La Guàrdia Urbana aumenta la vigilancia sobre los coches VTC

La Guárdia Urbana ha decidido aumentar los controles de seguridad que lleva a cabo sobre los llamados vehículos VTC, los coches de transporte de personas de compañías privadas, como Uber y Cabify.

La policía municipal ha iniciado está campaña para garantizar que este tipo de vehículos cumple con todas las exigencias legales y para garantizar que el servicio de transportes de viajeros se hace en las mejores condiciones posibles de seguridad viaria. Además, con los controles establecidos intentan detectar a todos aquellos vehículos que realizan la actividad del transporte de viajeros de manera irregular.

Los últimos sucesos protagonizados por vehículos VTC en la ciudad de Barcelona han generado cierto malestar tanto por la forma en que se han producido como por las consecuencias de los mismo. Especialmente grave fue el accidente en el que vehículo de Cabify atropelló mortalmente a una mujer en el cruce de la calle Aragó con Casanova, dejando, además, herida a otra mujer, acompañante de la primera, y a otras dos mujeres que viajaban en el vehículo.

Apenas tres días después, otro vehículo VTC provocó un accidente en el cruce de la Ronda Universitat con Balmes. Como consecuencia, el vehículo se llevó por delante una moto, causándole heridas al motorista, que necesitó la asistencia del Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM), que se desplazaron al lugar de los hechos.

SECTOR EN CUESTIÓN

Estos dos accidentes, que podrían parecer puntuales, o ser una simple casualidad que se hayan producido en tan corto espacio de tiempo, son en realidad, según denuncian otros colectivos del transporte público, mucho más habituales de lo que se suele dar a conocer. De hecho, algunas fuentes consideran que el número de incidentes, de mayor o menor gravedad, en los que se ven implicados vehículos de las empresas VTC es de unos 80 mensuales, solo en la ciudad de Barcelona.

La principal razón que apuntan desde los sectores profesionales para explicar este tipo de situaciones es el hecho de que la mayoría de los conductores de estos vehículos apenas tiene experiencia en el transporte de viajeros, y la prisas y, muchas veces, el desconocimiento de la ciudad, les llevan a cometer equivocaciones que puede acabar en accidentes de consideración.