Josep Tarradellas en su regreso del exilio a España

Josep Tarradellas en su regreso del exilio a España

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La conexión mexicana de Josep Tarradellas

El Aeropuerto de Barcelona llevará el nombre de este polémico personaje que tuvo una particular relación con el país norteamericano

26 diciembre, 2018 10:45

México es por tradición un país de acogida y que se caracteriza por haber dado asilo político a personalidades reconocidas de la izquierda a nivel mundial. Desde Trotski hasta huidos de la dictadura argentina en los años 70,  y de la guerra civil española, entre muchos otros.

Josep Tarradellas, uno de los fundadores de Esquerra Republicana de Catalunya y expresident de la Generalitat, ha sido recientemente homenajeado, ya que el Gobierno ha decidido poner su nombre en el Aeropuerto de Barcelona, tras el Consejo de Ministros celebrado el pasado viernes 21 de diciembre. Pero, ¿qué relación tenía Tarradellas con México?

LA VOTACIÓN EN CIUDAD DE MÉXICO

Josep Tarradellas fue elegido el presidente número 114 de la Generalitat de Cataluña en una votación convocada justamente en Ciudad de México el 7 de agosto de 1954, tras la dimisión de Josep Irla. Fue en México, ya que allí vivía el grupo más numeroso de diputados catalanes exiliados, con nueve personas en total.

La actividad política de Tarradellas se convirtió en testimonial, y tuvo como epicentro su residencia en el pueblo francés de Saint-Martin-Le-Beau. “El poder es para ejercerlo”, aseguraba, por lo que renunció a formar gobierno en el exilio. La actividad política testimonial continuó hasta la muerte de Franco, manteniendo la presidencia de la Generalitat como único poder legítimo catalán.

EL EXILIO

Cuando su gran amigo Francesc Macià murió, Tarradellas se vinculó a Lluís Companys y ocupó diversas consejerías en el gobierno hasta el exilio. En sus memorias, Tarradellas escribió que intentó que Companys saliera de París ante la amenaza que suponía la ocupación nazi de Francia. No lo consiguió por la fijación de Companys en el cuidado de su hijo Lluiset, pero Tarradellas pudo trasladarse a Suiza.

El exilio en Suiza duró 16 meses, y fue en ese momento donde decidió trasladarse a México con su familia. En 1939 compró la casa en Saint-Martin-Le-Beau, donde se asentó junto a un patrimonio de viñedos. Desde 1954 empezó otra vida para Tarradellas, cuando desde la Ciudad de México le nombran presidente de la Generalitat, ante la negativa de Pau Casals, Carles Pi Sunyer y Nicolau D'Olwer.