Calle Atlàntida de Barcelona, donde tuvo lugar la fiesta clandestina / GOOGLE MAPS

Calle Atlàntida de Barcelona, donde tuvo lugar la fiesta clandestina / GOOGLE MAPS

Sucesos

La urbana desaloja una fiesta clandestina en la Barceloneta

Es la segunda juerga ilegal en el barrio desde el inicio del confinamiento

4 mayo, 2020 17:10

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A pesar del estricto cumplimiento de las medidas del confinamiento decretadas por el Gobierno, una minoría se resiste a acatarlas y continúa actuando de manera imprudente, desafiando el coronavirus. El último ejemplo de incivismo tuvo lugar el pasado jueves 29 de abril en la Barceloneta donde la Guardia Urbana de Barcelona desalojó una pequeña fiesta clandestina en un piso. 

Un vecino de la calle Atlàntida, que cruza el barrio entero, llamó a la policía alertando del ruido de música y gente entrando en uno de los domicilios del bloque. La fiesta se alargó hasta las dos de la mañana, cuando una patrulla de la urbana acudió al lugar y frenó en seco la juerga que habían organizado media docena de personas.

TRES DENUNCIAS

Los invitados y los anfitriones eran extranjeros. Fuentes de la policía barcelonesa señalan que los agentes denunciaron a tres personas que no vivían en el piso al amparo de la ley orgánica 4/2015 de protección de la seguridad ciudadana. Esta ley, conocida también como Ley Mordaza es una de las principales herramientas jurídicas que los cuerpos policiales utilizan estos días para sancionar a los ciudadanos que deciden saltarse el estado de alarma.

Uno de los vecinos del inmueble asegura que uno de los agentes reprochó a una de las chicas que estuviera bailando mientras otras personas están "luchando para que no muera nadie más".

SEGUNDA FIESTA

No es la primera fiesta clandestina que se organiza durante el confinamiento en la Barceloneta. Hace dos semanas, un vecino llamó a la urbana denunciando un guateque en un piso turístico. En este caso, cuentan los vecinos, los agentes no acudieron al lugar.

Fuentes del sindicato funcionarios de CSIF señalan que una minoría de personas ha seguido celebrando pequeños botellones y fiestas en terrazas y domicilios en diferentes puntos de la ciudad como l'Eixample, Sants i Nou Barris.