partido tan conservador como UDC. Formación a la que Kutxabank condonó casi diez millones de euros en 2013. Algo, eso sí, que lo hermana con el PSC, a quien La Caixa perdonó más de seis en 2004. El resto de la deuda la renegociaron los socialistas a un curioso interés: el 3 %. En esta apuesta transversal el PSC también se acerca a SCC, algunos de cuyos socios tienen vínculos con partidos ultras, según explica el fotoperiodista Jordi Borràs en el libro Desmuntant Societat Civil Catalana (Edicions Saldonar).

Y por si esto fuera poco, el PP, el PSOE y el PNV votarán dentro de unos días a favor del cupo vasco, mientras la reforma de financiación del resto de comunidades autónomas sigue en un cajón desde el año 2014. Expertos del PP y del PSOE reclamaron en un informe que tanto el País Vasco como Navarra contribuyesen a la solidaridad o “nivelación” interregional. Oídos sordos. Iceta, por cierto, tampoco ha dicho nada al respecto.

En cualquier caso, la inconsistencia de un volátil Pedro SáncheZ ha provocado que Susana DíaZ, la presidenta de la Junta de Andalucía, imponga sus tesis. Es decir, menos Nicaragua y más FerraZ. Menos Barcelona y más MadriZ. ¿Viaje a ninguna parte? De momento —y a la espera de los resultados— un arriesgado desplazamiento: el que va de la A al Iceta. A de Arriesgado. Y Z, de posible Zozobra.