Una mujer de 91 años, cara a cara con tres ladrones en su dormitorio

Marina Gimeno no olvidará fácilmente el 31 de diciembre de 2020. Como el resto de barceloneses, seguramente tenía prisa por dar carpetazo a un año dramático. Pero esta vecina de la Barceloneta, de 91 años, terminó el año con un tremendo susto cuando se encontró cara a cara con tres ladrones en el dormitorio de su piso de la calle del Mar.

No madrugaron demasiado los tres rufianes que decidieron asaltar el domicilio de Gimeno. Pocos minutos antes de las 08:00 horas, los intrusos se colaban en el apartamento por un balcón. Robaron 500 euros en efectivos, joyas y algunas cadenas, según explica Marina Rumeu, su hija. Este viernes han denunciado el robo a los Mossos d'Esquadra.

HUIDA

Tras echar mano de cualquier objeto de valor que se encontraron a su alcance en diferentes rincones del apartamento, se dirigieron a la habitación de la víctima. Cuando inspeccionaron la mesita de noche, Gimena abrió los ojos y vio una figura agachada a escasos centímetros de su cara. "¡¿Qué estáis haciendo, qué estáis haciendo?!", les gritó. Huyeron de la habitación corriendo y salieron del piso por la puerta principal.

Los ladrones accedieron al 1r piso de la mujer por el balcón que da al paseo Joan de Borbó, la céntrica avenida del barrio por la que cada día pasan centenares de personas. Con la persiana medio bajada, Gimeno apenas pudo distinguir la fisionomía de sus atracadores. El susto que se llevó solo le permitió recordar que uno llevaba gorra y un chaquetón.

SEGUNDO ROBO

Es la segunda vez que roban en su casa en cinco años. En la primera ocasión, mientras compraba en el mercado, los ladrones entraron por la puerta después de hacer un agujero en la parte inferior de la misma. Eran las 12:00 horas y los asaltantes se introdujeron en el domicilio arrastrándose por el suelo. En esa ocasión se llevaron la mayoría de las joyas. El pasado 31 de diciembre, le robaron casi todas las que le quedaban.

Rumeu cuenta que su madre está "bien" aunque el miedo le empuja a cerrarse por dentro durante el día. "Cuando escucha cualquier ruido piensa que hay alguien merodeando", explica la hija.