Rosa Peral sonríe este miércoles, junto a Albert López, minutos antes de declarar como acusada de asesinato / G.A

Rosa Peral sonríe este miércoles, junto a Albert López, minutos antes de declarar como acusada de asesinato / G.A

Sucesos

Rosa Peral: "Oí golpes y vi a Albert con un hacha y sangre en la cara"

La acusada por el crimen de la Urbana niega una relación con Albert y lo acusa de matar a su pareja Pedro

11 marzo, 2020 18:49

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La noche del 1 de mayo de 2017, Albert López saltó la valla de la casa de Rosa Peral en Vilanova i la Geltrú armado con su pistola, un hacha, con un buff en el rostro y guantes de jardinería. Cuando enseñó el arma, Peral salió corriendo hacia el piso de arriba y se encerró con sus dos hijas pequeñas en una habitación. Lo siguiente que escuchó fueron "muchos golpes fuertes" en una habitación del primer piso donde se encontraba su novio Pedro Rodríguez. "Ya no volví a ver a Pedro", ha asegurado este miércoles en la Audiencia de Barcelona en el juicio del crimen de la Guardia Urbana.

Peral ha insistido esta mañana en su versión de los hechos durante su declaración ante el jurado popular que decidirá su culpabilidad o inocencia en el caso que juzga el asesinato de Rodríguez. La Fiscalía, que mantiene que ella y López, en ese momento amantes, urdieron un plan para acabar con la vida de la víctima, ha intentado acorralar a la acusada. A unos cuatro metros de distancia, su antiguo amante, sentado también en el banquillo de los acusados, escuchaba como Peral le incriminaba en el crimen.  El cuerpo de Pedro apareció calcinado en el maletero de su coche el 4 de mayo de 2017 en el pantano de Foix, en el municipio de Castellet, cerca de Vilanova.

MANCHAS DE SANGRE

"Vi manchas de sangre en su cara. Tenía un hacha en la mano y le pregunté qué había pasado", ha contado Peral. Según el relato de la acusada, López le obligó a limpiar unas manchas en el suelo y la amenazó con hacer daño a sus hijas si acudía a los Mossos d'Esquadra para denunciar lo ocurrido. Cuando se marchó, busco a Pedro. "No grité porque no quería asustar a mis hijas. Como Pedro no estaba, pensé que Albert le había amenazado", ha señalado. 

Cuenta Peral que en ningún momento pensó que Rodríguez podría estar muerto, a pesar de los supuestos golpes y las manchas de sangre de Albert. Durante los días siguientes, el que fuera su amante la controló a todas horas por teléfono y le ordenó que contestara todos los mensajes que llegaban al móvil de Pedro, que ya estaba muerto, según los investigadores y la Fiscalía.

El fiscal del caso, Félix Martínez, se ha extrañado que los tres perros de Peral no ladraran en ningún momento al escuchar los presuntos golpes ni tampoco cuando López accedió a la casa saltando la valla. "Mis perros no ladran, solo lo hacen si ven a otro perro cerca", ha justificado la acusada.

POSTURA RÍGIDA

Vestida con una americana color beige, camisa blanca y pantalones negros, Rosa ha respondido a todas las preguntas del fiscal con aparente calma, aunque afectada por el crimen. Con las manos apoyadas en los muslos y rígida, apenas ha cambiado su postura corporal durante todo el interrogatorio. Por primer vez en un mes y medio de juicio, Peral se ha quitado el pañuelo que cubría su cuello. Una prenda, que según sus compañeros de trabajo nunca llevaba. La mujer ha llorado cuando ha recordado que intentaba quedarse embarazada de Pedro.

Rosa Peral sonríe desde el banquillo de los acusados este miércoles en la Audiencia de Barcelona / EFE

Rosa Peral sonríe desde el banquillo de los acusados este miércoles en la Audiencia de Barcelona / EFE


Peral se enfrenta junto a López a 25 años de prisión por asesinato. En la sala, tenía respuestas para todas y cada una de las numerosas preguntas del fiscal. En algunas de ellas, incluso, se ha extendido más de lo necesario, como ha avisado el magistrado-presidente del Tribunal del Jurado cuando la ha definido de "extrovertida".

UN AUDIO CONTROVERTIDO

El fiscal ha insinuado que en un mensaje que Peral le envió a López la acusada se refirió al asesinato que ambos planeaban. La sala ha reproducido el audio de Whatsapp en el que se oía a la acusada diciendo: “He pensado que si hacíamos eso, podríamos ir a Port Aventura con las niñas. ¿Qué te parece la idea?”. Peral ha contestado que “eso” hacía referencia a una posible salida en moto. Los investigadores, no obstante, lo atribuyen al plan para acabar con la vida de Pedro.

El relato de la acusada ha insistido en el "tremendo odio" que el otro sospechoso sentía por Pedro por entender que le había "quitado" a Rosa. "No le hacía gracia que mantuviera una relación con Pedro. Tiene un problema mental", ha llegado a decir de su antiguo amante, que se ha llevado la mano a la cara en más de una ocasión al escuchar su relato.

PANTANO DE FOIX

El día siguiente de la muerte de la víctima, Peral ha explicado que López regresó al domicilio y que la obligó a que lo siguiera con su coche hasta el pantano de Foix. Sorprendido, el fiscal tampoco ha entendido que Peral no aprovechara ese momento para desviarse y acudir a la primera comisaría que encontrara. Peral ha respondido que López podría haber reaccionado yéndose a su casa donde estaban las niñas con su abuelo. Además, ha dudado de que los mossos la hubiesen creído. 

En el pantano, siempre según el relato de la exagente policial, López salió de su coche y cogió unos bidones de gasolina. En ese momento, Peral sí encontró (ante la sorpresa del fiscal) el valor para huir corriendo. "Pensé: si me tiene que disparar que lo haga por la espalda", ha explicado.

'NO CONFIABA EN NADIE'

El fiscal Martínez ha insistido en el comportamiento de la acusada tras la supuesta desaparición de Pedro. Pocos días después del crimen, Peral y López comieron en un restaurante junto a un grupo de compañeros. Tampoco en ese momento le dijo nada a nadie. "No confiaba en ninguno de ellos", ha dicho. A través del magistrado, el jurado también ha querido saber por qué no avisó a nadie sobre las amenazas de Albert. "No podía confiar en nadie", insistía. Tampoco se lo trasladó a ningún miembro de su familia. 

Peral pasa por delante de López este miércoles en el TSJC / EFE

Peral pasa por delante de López este miércoles en el TSJC / EFE


"Hasta el día 4 de mayo estaba convencida de que Pedro iba a volver. De alguna manera u otra", ha declarado. Hasta el día que una patrulla de mossos llamó a su casa para decirle que había aparecido el coche calcinado de Pedro, la acusada creía que la víctima aun vivía. Ese día, no dejó entrar a los agentes, porque Albert se encontraba en el interior amenazándole con dañar a sus hijas.

LA RELACIÓN CON ALBERT

Rosa se ha desvinculado de Albert y ha renegado de la “relación sentimental” que ha admitido que tuvieron. Para la acusada, los cuatro años de idilio amoroso que presenta el fiscal no fueron una relación al uso. “Salíamos a comer, hacíamos actividades. Como si fueramos una pareja, pero sin serlo”, se ha defendido. "Para mí, relación fue lo que tuve con Pedro y Rubén", ha dicho en referencia a su exmarido, a quien intentó incriminar del crimen, según los investigadores.

Durante las dos primeras horas del interrogatorio, la Fiscalía ha intentado demostrar con numerosos mensajes de Whatsapp, llamadas y correos electrónicos la aventura amorosa con López durante los meses previos al crimen. En septiembre de 2016, los móviles de ambos registraron 231 llamadas, en diciembre 350 y en enero de 2017 se produjeron un total de 504 contactos telefónicos. "Es el volumen normal de llamadas de alquien que quiere dejar a Albert?", se ha preguntado el reprsentante del Ministerio Público.

López, Peral y Rodríguez, en un montaje fotográfico 

López, Peral y Rodríguez, en un montaje fotográfico 


Sobre su relación amorosa delante de sus compañeros de trabajo, ha defendido que "nadie" los vio dándose un beso o abrazarse. "Nos vieron trabajar juntos, con afinidad", ha defendido. Peral se ha esforzado en describir a un López egoísta y que suponía un peligro para sus hijos. El fiscal la ha contradicho apuntando que una amiga había declarado que su amante había bañado a las niñas en casa y que jugaban con frecuencia en casa. "Mis hijas son muy sociables, si les das juego, no les cuesta entablar contacto", ha justificado. "Delante de los compañeros quería aparentar que es normal, mi superamigo y que era buenísimo con las niñas", ha manifestado. 

PLANES DE FUTURO CON ALBERT

El fiscal ha subrayado que Peral siguió patrullando con López a pesar de decir de él que era peligroso. La acusada dice que le trasladó que quería estar sola y Martínez ha vuelto a presionar a la expolicía mostrando un correo electrónico donde le recordaba los planes que le quedaban para hacer juntos: hacer la ruta 66 en Estados Unidos o "ponernos negros" en una isla, entre un total de nueve proyectos, pendientes de realizar.

Tras cinco horas de declaración, el Ministerio Público continuará preguntando a la acusada este jueves por la mañana.Tras la Fiscalía, será el turno de la acusación particular y la abogada defensora. Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) señalan que la declaración de López, el otro sospechoso, se producirá el lunes.