Imagen posterior al desalojo de los Mossos, ya con la Guàrdia Urbana presente / Laura Guerrero

Imagen posterior al desalojo de los Mossos, ya con la Guàrdia Urbana presente / Laura Guerrero

Les Corts

Desalojadas tres personas de un edificio de vivienda social vacío

Una pareja y un hombre ocupaban el inmueble que servirá para recolocar a la Colònia Castells. Esta es su historia

18 julio, 2018 16:46

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Este miércoles por la mañana los Mossos d’Esquadra han desalojado a un hombre que estaba dentro del inmueble ubicado en la calle Entença 292, en el distrito de Les Corts, y han impedido que vuelvan a acceder al domicilio ocupado a su pareja y a otro hombre, ambos fuera del edificio cuando se ha producido el desalojo, según datos facilitados por la ocupa.

Un representante del Ajuntament de Barcelona ha declarado a Metrópoli Abierta que el desalojo se ha producido porque ya se están realizando los trámites para que se instalen en los pisos, que son del Ayuntamiento, personas de la demolida Colònia Castells: “Los pisos ya tienen propietarios. Han sido adjudicados por sorteo y se están firmando los contratos” y ha confirmado que en el momento del desalojo había un hombre dentro: “Esta mañana un guarda de seguridad vio a un chico que ocupaba el edificio y llamó a la policía”.

LAS HISTORIAS DETRÁS DE LA OCUPACIÓN

María Jubete, de 37 años, ha denunciado a Metrópoli Abierta que su pareja fue desalojada “por la fuerza” por los Mossos y que “él mismo llamó a la Guàrdia Urbana”, que se personó poco después en el edificio. Ella llegó posteriormente, igual que la tercera persona que ocupaba la vivienda, un hombre de 38 años, que ha preferido permanecer en el anonimato. La Guàrdia Urbana no ha querido hacer declaraciones.

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María ha explicado que llevaban 15 días ocupando la parte de abajo del inmueble y ha asegurado que ella, particularmente, lleva un año ocupando locales por necesidad: “Fui estafada por una inmobiliaria y perdí lo poco que tenía y me vi obligada a vivir en pisos desocupados porque no puedo pagar un alquiler en Barcelona. Fui maltratada por el padre de mi hijo, que casi me mata y soy niña robada. Hay abogados que se han intentado aprovechar de mí. Tengo depresión y psoriasis en el brazo, sobrevivo gracias a que recibo una pensión no contributiva de 500€ y los servicios sociales se llevaron a mi hijo, que ahora tiene 18 años. Un servicio que se supone que es para ayudar a la mujer y al hijo me ha hecho la vida imposible”.

ALQUILER SOCIAL Y AYUDAS

“¿Por qué no puedo optar a un alquiler social o a más ayudas, con todo lo que me ha sucedido?", se ha preguntado Jubete y ha asegurado que "si llego a saber que iba a vivir alguien aquí no hubiese entrado a vivir. Yo no quiero molestar a nadie. Ahora me proporcionarán uno o dos días de alojamiento, pero luego no sé dónde iré. No tengo padrón y aunque me han dicho que me lo harán este jueves, esto no solucionará mi situación. Seguirán sin darme ayudas”.

Además, María ha denunciado que “lo que han hecho hoy es ilegal ya que este lugar parecía abandonado y al llevar más de 72 horas en el edificio tengo derecho a quedarme hasta que un juez dicte sentencia”. Youssef Boutiri, de 33 años, es la pareja de María y llegó en 2012 de Bélgica “cuando aún estaban construyendo estos pisos, que llevan años desocupados”. Boutiri ha afirmado a Metrópoli Abierta que “no hay derecho” y que “la misma Guàrdia Urbana nos ha dicho que hay que luchar y como mínimo nos dejarán recoger nuestras cosas”.

LA OPINIÓN VECINAL

Una vecina de la zona ha declarado, preguntada por si el desalojo o los ocupas han causado alguna molestia, que “no ha habido ningún problema yo no he visto a nadie y estos pisos son para gente con pocos recursos que realojan aquí, cosa que veo bien”.

Por último, una mujer que vive detrás del edificio desalojado ha explicado que en la calle Morales, “aún está tapiada la parte de atrás del edificio y eso molesta a los vecinos que pasamos por esa calle. Los pisos llevan ya 3 años vacíos y cuando llegó la nueva alcaldesa -Ada Colau-, se desentendió del tema. Por suerte ya hace un año aproximadamente que limpiaron y arreglaron la fachada de la calle Entença y se puede pasar con normalidad, porque antes teníamos que pasar por una acera muy estrecha evitando los coches. Esta es una zona céntrica y muy tranquila y los ocupas no han generado molestias”.