Jaume Collboni y Ada Colau, máximos responsables del gobierno de Barcelona / EFE

Jaume Collboni y Ada Colau, máximos responsables del gobierno de Barcelona / EFE

Información municipal

El PSC impone la 'pax' en Barcelona a la espera de que Collboni alce el vuelo

Illa equipara sin preeminencias en la ejecutiva a Carlos Prieto y Ferran Pedret, los responsables del PSC en Barcelona

7 enero, 2022 00:00

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Tensión, sin nervios, pero hay que acelerar. Esa es la consigna en el PSC, que afronta un año decisivo en el Ayuntamiento de Barcelona, con la idea de ofrecer una alternativa clara, socialista, a partir del mes de marzo, con la celebración de una convención política que eleve a Jaume Collboni como alcaldable con ciertas garantías de éxito. El primer secretario del PSC, Salvador Illa, ha impuesto una pax en el partido en la capital catalana, con la equiparación en la ejecutiva de los dos pesos pesados en la federación en Barcelona, Carlos Prieto –secretario de organización y subdelegado del Gobierno en Barcelona—y Ferran Pedret, primer secretario del partido en la capital catalana y diputado en el Parlament.

Las visiones son distintas. Prieto, designado como secretario de Acción Electoral del PSC en la ejecutiva de Illa, fue el director de la campaña de Jaume Collboni, y es el secretario de organización de la federación socialista en la ciudad. Prieto, según las fuentes socialistas consultadas, pide un cambio de ritmo, un acelerón, porque los datos, aunque son esperanzadores para el PSC, no garantizan para nada un cambio en el consistorio.

EL MAYOR CONSENSO POSIBLE

Pedret, en cambio, confía en esa convención del mes de marzo, y entiende que la colaboración con los comunes puede ser positiva si se producen algunos cambios, con un acento mayor por parte de los concejales socialistas en políticas más propias del partido, y que han definido toda su historia reciente, como la apuesta sin fisuras por la colaboración público-privada. La cuestión es que Illa, que no ha querido forzar ninguna dinámica interna, ha optado por mantener el mayor consenso posible, con una ejecutiva en la que el peso de Barcelona no es indicativo.

Jaume Collboni, segundo por la izquierda, en el VI Summit Barcelona Oberta / MA

Jaume Collboni, segundo por la izquierda, en el VI Summit Barcelona Oberta / MA

Illa sí ha elevado a Collboni como viceprimer secretario, pero junto a otros dirigentes, como Meritxell Batet –la presidenta del Congreso--, Lluïsa Moret, alcaldesa de Sant Boi de Llobregat; Marta Farrés, alcaldesa de Sabadell y Alicia Romero, portavoz del PSC en el Parlament. Eso constata la apuesta clara por Collboni, pero, ¿quién rige los destinos en la política interna de Barcelona, y cómo se fuerza la máquina para que el partido entre en el cuerpo a cuerpo con los adversarios electorales sin perjudicar a los concejales que forman parte del equipo de gobierno del Ayuntamiento?

Eso es, precisamente, lo que se debate internamente, con propuestas que pueden resultar decisivas como el encargo de una encuesta cualitativa para conocer con cierto detalle todas las posibilidades de Collboni como futuro alcalde de Barcelona.

LA PEOR NOTA A TODO EL GOBIERNO MUNICIPAL

El barómetro del Ayuntamiento, que da la victoria a Ada Colau, ha sido respondido con las grietas que se considera que ofrece la encuesta: una sobrerrepresentación del voto a los comunes, pero inquieta que el voto directo al PSC se haya quedado en tercera posición, muy lejos de los comunes, y por detrás de ERC. Sí se destaca que Collboni sea el segundo candidato mejor valorado, tras Ernest Maragall, pero el PSC entiende que hace falta algo más, que es necesario a lo largo de ese año que se constate que los socialistas quieren y pueden ganar la alcaldía de Barcelona.

Ferran Pedret, primer secretario del PSC de Barcelona, en la entrevista con 'Metrópoli' / MA

Ferran Pedret, primer secretario del PSC de Barcelona, en la entrevista con 'Metrópoli' / MA

Una de las cuestiones que preocupa es la valoración del gobierno municipal. No solo está Colau al frente, y los adversarios políticos lo pueden utilizar en los próximos meses. Es también la parte socialista del gobierno la que se ve afectada. El 49,4% de los entrevistados considera mala o muy mala la gestión de la ciudad, según el barómetro. Y esa es la peor nota de un ejecutivo del Ayuntamiento de Barcelona desde 2004, que fue el momento en el que se comenzó a realizar barómetros.

DEMOSTRAR QUE SE QUIERE LA ALCALDÍA

Otros equipos municipales recibieron malas notas, pero no hasta ese punto. Con Joan Clos, la valoración negativa alcanzó el 41,1%; con Jordi Hereu, el 45,4%, y con Xavier Trias el 32,1%. Eso implica que Collboni, si no desea verse ‘contaminado’ por esas valoraciones debe marcar distancias con los comunes. Pero, ¿cómo y hasta qué nivel?

Eso se discute en el seno del PSC de Barcelona, con Salvador Illa amparando, pero vigilando todas las operaciones. Entre Pedret y Prieto, y con Collboni como gran responsable, el PSC comienza el año con una tarea muy concreta: mostrar a la ciudadanía que hay proyecto y que se puede dirigir la ciudad con la vara de mando del alcalde, no como socio minoritario de otros u otras.