La líder de BComú, Ada Colau, junto a la candidata de la CUP en Barcelona, Anna Saliente / FOTOMONTAJE MA

La líder de BComú, Ada Colau, junto a la candidata de la CUP en Barcelona, Anna Saliente / FOTOMONTAJE MA

Información municipal

Colau y la CUP inician su romance antes de las elecciones

Ambas formaciones sintonizan más que nunca y abren la puerta a un pacto postelectoral

15 mayo, 2019 00:00

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La CUP y los comunes han mantenido una relación de amor y odio durante los cuatro años que ha durado el mandato de Ada Colau. En ocasiones, los anticapitalistas han votado a favor de determinadas iniciativas del gobierno municipal, aunque estos apoyos han sido exiguos y se han producido a cuentagotas. Así lo ha percibido la alcaldesa, que ha recordado este martes que la CUP de Barcelona "siempre ha dicho que no querían saber nada de formar parte del gobierno". "Siempre han mantenido posiciones de máximos inasumibles”, ha manifestado.

Sin embargo, algo cambió en la formación antisistema a finales de 2018, cuando su relación con los comunes dio un giro de 180 grados y pasaron a apoyar gran parte de los últimos proyectos del Ejecutivo local. El cambio de actitud era evidente. Tanto es así que llegó a levantar suspicacias en determinados espacios de la izquierda independentista, que recelaban de un posible pacto postelectoral de cara al siguiente mandato con los comunes.

PACTO DE GOBIERNO

Dicho y hecho. El acercamiento entre ambas formaciones de izquierdas es ya una realidad. En el debate entre candidatos organizado por Betevé, la cabeza de lista de la CUP, Anna Saliente, no descartó un futuro pacto de gobierno con Barcelona en Comú y aseguró que esta vez tienen la intención de ser “claves en la gobernabilidad” de la ciudad.

Dos días después, la CUP se ratificó en su postura de asumir responsabilidades para ser "más útiles” a la hora de avanzar en la aplicación de su programa. Es decir, mano tendida a BComú, siempre y cuando se profundice en las políticas de izquierdas de la ciudad.

COLAU RECOGE EL GUANTE

Colau no tardó en recoger el guante de los anticapitalistas. Ayer, la candidata de BComú calificó de “buena noticia” las nuevas intenciones de la CUP y su tono más conciliador. "Siempre será una buena noticia que las fuerzas progresistas se quieran implicar más en el Gobierno municipal que nosotros queremos liderar”, dijo frente a los medios.

Asimismo, describió como un avance que la CUP esté dispuesta a "asumir las complejidades, las contradicciones y la corresponsabilidad para hacer todo lo que se pueda para mejorar la vida de la gente".

¿TRIPLE ACUERDO CON ERC?

La buena sintonía entre Colau y la nueva candidata de la CUP, Anna Saliente, contrasta con la del anterior mandato. Y ello a pesar de que Saliente pertenece a la corriente interna más radical de la CUP, Endavant, la misma en la que se encuentra su antecesora, Maria Rovira, o Anna Gabriel, entre otros. 

Este acercamiento entre ambas formaciones facilitaría, a su vez, un acuerdo con ERC. "No nos cansamos de tender la mano a las fuerzas progresistas", señaló Colau, consciente de que la clave del próximo mandato serán las posibilidades de llegar a pactos postelectorales. A estas alturas, lo único que podría acabar con el nuevo socio de los comunes son los votos, pues algunas encuestas dejan sin representación a la CUP del consistorio barcelonés.