Dicen que si hubiese un holocausto nuclear en la Tierra la única especie que sobreviviría serían las cucarachas. Lo cierto es que las muy puñeteras sobreviven a lo que les echen. Estos últimos tiempos las quejas por su presencia visible en muchas viviendas de Barcelona y otras ciudades han sido constantes. Al parecer, las brigadas municipales solo pueden actuar contra ellas cuando ocupan espacios públicos pero no cuando se pasean por viviendas particulares.

En mi escalera hemos convivido con un nutrido grupo de ellas durante los últimos meses. Los vecinos de las plantas inferiores encajaban con peor humor su presencia que los que vivimos en las superiores. Nosotros nos las encontrábamos al salir a la calle junto al felpudo de la planta baja. Ellos los detectaron haciendo guardia en la puerta de sus pisos. Y no es lo mismo.

El caso es que por aquello de pasarse el muerto unos a otros nadie acabó llamando a la empresa que podía dar buena cuenta de esos feos insectos y han seguido campando a sus anchas por el edificio hasta las lluvias de los últimos días. Evidentemente, si un holocausto nuclear no podría con ellos es un exceso de optimismo suponer que una tormenta se las lleve por delante. Pero lo cierto es que no las hemos visto más. El felpudo que les encantaba quedó muy afectado por la lluvia que lo empapó y tras secarlo no ha habido ni rastro de las cucarachas.

Total, que en nuestras redes sociales ya no aparecen fotos de esos desagradables bichos y nos hemos quedado con la sensación de que si les da por reaparecer mejor encomendarse a santa Bárbara que al ayuntamiento o la empresas fumigadora de turno.

El problema lo tenemos con los mosquitos, otra plaga de la que se desentienden las administraciones públicas formada por unos individuos que parecen olvidar que lo suyo es aparecer en verano y evaporarse en invierno.

Vivir en Barcelona tiene esas cosas. Y, ¡ojo!, por las últimas noticias que nos llegan pronto habrá que acostumbrarse a convivir con los jabalíes, que últimamente han decidido acercarse hasta el hospital de Sant Pau. Espero que si algún día nos encontramos alguno dentro de mi escalera no me digan los del ayuntamiento que como es una propiedad privada no pueden hacer nada y que me apañe. Contra los mosquitos puedo comprar insecticida. ¿Qué hay que comprar para librarse de una familia de jabalís hambrientos?