Motos aparcadas en Barcelona / MA

Motos aparcadas en Barcelona / MA

Movilidad

Los motoristas se organizan contra el 'apartheid' en Barcelona

La plataforma Motoristes BCN quiere soluciones y que cesen las hostilidades contra un colectivo formado por más de 300.000 personas en la ciudad

10 junio, 2020 00:00

Noticias relacionadas

Los motoristas se sienten marginados. Discriminados. La nueva movilidad que impulsa el gobierno de Ada Colau y Jaume Collboni desagrada al sector de la moto, que se posiciona como una solución y no como un problema para la convivencia en las calles de Barcelona.

Los motards, un colectivo caracterizado por su cohesión interna, empiezan a organizarse para ganar la batalla del relato contra el Gobierno municipal y, especialmente, contra los comunes, quienes han intensificado su cruzada contra las motos. 

ADAPTACIÓN A LA NUEVA MOVILIDAD

A finales de mayo se dio a conocer la plataforma Motoristes BCN, cuyo objetivo es presionar a las autoridades locales para que atiendan sus reclamaciones. Sus impulsores, dos jóvenes barceloneses, recalcan que no buscan notoriedad ni protagonismo. 

Aseguran que solo buscan una solución al conflicto, mientras recuerdan que en Barcelona hay casi 300.000 motos censadas. Y añaden que diariamente circulan unas 500.000 en la capital catalana, una de las grandes capitales europeas de la moto. Según ellos, estos vehículos encajan perfectamente en la nueva movilidad, pues descongestionan el tráfico y se pueden adaptar a la reducción de velocidad y de carriles.

PERSECUCIÓN DURANTE EL CORONAVIRUS

Desde Motoristes BCN explican que la venta de motos “había subido antes del coronavirus” gracias, en parte, al éxito del motosharing. Cuando uno prueba las ventajas de conducir en moto por Barcelona se compra una, aseguran.

Las buenas cifras de la industria del motor contrasta con las trabas municipales “y la pérdida de 43.000 metros cuadrados de aparcamiento para motos”. Otro hecho preocupante es que "se multaran motos en la fase cero del coronavirus", según ellos. Las sanciones generaron tanto malestar entre el colectivo que en unas pocas semanas Motoristes BCN reunió más de 5.000 firmas contra estas multas.

Motos aparcadas en Gràcia / EUROPA PRESS

Motos aparcadas en Gràcia / EUROPA PRESS

Los impulsores de la plataforma ven mala fe en la forma de obrar del consistorio durante estos meses. "Están aprovechando la covid-19 para acabar de rematar la persecución a la moto. Queremos soluciones, no imposiciones”, añaden sus portavoces. 

CONTAMINACIÓN

El Ayuntamiento de Barcelona ha intensificado su campaña para multar las motos mal aparcadas. Rosa Alarcón, concejal de movilidad, asumió al mismo tiempo que no había plazas suficientes pero no aportó ninguna solución o remedio. Y los motoristas insisten en que aparcan las motos en doble fila “para evitar robos”. “Necesitamos anclajes en la calle”, remarcan.

En Gràcia y Sants, por ejemplo, las motos tienen muchos problemas para estacionar correctamente. La normativa les obliga a aparcar en acercas con más de tres metros de ancho y en Motoristes BCN piden, por ejemplo, aparcamientos flexibles en Barcelona “por 10 euros al mes”. ¿Qué opinan sobre la idea de crear una zona azul para motos, tal y como estudia el Ayuntamiento? "Castigaría a las clases más humildes. Quien tenga dinero podrá seguir contaminando, ¿esta es la postura que se quiere?", destacan.

Desde Motoristes BCN también abordan el problema de la contaminación. Afirman que las motos actuales “contaminan un 30% menos” que las tradicionales y deslizan que “el aire que se respira dentro del metro es peor que el de la calle”.

"SIN ALTERNATIVAS"

Otro argumento que emplean para defender el uso de la moto radica en el ahorro de tiempo --los desplazamientos son más rápidos-- y la conciliación familiar. “Colau ha creado un problema donde no lo había. En Barcelona hay más motos hoy que en 2015 porque no hay alternativas válidas. El metro sigue teniendo deficiencias y la red de buses también”, inciden.

Las motos ganan adeptos, pero también tienen detractores, más allá del gobierno municipal. Algunas conductas incívicas penalizan al colectivo y ellos hacen autocrítica. “Es cierto que se cometen infracciones, como circular por la acerca con el motor encendido. Hay que denunciar estas prácticas, pero es mucho más habitual que una bicicleta se salte un semáforo en rojo. Cualquier ciudadano puede denunciar a un motorista porque tiene una matrícula, pero no pasa lo mismo con las bicis o los patinetes”, lamentan.

ATAQUES A SUS REDES SOCIALES

El futuro pasa, según fuentes del sector, por la moto eléctrica. Los portavoces de Motoristes BCN, sin embargo, recuerdan que los grandes fabricantes, Honda, Yamaha, Suzuki y Kawasaki, todavía no han hecho el cambio de chip.

Respecto a los contactos políticos, hasta ahora nadie del Ayuntamiento les ha recibido. Esperan un encuentro con Rosa Alarcón, Janet Sanz o Eloi Badia, pero no han recibido ningún imput al respecto. Sí han tenido contactos con Francina Valls, de Junts per Catalunya, Óscar Ramírez, del PP, así como representantes de Cs y Barcelona pel Canvi, a la espera de dar visibilidad a sus propuestas. Pero su trayecto está lleno de baches. Aseguran que reciben ataques constantes en sus redes sociales, pero prefieren no señalar a nadie. De momento su prioridad pasa por acumular fuerzas; luego ya se verá.