Fotomontaje donde aparece Ada Colau y al fondo pisos sociales de Barcelona / METRÓPOLI

Fotomontaje donde aparece Ada Colau y al fondo pisos sociales de Barcelona / METRÓPOLI

Gran Barcelona

Los 4.500 pisos sociales (con ayuda privada) que Colau frenó y ahora presenta a bombo y platillo

Este viernes se constituye la empresa mixta que se ideó en el AMB con Trias y Balmón y que los comunes boicotearon en 2015

5 noviembre, 2021 00:00

Ada Colau dará este viernes una buena noticia para la ciudad y su área metropolitana. Presentará (al fin) la empresa público-privada Habitatge Metròpolis Barcelona (HMB), participada por el AMB (25%), el Ayuntamiento de Barcelona (25%) y las firmas Cevasa-Neinor (50%). Esta compañía mixta construirá 4.500 pisos de alquiler asequible en la ciudad y su área metropolitana.

Colau lo presentará a bombo y platillo en el Saló de Cent, la sala noble del Ayuntamiento de Barcelona, donde previsiblemente presumirá de su política de vivienda. Sin embargo, la verdad es más amarga y retorcida. "De no ser por Colau, mañana se estarían entregando las llaves de los pisos en vez de anunciando la constitución de Habitatge Metròpolis Barcelona", señala una fuente cercana al operador mixto. Y es que la alcadesa de Barcelona y presidenta del AMB se opuso en un inicio a la creación de la empresa público-privada que finalmente construirá las viviendas. La hemeroteca lo demuestra y fuentes conocedoras dan fe de ello a este medio. 

UNA IDEA DE TRIAS Y BALMÓN BOICOTEADA POR COLAU

Los primeros cimientos de la constitución de Habitatge Metròpolis Barcelona vienen de lejos. Antes de que Colau accediera al poder. En concreto, la idea se coció en el AMB bajo la presidencia de Xavier Trias, en 2013/2014, junto con Antonio Balmón (PSC). Unos años duros, cuando más se notaban los efectos de la crisis inmobiliaria, con cientos de desahucios diarios. También cuando la líder de los comunes tejía su fama como dirigente de la PAH. 

En aquél entonces, la entidad supramunicipal encargó diversos estudios para llevar a cabo un ambicioso plan de pisos protegidos en diversos municipios del área metropolitana. Todo ello con la participación del sector privado, quien debía aportar el músculo financiero que permitiera construir miles de domicilios de forma rápida, mientras el sector público pondría el suelo. El plan ya estaba ideado en 2015, cuando Colau accedió a la alcaldía y la presidencia del AMB. Los promotores del plan toparon entonces con las reticencias de la alcaldesa. A ella y los suyos les desagradaba construir edificios junto al sector privado. La idea quedó congelada dos años. 

UN PRIMER CONCURSO FRACASADO

Mientras, los comunes experimentaban serias dificultades para cumplir con sus promesas electorales en entregar pisos sociales. Colau llegó a la alcaldía de Barcelona con la promesa de construir 4.000 pisos públicos en su primer mandato. Al final de su mandato, solo se habían terminado 800 viviendas municipales.

En 2017, rescataron el plan de constituir un operador público-privado, aunque todavía con recelos sobre la parte privada. Impusieron un pliego de condiciones "tan duro" para la entrada de un privado que fracasaron. En el primer concurso, nadie se presentó y la licitación quedó desierta.

En el segundo mandato de Ada Colau en el Ayuntamiento y el AMB "los comunes maduraron --según fuentes del sector-- y comprendieron la necesidad de tejer alianzas con el sector privado". El ente supramunicipal rehízo los pliegos del concurso para Habitatge Metròpolis Barcelona con mejores condiciones para la entrada de un operador privado.

UNA MEDALLA 'ROBADA'

En mayo de 2021, una Unión Temporal de Empresas (UTE) de Cevasa y Neinor ganó el primer gran concurso de vivienda pública para alquiler. Seis meses después, se constituirá la empresa mixta Habitatge Metròpolis Barcelona para dar paso a la construcción de 4.500 pisos sociales. Todo un hito para la ciudad y su área metropolitana. "Una buena noticia, aunque se la apropiará justamente quien menos se lo merece", indican las mismas fuentes.

Si en un inicio los comunes hubieran comprado un proyecto que se encontraron sobre la mesa del AMB, "ahora se estarían dando las llaves de las viviendas". Pero no fue así. Era la etapa más ideológica de BComú, cuando en el partido no querían oir hablar sobre colaboración público-privada. "Boicotearon el plan de convergentes y socialistas desde el inicio, y seis años más tarde nos encontramos con la alcaldesa colgándose la medalla para presentar vivienda social cuando acabe su segundo mandato", recuerdan fuentes del sector.