Los animalistas del Pacma han llenado la plaza Sant Jaume / J.S.

Los animalistas del Pacma han llenado la plaza Sant Jaume / J.S.

Información municipal

El PACMA saca rédito electoral con la muerte de la perra Sota

El partido de los animalistas y colectivos antisistema son los que provocaron alborotos callejeros

26 diciembre, 2018 11:43

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El Partido Animalista contar el Maltrato Animal (Pacma) ha sido el gran beneficiado por el insólito suceso de un desalojo que acabó con la muerte de la perrita Sota abatida por los disparos de un agente de la Guardia Urbana. Según fuentes municipales, las manifestaciones y las sonoras protestas que han tenido lugar en Barcelona durante los últimos días han sido convocadas por dos colectivos: los antisistema y el PACMA.

“En las últimas elecciones municipales, los animalistas se quedaron a una décima de obtener representación en el Ayuntamiento. Ahora, con este suceso, han visto que era su oportunidad y han comenzado ya su campaña electoral”, explican a Metrópoli Abierta fuentes del consistorio. En las elecciones municipales del 2015, el PACMA obtuvo un total de 5.748 votos, situándose después de la CUP, aunque a una distancia considerable, ya que los cupaires sacaron casi 52.000 votos.

El caso de Sota, sin embargo, ha dado una nueva oportunidad a los animalistas para hacerse oír. “Es cierto que hay que confirmar la versión del agente, pero el alboroto que se ha creado en torno a este caso tiene mucho de artificial. La intensa campaña iniciada en las redes sociales criminaliza a los urbanos y no podemos tomarla en consideración.  Lo cierto es que en las redes sociales, a los agentes ya se les ha juzgado. Pero habrá que ver en qué acaba después del expediente abierto”, admiten las fuentes consultadas.

Desde la Administración local también se critica el hecho de que se hayan hecho públicos el nombre y los datos personales del guardia urbano que disparó a la perrita. ¿De dónde han salido esos datos? ¿Cómo se han filtrado? ¿Quién ha tenido interés en divulgarlos? Estas son preguntas que nos debemos de hacer y que quizá merezcan una investigación interna”, subrayan las fuentes.

ENTRAN EN ESCENA LOS ANTISISTEMA

Según explican, “los antisistema han tenido ahora la oportunidad de golpear a la Guardia Urbana, que es su gran enemiga, y no la han desaprovechado. Ellos son los que impulsaron la gran campaña de protesta y los que han querido sacar réditos de la situación. Pero no hay que olvidar que el suceso sirve también para movilizar a los animalistas e iniciar la campaña electoral, porque en mayo hay elecciones”.

El pasado sábado, una manifestación a la que asistieron unas 3.500 personas en la plaza de Sant Jaume. Luego, otra concentración de un par de centenares de personas acabó en disturbios callejeros con un contenedor quemado cerca de la plaza de Espanya, lugar donde ocurrió la muerte del animal.

En opinión de las fuentes, la alcaldesa, Ada Colau, que en un primer momento reclamó calma y abogó por la presunción de inocencia del guardia urbano “no lo ha hecho mal”. Lamentan la irrupción del teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, que desde un primer momento se situó al lado de los que piden la criminalización del guardia urbano, pero justifican la postura de Ada Colau.

ACTUACIONES SOSPECHOSAS DE UN URBANO

“Lo primero que ha de verse es si el perro, verdaderamente, se abalanzó contra el guardia urbano y las circunstancias en que se produjo este ataque. Luego, habrá que conocer si hubo proporcionalidad entre el ataque del perro y la reacción del agente. Y, por último. Extraer conclusiones y saber con exactitud si la actuación fue la correcta”. Pisarello –y luego Colau- pidieron la colaboración ciudadana para esclarecer los hechos. La alcaldesa llegó a afirmar que la muerte de la perra “ha sido un hecho horrible. Nos ha dejado imágenes de una tristeza infinita. Vamos a hacer todo lo que esté en nuestras manos para esclarecer qué ocurrió”.

Desde la oposición, se prefiere la discreción, ya que “no se puede culpar de buenas y primeras a la Guardia Urbana. Habrá que ver qué es lo que ha pasado y obrar en consecuencia”.

De todos modos, reconocen que uno de los agentes que intervino en el suceso ya ha tenido algunos altercados en detenciones que ha realizado y en las que hubo altercados. “Con esos antecedentes, lo mejor es ser muy cauto y esperar a ver qué ha pasado y si hay vídeos de la actuación para determinar si el agente actuó con proporcionalidad o se extralimitó”, admiten las mismas fuentes a este diario.