La RAE define “adanismo” como la “tendencia a comenzar una actividad sin tener en cuenta los progresos que se han hecho anteriormente”. Y viene de Adán (y Eva), que no de Ada (Colau) aunque ella tire de adanismo a placer, para lo que le conviene, claro, que hasta ahora ha sido mandar y estos días ganar unas elecciones. No está escrito que no cuele.


En colegios americanos enseñan lo que llaman Creacionismo y que muy resumido viene a defender que todos procedemos de la costilla de Adán. Así las cosas, si este tipo de absurdidades tienen predicamentos en sociedades occidentales del siglo XXI, ¿cómo no va a colar en Barcelona que lo de antes de Colau era todo un páramo de corrupción y una ciudad para los privilegiados, mientras que ella y su equipo con eso no tuvieron nada que ver y que además han puesto las bases para acabar con semejante despropósito? Habrá quien lo compre, sin duda. ¿Un número suficiente como para que la alcaldesa revalide? Las encuestas dicen que perfectamente podría ser así. Y yo, a los que aún dudan, y por si sirve de algo, les apunto solo dos ideas, porque la esperanza es lo último que se pierde. La esperanza en que la gente juzgue con una mínima ecuanimidad, digo.


Primera idea. A Colau, que se pasa el día diciendo que Junts per Catalunya son los herederos de Convergència y que por tanto son “la derecha corrupta”, cabe apuntarle que por esa misma regla de tres ella es la heredera de Iniciativa, ergo como política ni nació ayer ni lo hizo de la nada. Le apuntaría también que además pactó gobierno sin despeinarse con los socialistas, que han tenido tantos o más casos de corrupción que la antigua CiU, pero no me quiero alargar.


Y segunda idea. Derivado de lo que acabo de apuntar sobre los antecedentes, también se deriva claro que Colau y los suyos son mucho más responsables de la Barcelona que dicen combatir, como mínimo que una CiU y “sus herederos” que gobernaron en la ciudad 4 años y ya. En cambio, los compañeros de viaje de la actual alcaldesa lo fueron antes de los socialistas durante 30 años en el poder. Venirnos a contar que el resto tiene un pasado plagado de pecados, mientras que su proyecto político nació ayer... es cuanto menos atrevido. Y Colau lo es y eso es un puntazo para un liderazgo político. Nos lo demuestra siempre, estos días por ejemplo con un spot de campaña donde su “yo alcaldesa” simula rendir cuentas a su “yo activista”. “Tranquila, que estoy en ello”, viene a decir. Y su yo del pasado confía en su yo del presente. Era de prever. Su autoestima ha sido siempre uno de sus puntos fuertes. Pero, ¿y el resto de barceloneses? ¿Comprarán tan fácil? Igual sí. Igual cuela otra vez. El domingo lo vemos.