Hay que ver la que han liado los lazis con la nueva serie de TV3 (producida originalmente por El Terrat para TVE y que ha debido costarle a la nostra cinco de las antiguas pesetas), Drama, comedia juvenil hablada en catalán y castellano -las dos lenguas más comunes en Cataluña en general y en Barcelona en particular, que es donde se desarrolla la trama- en la que los guardianes de las esencias han detectado una presencia excesiva del idioma español, hablado además por personas normales y no, como suele ser habitual en TV3, por chorizos, camellos, matones, asesinos y toda clase de gente de mal vivir.

El cambio permanente de idioma, una constante en Barcelona, no ha sido del agrado de nuestros talibanes, que solo quieren ver productos monolingües que les ayuden a soñar con una inexistente Cataluña catalana en la que, a ser posible, nadie entienda el castellano. Con el dinero de sus impuestos quieren sufragar una televisión que les mienta, que les muestre una comunidad monolingüe. Y cuando esa televisión programa una serie que refleja con bastante fidelidad el constante cambio de idioma que casi todos llevamos a cabo en Barcelona, se enfadan. Pagan para que se les altere la realidad a su gusto, y aunque muchos pensamos que eso es exactamente lo que suele hacer TV3 con nuestro dinero, para una vez que el ente exhibe algo que se parece un poco a la realidad barcelonesa, se arma la de Dios es Cristo entre ciudadanos de a pie, filólogos indignados, columnistas de diarios digitales que viven de la subvención y demás integrantes del lazismo humillados y ofendidos a perpetuidad, cual personajes de Dostoievski.

Evidentemente, TV3 nunca hubiese encargado una serie como Drama. Para evitar intrusiones lingüísticas de la realidad, no hay como ambientar las ficciones en esos villorrios churrosos que visita el majadero de El foraster, donde todos hablan catalán, aunque siempre puede hacerse una excepción con el tonto del pueblo o con algún canalla que pase por ahí. Pero como en Can Sanchis están tiesos y no hay un euro para producir nada, pues se tienen que apañar con los saldos que lleguen de cualquier parte, aunque sea de TVE (donde la serie se ha pasado con los diálogos en catalán subtitulados y nadie se ha quejado al respecto ni se ha indignado por la alta presencia del catalán en un producto de difusión nacional).

Por cierto, a la cabeza de los ofendiditos se ha situado la consellera de Cultura, Mariàngela Vilallonga, quien se ha visto obligada a darle un toque a Sanchis por el exceso de castellano en la serie. Hasta el pobre Toni Cruanyes, presentador del TeleNoticies, que no puede ser más del régimen, ha sido abroncado en las redes por decir que la serie le parece muy graciosa. Hay lazis que nunca descansan y que están muy al corriente de los peligros de Barcelona, lazis para los que el término cosmopolita es un insulto y que están convencidos de que hay que evitar nuestra ciudad en general y las ficciones rodadas en ella en particular.

Ya lo sabes, Vicent, a partir de ahora habrá que rodarlo todo en Vilamerda de l´Arquebisbe. Quedas avisado.