La polémica casa okupa, en una imagen tomada este miércoles 27 de mayo / METRÓPOLI ABIERTA

La polémica casa okupa, en una imagen tomada este miércoles 27 de mayo / METRÓPOLI ABIERTA

Sucesos

Un imán de Trinitat Vella media en el conflicto con los okupas

Un grupo de jóvenes extranjeros pidió perdón delante del religioso y prometieron no volver a robar

29 mayo, 2020 00:00

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La convivencia en Trinitat Vella "se ha roto". Es la conclusión a la que llega una conocida vecina que pertenece a una de las 38 entidades que forman el fuerte tejido asociativo de este barrio del distrito de Sant Andreu. La mecha estalló el pasado viernes, cuando un grupo de vecinos intentaron desalojar por la fuerza a unos jóvenes okupas a quienes acusan de diversos robos en la calle, comercios y de provocar peleas. El conflicto ha llegado hasta la mezquita de un imán del barrio que ahora intenta poner paz. 

En la casa de la calle del Turó de la Trinitat, enfrente de la plaza de la Trinitat, viven ahora unas cinco personas. Antes de la pandemia llegaron a vivir más de una decena. El pasado viernes 22 de mayo, una agresión de uno de los inquilinos a una chica de etnia gitana desató la ira de la familia que se enfrentó a los okupas e intentó quemar la vivienda.

ACUSACIONES DE RACISMO

Los agentes antidisturbios de los Mossos d'Esquadra se desplegaron para evitar malos mayores. La tensión subió de tono cuando apareció un grupo de personas de la Xarxa de Suport Mutu del barrio, una de las redes vecinales que han surgido en Barcelona para alimentar a las familias golpeadas por la crisis sanitaria, y desafiaron a los vecinos acsuándolos de "racistas".

trinitat vella

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Protesta el pasado domingo en Trinitat Vella contra los jóvenes okupas / XARXA SUPORT MUTU

"Este es un barrio acogedor, no somos racistas. Nos dicen que somos de Vox y no tienen razón", insiste una líder vecinal. Cuatro entidades del barrio (Coordinadora Trinitat Vella, Triniteiros, Grup de Dones y la Asociación de Vecinos de Trinitat Vella) acudieron a un imán para intentar hablar con estos jóvenes extranjeros. El martes, algunos miembros de estas entidades, acompañados por Guardia Urbana, Mossos d'Esquadra y representantes de los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Barcelona entraron en la casa okupa.

ENCUENTRO CON MOSSOS Y URBANA

El encuentro duró casi una hora y, según cuenta una vecina, los chicos negaron haber robado nada. En la calle, muchos vecinos están convencidos de que están detrás de numerosos robos a gente mayores y de alguna farmacia. "Esperan a los ancianos a que saquen dinero, les dan un estirón y salen corriendo", explica un vecino. Otro hombre añade que también arrancan cadenas que cuelgan del cuello de personas de edad avanzada.

En la reunión con la administración y representantes vecinales, uno de los chicos, de 19 años, extutelado por la Generalitat, relató que al cumplir los 18 años se vio en la calle, sin casa, comida ni a donde ir. La Direcció General d'Atenció a la Infància i a l'Adolescència (DGAIA) acoge a los menores españoles desamparados y a aquellos inmigrantes que han llegado a España solos, sin padres, como el caso de estos jóvenes, hasta que cumplen la mayoría de edad. Entonces disponen de ayudas económicas en función del tiempo que han sido acogidos por la administración.

PERDÓN

Este miércoles, se reunieron con el imán, quien les pidió que no se metieran en líos y no cometieran delitos. Ante el predicador musulmán, los chicos pidieron perdón y admitieron que robaron cuando dejaron de estar tutelados por el Govern. Según esta misma fuente vecinal, explicaron que lo hicieron porque se vieron "obligados" a hacerlo para comer. En ningún caso admitieron haber robado durante estos meses que han vivido en la casa okupa. Los jóvenes prometieron al líder religioso que no volverían a hacerlo.

Una furgoneta de la Guardia Urbana, este miércoles, delante de la casa okupa / METRÓPOLI ABIERTA

Una furgoneta de la Guardia Urbana, este miércoles, delante de la casa okupa / METRÓPOLI ABIERTA


Un furgón de la Guardia Urbana vigilaba este miércoles la casa okupa / METRÓPOLI ABIERTA
 

Los vecinos aseguran que ha habido "muchas" denuncias en contra de estos chicos durante los últimos meses. "Las peleas y los robos se han multiplicado durante la pandemia", explica esta misma persona. Los datos de las actuaciones de la urbana  (en enero hubo 149, en febrero 139, en marzo 162 y en abril 163) muestran el incremento de los conflictos en Trinitat Vella. Fuentes de la urbana se niegan a confirmar esta información y remiten la pregunta a los mossos.