Disparo de una pistola eléctrica en una imagen de archivo / POLICÍA LOCAL DE MELILLA

Disparo de una pistola eléctrica en una imagen de archivo / POLICÍA LOCAL DE MELILLA

Sucesos

Pistolas Taser en las policías de Barcelona: en el cajón y sin uso

Once municipios del área metropolitana diponen del arma, pero solo en El Papiol está en funcionamiento

1 febrero, 2021 00:00

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En 2016, el Parlament de Cataluña aprobó el uso de las pistolas eléctricas en el cuerpo de Mossos d'Esquadra. Dos años después, en 2018, la Generalitat también daba luz verde a las policías locales para llevarla. De los 36 municipios que conforman el área metropolitana, 11 disponen de esta herramienta policial de defensa, según un informe del Síndic de Greuges catalán. Solo uno, El Papiol (4.172), la tiene en funcionamiento, aunque de momento ninguno de sus 10 agentes la ha usado. Algunas localidades han desistido de usar la pistola. Otras, esperan a realizar las formaciones necesarias para ponerlas en servicio.

Los sindicatos policiales de la Guardia Urbana de Barcelona reclaman desde hace tiempo el uso de estas pistolas. En noviembre, el debate sobre las conocidas como Taser se reabrió después de que un agente abriera fuego con su arma reglamentaria contra un hombre que vive en la calle que, según la versión oficial, intentó agredir al policía con un cuchillo. Días después, una votación para dotar de pistolas eléctricas al cuerpo, promovida por Junts per Catalunya y el PP, fue rechazada por el resto de grupos.

FORMACIÓN EN L'HOSPITALET

L'Hospitalet de Llobregat (269.382 habitantes), la segunda ciudad en Cataluña, dispone de dos pistolas Taser. El cuerpo tiene voluntad de impartir en sus 350 agentes formación para poder usar los dipositivos conductores de energía (DCE), como las llaman el Síndic y los Mossos. El municipio mantiene contactos con la Escuela Policía de Cataluña (donde se forman los agentes de la policía de la Generalitat y de los cuerpos locales) para homologar las titulaciones. Hasta la fecha, las armas no están en funcionamiento.

 

Agentes de la policía de l'Hospitalet durante el estado de alarma / @ManuGon89977609

Agentes de la policía de l'Hospitalet durante el estado de alarma / @ManuGon89977609


El protocolo del Departamento de Interior especifica que la pistola se puede usar cuando existe un riesgo concreto e inmediato para la vida de terceras personas o agentes, para la integridad física de terceras personas o de los agentes, un riesgo contra las "cosas" que puedan conllevar un riesgo grave para la seguridad ciudadana y un riesgo para la propia vida de la persona (intentos de suicidio). Algunas actuaciones han despertado el recelo de entidades en defensa de los derechos humanos y algunos partidos. El último polémico caso tuvo lugar en Sabadell cuando una chica sufrió la descarga eléctrica delante de un centro sanitario.

EN BADALONA, ELIMINADA

En Badalona (223.166 habitantes) ocurre algo parecido. Disponen de una pistola marca Taser aunque no está en funcionamiento. El gobierno de izquierdas de Guanyem Badalona (2015-2019) eliminó la pistola coincidiendo con la disolución de la Unidad Omega (unidad antidisturbios). El dispositivo está fuera de servicio y guardado en la caja fuerte de la comisaría. El municipio tenía otra pistola que desapareció hace más de seis años. Se abrió un expediente, pero no se supo nada más sobre este dispositivo.

El Síndic de Greuges emplaza a las policías locales a no usar el dispositivo hasta que no se cumplan las condiciones del nuevo protocolo aprobado por Interior y que se haya superado con éxito la formación que imparte la Escuela de Policía. También recomienda que los vigilantes abandonen el uso de las pistolas eléctricas. El informe del defensor del pueblo concluye que 33 policías locales catalanas disponen de esta pistola.

50.000 VOLTIOS

Santa Coloma de Gramenet (120.443 personas) no se plantea usar la arma eléctrica, que descarga unos 50.000 voltios sobre la persona. Fuentes municipales señalan que no está sobre la mesa esa posibilidad y que no ningún partido ha abierto el debate.

Policías de Santa Coloma de Gramenet, en una imagen durante la pandemia 

Policías de Santa Coloma de Gramenet, en una imagen durante la pandemia 



 

Cornellá de Llobregat (89.936 ciudadanos) ha incorporado recientemente seis unidades, una de las ciudades con más pistolas eléctricas. Tampoco las usan porque están pendientes de que sus mandas realicen la formación necesaria. Por el mismo motivo tampoco están en servicio las dos unidades que Castelldefels  (67.004 habitantes) compró en 2019. Espluges de Llobregat no considera necesario tener una porque los Mossos d'Esquadra de la unidad policial de la zona ya tiene una.

LA DECISIÓN DE RIPOLLET

Otro Ayuntamiento que mantiene sus dispositivos en un cajón es Sant Adrià de Besòs (37.447 habitantes). En 2017 adquirió dos pistolas, pero el alcalde decidió que no se pusieran el servicio. En Sant Feliu de Llobregat (44.474 habitantes) tienen una pistola desde 2007 aunque tampoco la usan. Desde entonces, está ubicada en un armero, sin desembalar.

Ripollet (39.179 habitantes) dispone de una unidad que dejó de usarla hace cuatro años. De momento, no tienen previsto usarla. Castellbisbal (12.539 vecinos) es otra de la ciudad el AMB que tiene pistola sin usarla. En Montgat (12-041 habitantes) tienen una y no se usa.