Falta poco para el 11S y el lazismo empieza a inquietarse. Vamos a ver de qué manera calienta las calles los próximos días para conseguir sacar el rebaño a pastar. Por lo que parece, de momento el fracaso que se avecina es importante, las ovejas ya están hartas de pastos de mala calidad. El ejército panfletario pagado con nuestro dinero es cada vez menos eficaz para movilizar a los que ya están exhaustos – y no son pocos- de tanta coreografía y charlatanería. 

Este es el gran error del nacionalismo catalán. No solo nos ha despreciado a más de la mitad de la población, sino que se ha reído de los suyos todo lo que ha podido y un poco más. Y si no, que se lo pregunten a quienes han pagado las vacaciones del rey Artur y a los que llevan años escuchando que pasado mañana se declara la República

Lo decía hace poco Sandrine Morel, corresponsal en España de Le Monde: “El independentismo ha perdido la batalla del relato”. Y es que se han quedado sin personajes que den emoción a la aventura del Prusés. Ya dejaba mucho que desear en sus inicios, pero el bajón que ha pegado ahora con Talegones, Cotarelos y Gallifantes es de película de sábado por la tarde. 

Sin embargo el 11 de septiembre oiremos el grito agónico de un animal en vísperas de su muerte. Retumbará por toda la Diagonal y retumbará muy fuerte, tiene que tapar las carcajadas que se están pegando en Bruselas. 

Nosotros mantengamos la calma y no nos pongamos de mal humor. Un animal agónico necesita una sonrisa y una caricia en esos momentos de trance.

Por eso, y porque el día 11 es un día para honrar la memoria del gran Rafael de Casanova, me atrevo a proponer 2 planes de resistencia y divertimento aptos para todos los públicos.

1-    El balcón de la calle Balmes está bien, buenas vistas y buena acústica. Pero nada como tener 100 balcones a lo largo de la Diagonal para el día 11 de septiembre. Solo hace falta un pisito en la gran avenida, un buen altavoz, algunas banderas, buen humor, buena música y ganas de pasar un día divertido con los amigos. Abajo en la calle estarán agónicos, recordad, y no los podemos dejar solos. Hay que animarlos ese martes al sol que se van a pegar. Seguro que los cortacallesburguesescapitalistas de La Caixa se apuntan desde sus oficinas. Y si alguien más ofrece balcón unos cuantos vamos de cabeza.

2-    En segundo lugar, y aunque lo hayan hecho de forma muy sutil, con mi escasa inteligencia he podido descubrir que los nacionalistas también están deseosos de ver limpios sus pueblos, aunque muchos de ellos no se atrevan a reconocer en público que les está quedando una Cataluña muy guarra. Es por eso que el 11 de septiembre se acercan todos a la capital, para que los que se quedan en sus pueblos puedan trabajar tranquilamente todo el día sin que nadie les pise lo fregao. Y eso es lo que también tenemos que hacer, aprovechar que los niños se van de excursión para limpiar la casa.

Así que nada, feliz 11 de septiembre y no olvidéis que Casanova –ese al que los cultos indepes hacen una ofrenda floral- era un patriota que luchó por su Rey, por su Honor, por su Patria y por la libertad de toda España. No lo olvidéis desde vuestros balcones y en nuestras calles.