Nuevas restricciones al coche: los de la etiqueta B y C tendrán más difícil circular por Barcelona

El Gobierno ha abierto el periodo de información pública del proyecto de Real Decreto que regula las Zonas de Bajas Emisiones. Una norma que afectará a Barcelona, así como otros 150 núcleos de toda España, y que impondrá nuevas restricciones a los vehículos con etiquetas B y C.

A pesar de que inicialmente la ZBE iba a estar enfocada a los vehículos sin etiqueta, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico plantea que las restricciones afecten también de forma paulatina a los vehículos con etiqueta B –amarilla– y C –verde–. Esto incluye las ZBE de todos los municipios con más de 100.000 habitantes. Además se impondrá una jerarquia de acceso que relegue al coche y que adapte las ZBE para que sea más cómo ir a pie. Así, la prioridad será del peatón, luego la bici y después el transporte público.

Cartel de la ZBE en la Ronda de Dalt de Barcelona / AJ BCN

MENOS DE CUATRO AÑOS

Sobre las ZBE ya existentes, como la de Barcelona, el Ministerio obligará a que se actualicen y adapten a estas nuevas restricciones en un plazo no superior a cuatro años. Por otro lado, las ZBE que surjan a partir de 2023 también serán revisadas para cuatro años para comprobar que cumplen con la normativa.

Cabe recordar que en 2023 tienen que entrar en marcha las ZBE de todos los municipios de más de 50.000 habitantes, y también de aquellos de más de 20.000 habitantes que concentren los mayores índices de contaminación.

EL SÍNDIC ACUMULA 600 QUEJAS

El síndic de Barcelona, David Bondia, y su antecesora en el cargo, Maria Assumpció Vilà, recibieron el año pasado 362 quejas por la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) de Barcelona, han confirmado a Metrópoli fuentes de la Sindicatura. Desde 2019, las reclamaciones ascienden a casi 600, concretamente 598, en tres años. 

La Sindicatura ha tramitado casos muy graves, entre ellos el de una familia de Benidorm que viajó hasta Barcelona para que un menor de cuatro años, que acabó falleciendo, recibiera tratamiento oncológico; el de una mujer con movilidad reducida que fue multada por un error de lectura de la matrícula, y el de un transportista que no estaba inscrito en el registro de vehículos homologados para servicios especiales y que, por tanto, no podía trabajar. Todas estas situaciones se pueden consultar en el informe del síndic [ver aquí, entre las páginas 74 y 78].