Ada Colau y Jaume Collboni, en el pacto de gobierno / AGENCIAS

Ada Colau y Jaume Collboni, en el pacto de gobierno / AGENCIAS

Información municipal

El dilema de Collboni, atrapado entre Colau y la ‘alternativa’ de ERC

El PSC de Barcelona confía en mostrar todo el potencial en el último tramo del mandato, pero en el partido hay dudas sobre si se ‘muerde’ lo suficiente para ganar de largo las elecciones

20 noviembre, 2021 00:00

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Terreno propio donde juega a gusto y con temple Jaume Collboni: anuncio de una inversión de 5,5 millones de euros para crear un hub de 2.000 metros cuadrados en Palo Alto para un nuevo laboratorio de industrias creativas. El objetivo es que Barcelona sea la gran referencia del sur de Europa del ámbito tecnológico, de la innovación y del mundo emprendedor. Pero, ¿cómo se ganan las elecciones municipales con margen suficiente para ser el próximo alcalde sin discusión? Ese es el dilema de Collboni, atrapado entre el peso de Colau, como alcaldesa, y la ‘alternativa’ que cree representar ERC, sea con Ernest Maragall o con otro candidato o candidata, aprovechando su momento dulce en la política catalana.

A partir del mes de enero la lucha por la alcaldía de Barcelona se intensificará, aunque los comicios se convocarán en mayo de 2023. Lo que no se haga en el próximo año, sin embargo, no se podrá revertir a pocos meses de los comicios. Jaume Collboni, teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, ha logrado una gran complicidad con los sectores económicos de la ciudad, con los ámbitos más dinámicos, a los que presta atención. Y cuenta con el apoyo de la Federación del PSC de Barcelona, que dirige Ferran Pedret. La estrategia está fijada: “En el último tramo del mandato se verán los frutos de lo que todos los concejales socialistas han hecho desde el inicio, aunque antes habrá que marcar el perfil propio, o, mejor dicho, el propio proyecto político socialista para la ciudad”, señala Pedret a Metrópoli. Ese proyecto se dibujará a partir de una gran conferencia política en marzo de 2022, y justo después del congreso del PSC, convocado para diciembre de 2021.

¿ÚNICA POSIBILIDAD DE CAMBIO?

Y en paralelo, o algo antes, el PSC tiene la intención de contar con una gran encuesta, que deberá marcar el futuro del partido de cara a las elecciones en Barcelona, que se consideran determinantes para poder reorientar las políticas de la ciudad, pero también para encarar una nueva etapa en la política catalana. Esa encuesta marcará el propio futuro de Collboni. El partido en Barcelona está convencido de que la línea es ascendente. Un sondeo de Electomanía, que suele cuadrar sus resultados con el de las grandes empresas demoscópicas, ya deja al PSC en segunda posición, por detrás de ERC y por delante de los comunes de Ada Colau, que quedarían en tercera posición. “Es un clima que percibimos desde el partido”, insiste Pedret, con la idea de pasar por delante, también, de los republicanos.

Jaume Collboni durante su presentación en Palo Alto / METRÓPOLI

Jaume Collboni durante su presentación en Palo Alto / METRÓPOLI

Pero, ¿debe ser esa la actitud de los socialistas, esperar una especie de inercia por la que Collboni aparezca como casi la única posibilidad de cambio en la alcaldía de Barcelona? Falta algo más, mucho más, señalan las fuentes consultadas por Metrópoli, que agrupan a dirigentes socialistas que conocen el pasado y el presente del partido en Barcelona y que echan a faltar una división de papeles que dé margen a Collboni, desde el ámbito institucional, pero sea capaz de “morder” y poner contra las cuerdas, “cuando sea preciso” a la alcaldesa Ada Colau.

LA ESTRATEGIA DE PODEMOS CON SÁNCHEZ

En las grandes decisiones políticas de ciudad, Collboni ha tomado distancia de Colau, pero, ¿de forma trascendente, hasta el punto de inquietar a los comunes? A pesar de defender la ampliación del aeropuerto del Prat, de apostar por proyectos como el museo del Hermitage, de discrepar de un abuso del llamado “urbanismo táctico”, o de criticar el “oportunismo” de Colau con los proyectos de vivienda pública, cuando los había entorpecido en su primer mandato, la figura de Collboni no aparece “como una alternativa rotunda” a Colau. Y no ha habido otros dirigentes locales o ‘nacionales’ del PSC que criticaran con dureza a la alcaldesa u a otros miembros de los comunes. Esa división clásica entre cargos institucionales y cargos de partido –en los que éstos últimos son los que defienden con severidad los postulados ideológicos y la tarea realizada en el pasado– no se produce en el PSC, aunque tampoco en el resto de fuerzas políticas. Es una forma de actuar que ha sido desapareciendo, en beneficio, únicamente, de los cargos que están al frente de las instituciones.

Pedro Sánchez y Jaume Collboni, en un acto en Barcelona / EFE

Pedro Sánchez y Jaume Collboni, en un acto en Barcelona / EFE

En ese terreno surge el debate sobre si continuar o no hasta el final del mandato: “No puede haber una ruptura en el gobierno municipal, pero sí se pueden marcar distancias, como ha hecho Unidas Podemos en Madrid respecto al PSOE. Y, en todo caso, que sean los comunes los que, si se ven muy condicionados, rompan el gobierno”, señalan las mismas fuentes socialistas consultadas. La opción, por tanto, es seguir adelante, aunque con un perfil más marcado, a partir de esa conferencia política de marzo.

LO QUE QUIERE ERC

Collboni mantiene su línea, con una actividad centrada en la recuperación económica de la ciudad y con proyectos que caractericen a Barcelona. Precisamente gracias a esa dinámica, los sectores económicos valoran su figura. “Sabe de lo que habla, escucha y tiene iniciativa”, aseguran, desde foros como Foment del Treball o el Círculo de Economía. Pero, ¿cómo se llega a unas elecciones donde las críticas a Colau serán las críticas a un gobierno municipal en el que el teniente de alcalde se llama Jaume Collboni?

Ernest Maragall y Ester Capella, en el centro, en un acto en la rambla del Raval / CG

Ernest Maragall y Ester Capella, en el centro, en un acto en la rambla del Raval / CG

La ‘alternativa’, que es la baza que quiere presentar Esquerra Repubicana, se ha visto frustrada con la última estrategia del republicano Ernest Maragall. La opción de no apoyar la tramitación de los presupuestos municipales ha quedado herida, porque la mayoría de los comunes y el PSC ha contado con los tres votos de Barcelona pel Canvi, de la concejal Eva Parera. En todo caso, los republicanos marcan una disyuntiva entre Colau y Maragall, o quien, finalmente, sea el candidato de ERC.

¿DECIDE PEDRO SÁNCHEZ?

Para el PSC es una estrategia que hace daño y por eso se constata la necesidad de intensificar una línea propia, ahora con Collboni, y en el último momento, “como hacen todos los partidos políticos profesionales”, con el candidato que en mejor condiciones esté de optar a la victoria: sea Collboni o los nombres que se pongan sobre la mesa. Todo ello desde una premisa en la que se insiste: “Salvador Illa se centra en la política catalana y puede presidir la Generalitat”. Es decir, Illa en el Parlament, y Collboni –u otros nombres– en el Ayuntamiento.

Todo sujeto, sin embargo, a algo que el PSC no puede –ni quiere– evitar. Las relaciones con el PSOE han sido cada vez más estrechas en los últimos años. La contribución del PSC al Gobierno de Pedro Sánchez, o en empresas participadas por el Estado, además, es enorme, con nombres como Miquel Iceta o Raquel Sánchez en el Ejecutivo como ministros, o con Maurici Lucena al frente de Aena, o Raül Blanco, como secretario de Estado de Industria, o Jordi Hereu, al frente de Hispasat. Y eso implica, por tanto, un papel fundamental del propio Sánchez para decidir candidatos como el alcaldable por Barcelona. Eso se admite en el PSC, pero se confía en la dinámica de los últimos meses: “Collboni, con la ayuda del partido, con los frutos que se derivarán del trabajo realizado, tiene todas las opciones de ganar las elecciones”.