¿Puede haber algo mejor que aprovechar las virtudes de la cocina tradicional con aquéllas de la cocina de otros lugares del mundo? En el ámbito gastronómico se respira este paradigma de sacar partido a la diversidad, sumando las cualidades propias con las de aquéllos que son muy distintos a nosotros. Nuestra Dieta Mediterránea es maravillosa y muy saludable pero también otros modelos de dietas que entran con fuerza en nuestra ciudad tienen grandes cualidades. Y si hay algo que podemos disfrutar de la gastronomía en nuestros días es que tenemos, tanto el conocimiento culinario como nutricional de todas esas formas de comer. Así, los restaurantes pueden aprovechar esos elementos haciendo cocina fusión para ofrecer cartas muy atractivas y sanas y los clientes podemos COMER BIEN en mayúsculas. En este sentido, en los últimos años en Barcelona, después de la fiebre de la cocina japonesa, ha surgido una maravillosa tendencia fusión en la que se ofrecen cartas con base japo pero enriquecidas con toques gastronómicos de otras culturas. ¿Te apetece probar?

La cocina japonesa tradicional tiene muchas cualidades, además de las gastronómicas, también a nivel nutricional puesto que combina muy bien los hidratos de carbono y las proteínas, hay abundancia de vegetales y pescado, haciendo que en el resultado haya muchos nutrientes, buena cantidad de fibra, pocas grasas en general y pocas grasas saturadas en particular. Eso hace que sea un patrón dietético saludable. Y en nuestra ciudad hay muchos lugares donde comer japonés desde los orientales más genéricos que empezaron a introducir platos de la tradición nipona, pasando por los que se especializaron en noodles y llegando incluso hasta los actuales comercios de restauración japo on-line. Si tenéis antojo de sushi, solo tenéis que pedirlo.

Pero cuando queráis degustar una propuesta de cocina tradicional japonesa mezclada con toques de otras culturas, os propongo conocer dos lugares especiales, Ikibana y Robata. El primero es un paseo por una ruta de sabores que dando la vuelta al mundo aproximan Japón y Brasil, basándose en la cocina clásica nipona con toques de cultura brasileña. Si vais descubriréis diferentes sabores, texturas, aromas y técnicas culinarias originarias de cada país con apetecibles sashimis, tempuras ligeras y muy bien presentadas, makis con toques tropicales y gunkans especiales en textura y sabores picantes. Todo con un perfil nutricional potente, por eso conviene escoger bien los platos a degustar y para ello dejarse aconsejar es lo mejor. Son tres locales en Barcelona, todos ellos con aire muy sofisticado y con un ambiente muy sugerente ideal para estimular todos los sentidos. 

Y el segundo, Robata, es otra buena propuesta para saborear con el gusto, pero también con la vista, el olfato, el oído y el tacto. Un lugar que a mí me tiene “robado” el corazón y ofrece un ambiente elegante y sumamente agradable. Se trata de un restaurante japonés con una parte de grill muy interesante y que aprovecha la gastronomía mediterránea y también la de países como Perú. Una parrilla que admite carnes, pescados y verduras. Su carta presenta una propuesta muy acorde con lo que yo llamo dieta lógica y alimentación emocional pues siendo respetuosos con lo tradicional incorpora elementos de otras dietas del mundo. Sus nigiris, sashimis, tempura rolls, uramakis y makis son ejemplos de la exaltación de los valores de la comida japonesa. Además, encontraréis platos que son un ejemplo de esa mirada abierta a otras culturas como el Anticuchero inspirado en el Perú con langostino tempura, aguacate y quesocrema, cubierto de escolar negro y salsa anticucho.

Hay lugar también para especialidades como el Donbury de Anguila -anguila glaseada a la brasa sobre arroz-, el Okonomiyaki -pancake al estilo de Osaka- o el Pulpo al Olivo con salsa de olivas kalamata. También se pueden degustar snacks como Lotus Chips (chips de raíz de loto y sal Kombu), guiños genuinos como los Yaki Oniguiri (triángulos de arroz hechos en la robata), Gyozas que crean adicción (hechas a la manera clásica japonesa, en una sartén donde se cuecen al vapor para luego destaparlas y dejar que se tuesten) o el Robatayaki (brochetas de pollo, de tomate cherry y bacon, de solomillo, de espárragos, de pimientos del padrón,etc). No dejéis de probar este grill japonés (“robata”) en el que os recomiendo, primero, que escuchéis las explicaciones de los platos por parte del personal, y segundo que acabéis con un postre muy especial… preguntad por sus fresas tibias con helado de vainilla y pimienta, sorprendente y saludable!