Ada Colau durante su toma de posesión como alcaldesa de Barcelona / EFE

Ada Colau durante su toma de posesión como alcaldesa de Barcelona / EFE

Información municipal

Los grandes fracasos de la gestión de Colau (II)

Segunda entrega del análisis de 'Metropoli Abierta' sobre los temas que más han condicionado el mandato de la alcaldesa

23 mayo, 2019 00:01

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El próximo 26 de mayo acaba el primer mandato de Ada Colau. Tras cuatro años de gobierno, toca hacer balance de la gestión de la alcaldesa al frente del segundo mayor Ayuntamiento de España. Metrópoli Abierta, diario líder en información municipal y con especial interés sobre todo lo que acontece en Barcelona, analiza los temas que más han marcado este mandato.

En la anterior entrega, Metrópoli Abierta puso el foco sobre la inseguridad --una de las mayores preocupaciones de los barceloneses--, el top manta, la vivienda, el conflicto de las terrazas y la moratoria hotelera. En este segundo artículo, se abordan otras cuestiones que también han tenido una especial relevancia en estos cuatro años de gobierno de los comunes. ¿Por qué han habido tantas huelgas en el metro? ¿Qué ha sido de la unión del tranvía? ¿Cómo ha quedado el proyecto de la funeraria pública? Éstas y otras cuestiones son analizadas a continuación.

CONEXIÓN DEL TRANVÍA

Una de las promesas que llevaba Barcelona en Comú en su programa electoral de 2015 era la unión del tranvía por la Diagonal. Como en tantos otros proyectos, sus planes no se han materializado y se han reducido a una simple declaración de intenciones.

La unión del tranvía ha fracasado debido a la falta de apoyos del resto de grupos municipales. En abril de 2018, el pleno tumbó la propuesta del gobierno de Colau. Tras el varapalo, el Ejecutivo local lo volvió a intentar a finales de enero de este año, cuando el proyecto salió adelante con el voto favorable de ERC.

El gobierno de Colau solo vende humo con el tranvía / AJUNTAMENT DE BARCELONA
Tranvía en la Diagonal

Sin embargo, lo hizo sin adjudicar ni presupuesto ni calendario a las obras, por lo que su mandato se ha cerrado sin ningún avance sustancial en esta materia. En realidad, el mayor “logro” del gobierno municipal fue aprobar un documento en el que comunicó formalmente a la Autoritat del Transport Metropolità (ATM) y a la Generalitat que el mejor recorrido para conectar la red de tranvía es por la Diagonal y en superficie, iniciando la actuación en el tramo de Glòries a Verdaguer.

Así pues, la unión del tranvía queda como una asignatura pendiente del próximo gobierno, que podrá decidir si lo tira adelante u opta por otras alternativas, como el refuerzo de las líneas de buses en la Diagonal.

HUELGAS EN EL METRO

Los barceloneses ya están habituados a las huelgas del metro y, sobre todo, a la inacción de Ada Colau. El lunes 20 de mayo, el suburbano sufrió nuevas restricciones por las demandas de los trabajadores, indignados con la respuesta de TMB tras descubrirse más de 200 puntos con amianto. Los tiempos de espera se eternizan y la seguridad en muchos vagones no cumplen los mínimos necesarios. Las anteriores huelgas fueron por el convenio colectivo de los trabajadores.

Hace medio año, TMB reconoció que había 185 elementos con amianto en 125 estaciones de la red subterránea. El pasado abril, un grupo de trabajadores denunció la escasas garantías que tienen de que el procedimiento de retirada del amianto en las estaciones y convoyes se está haciendo de manera segura. La empresa, por ejemplo, se olvidó de retirar las piezas contaminadas que había en la cabina de uno de los trenes que se había sometido a una descontaminación a fondo de piezas de amianto.

Las mafias también hacen negocio en el metro. Los robos y hurtos también se han multiplicado en los últimos meses. Los fines de semana, sobre todo a altas horas de la noche, se viven escenas dantescas y algunos trabajadores de TMB no quieren que sus hijos se desplacen en este medio de transporte.

LA FUNERARIA PÚBLICA

El gobierno municipal estrepitosamente con su proyecto de crear una funeria pública. En el pleno del pasado 27 de febrero, solo los comuns y la CUP votaron a favor. En contra lo hicieron PDeCAT, Ciutadans, PSC y PP, mientras que ERC se abstuvo. La alcaldesa intentó enredar a la oposición con inspecciones a Servicios Funerarios de Barcelona (SFB), dos días antes de la celebración del pleno municipal, con supuestas irregularidades en el proceso de facturación de la empresa, de la que el Ayuntamiento tiene el 15% de las acciones.

Más patética y bochornosa fue la gestión municipal tras el hundimiento de 144 nichos en el cementerio de Montjuïc. La alcaldesa ni tan siquiera escribió un tuit para disculparse. Insuficientes fueron las explicaciones de Eloi Badia, el presidente de Cementiris de Barcelona, empresa 100% municipal, que no asumió responsabilidad alguna.

INCAPACIDAD PARA LLEGAR A ACUERDOS

La falta de capacidad de llegar a consensos ha sido la tónica habitual del mandato y se ha vislumbrado en distintas ocasiones. Junto al tema de los presupuestos, el otro tema en que este aspecto ha quedado patente es la conexión del tranvía por la Diagonal. En el pleno municipal existe desde el primer día del mandato una mayoría clara a favor de la conexión del tranvía por la Diagonal, pero la iniciativa se ha aprobado este enero por la puerta de atrás, a solo cuatro meses de las elecciones, recordó el concejal de ERC, Jordi Coronas en el pleno. La propuesta salió adelante sin proyecto, calendario ni presupuesto.

Ada Colau y Gerardo Pisarello en una imagen de archivo / Ajuntament Barcelona

Ada Colau y Gerardo Pisarello en una imagen de archivo / Ajuntament Barcelona

Ada Colau y Gerardo Pisarello en una imagen de archivo / Ajuntament Barcelona

MALA GESTIÓN ECONÓMICA

Desde el punto de vista económico, la gestión de Colau no ha sido mejor. Las regidoras Carina Mejías (Ciutadans) y Sònia Recasens (Grup Demòcrata) recordaban hace unas semanas que los comuns no han sido capaces de aprobar ningún presupuesto por la vía ordinaria este mandato: este 2019, las cuentas se han prorrogado; en dos ocasiones Colau ha recurrido a la cuestión de confianza (2017 y 2018), y en 2016, el gobierno optó por la prórroga y la modificación de créditos.

La mala gestión económica se ha manifestado también en recortes en proyectos para este año por valor de 118 millones, según denunció la regidora socialista, Montserrat Ballarín. El gobierno municipal jamás ha reconocido en público los recortes, ocasionados por la caída de ingresos, y solo ha hablado de "reprogramaciones puntuales". Sin embargo, este medio desveló en exclusiva los datos de 126 proyectos iniciados en 2018 que no tendrán continuidad este año. El listado aparecía publicado en las páginas 12 y 13 de la Gaseta Municipal.