La gente que me conoce sabe que soy un enamorado de Barcelona, mi ciudad, mi pequeño rincón de mundo. Que quiera transformar la actual situación de nuestra capital no es no creer en ella, es creer en exceso, es conocer sus enormes potencialidades.

Parémonos un momento a soñar, a dibujar la Barcelona que deseamos, sin utopías, con la voluntad de ser realistas pero al mismo tiempo transformadores, buscando la excelencia conjuntamente con la capacidad de integración, compartiendo la creatividad de nuestros genios con la fuerza de nuestras asociaciones y entidades.

¿Qué Barcelona queremos?

Una ciudad segura, donde nuestros ciudadanos puedan vivir y trabajar sin miedo a ser atacados, donde lo que ahora es un oasis para los delincuentes se convierta en un auténtico desierto por sus actividades. Es necesario ser contundentes. Ya ha terminado el tiempo del conformismo, de la permisibilidad bajo el paraguas de un falso progresismo. Progreso es seguridad, lo contrario es el caos.

Una ciudad limpia, donde los servicios municipales hagan su trabajo y donde los vecinos nos sintamos partícipes de contribuir a su conservación. El incivismo no es una seña de identidad de Barcelona, pero si el primer incívico es el consistorio, poco podemos exigir a nuestros ciudadanos.

Una capital de los emprendedores, donde montar un negocio no se convierta en una gincana, donde la administración empuje y no estorbe, donde generar puestos de trabajo sea un objetivo principal. En el momento que nos toca vivir, debemos ser capaces de generar empleo de calidad. No queremos una sociedad subsidiada, queremos una ciudadanía que de su trabajo haga el primer ladrillo de su libertad.

Una Barcelona en la que nuestros hijos e hijas se puedan quedar a vivir; una ciudad con vivienda asequible, con un trabajo conjunto de la iniciativa pública y la privada.

Queremos, en definitiva, una ciudad en la que no esté prohibido soñar, donde crear sea incentivado, donde arriesgarse valga más que conservar y donde cuando se cae, la administración ayude a levantarte.

Creo, en definitiva, en una Barcelona comprometida con sus gentes, no con la silla de no sé qué institución supramunicipal o parlamento.

Bcn Ets Tu quiere llevar el Ayuntamiento a nuestras calles y plazas, quiere que tú decidas, que la Barcelona silenciada levante su voz, queremos ser tu ola, la que borre a toda costa la decadencia en nuestra ciudad. Estamos listos para poner en marcha los motores de la ciudad.