Pancarta del Sindicat d’Habitatge del Casc Antic, un colectivo okupa / @SHCASCANTIC

Pancarta del Sindicat d’Habitatge del Casc Antic, un colectivo okupa / @SHCASCANTIC

Sucesos

Un sindicato pro-okupa, investigado por extorsionar a un propietario

El colectivo está bajo sospecha por coacciones, extorsión, amenazas y organización criminal

2 mayo, 2021 22:54

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La justicia investiga al Sindicat d’Habitatge del Casc Antic, un colectivo pro-okupa que actúa en Barcelona por coacciones, extorsión, amenazas y organización criminal.

El Juzgado de Instrucción número 1 es el que se encarga del caso. Este grupo, no oficializado, está bajo sospecha después de presionar al propietario de un bloque de pisos del número 56 en la Ronda Sant Pere para que destinara dos viviendas a alquiler social. Los domicilios, además, ya habían sido previamente okupados por miembros del grupo, según ha informado El País.

OKUPACIÓN ENTRE EL CAOS

Los miembros de este mal llamado sindicato aprovecharon el caos que se vivió en Barcelona durante las protestas por la sentencia del procés para llevar a cabo su plan. Sabiendo que la carga de trabajo de los Mossos no permitiría una actuación contra ellos durante la tarde del 18 de octubre de 2019, un grupo de personas se descolgó por la fachada del edificio y accedió a cuatro pisos con la ayuda de un inquilino que estaba a punto de ser desahuciado.

Los jóvenes llegaron a okupar cuatro pisos, pero éstos disponían de alarma. En consecuencia, agentes de la policía catalana acudieron dos días después para proceder a su desalojo, pero más de 200 personas se concentraron en la Ronda Sant Pere, hubo enfrentamientos y el desahucio quedó paralizado.

A esta situación, se sumaron las amenazas y la campaña de difamación hacia el propietario, Josep Maria D., que desembocaron finalmente en un encuentro entre su abogado y tres miembros del colectivo okupa.

PISOS PARA ALQUILER SOCIAL

En el encuentro, los representantes del sindicato insistieron en que podrían frenar su campaña si el propietario aceptaba destinar "dos pisos" a "alquiler social". Además, presumieron de contar con el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona y propusieron que este ejerciera como mediador.

El abogado mantuvo su posición, y apuntó que la cuestión acabaría en manos de la justicia, como así ha sido. Paula C., una de las okupas, está formalmente investigada por la justicia, pero la sospecha sobrevuela al colectivo.

PREOCUPACIÓN DE LOS MOSSOS

Los Mossos d'Esquadra han mostrado su preocupación por la actividad de este tipo de sindicatos, con especial afectación en el barrio del Raval. En al menos en tres ocasiones, la policía catalana hn detectado intentos de okupación u okupaciones de pisos por personas vinculadas a estos grupos para cederlos a terceros.