Usuarios en la Oficina Virtual de Trámites de Barcelona / AJ BCN

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Información municipal

Deloitte y el Corte Inglés gestionarán los trámites informáticos de Barcelona

El Ayuntamiento firma dos contratos de cuatro millones para implementar una administración local totalmente virtual

10 abril, 2021 00:00

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La multinacional Deloitte Consulting será la responsable de implantar los sistemas informáticos y estabilizar la Oficina Virtual de Trámites (OVT) del Ayuntamiento de Barcelona. El consistorio de la capital catalana le acaba de conceder un contrato de 2,1 millones de euros para ese cometido. Se trata, en definitiva, del sistema de gestión de los procedimientos administrativos de la OVT durante tres años, con opción a prorrogar el contrato un año más. Paralelamente, el Ayuntamiento otorgó otro contrato de 1.972.000 euros a la compañía Inetum España para la implantación de los mismos sistemas en la Gestión de Procedimientos Administrativos (GPA).

Deloitte es una de las principales compañías de consultoría que operan en el mercado. Además de los servicios de auditoría -su principal y primigenia actividad-, ofrece también servicios de consultoría e industriales en distintos sectores, y especialmente para el sector público, una de sus principales fuentes de ingresos. Inetum, por su parte, es una nueva compañía del grupo de El Corte Inglés. El nuevo nombre nació como consecuencia de la fusión entre Informática El Corte Inglés (Iecisa) y GFI el pasado mes de octubre, pasando a conformar un nuevo gigante con 27.000 profesionales y presencia en 26 países.

UN ELEMENTO CENTRAL DE GESTIÓN

La licitación se hizo de tal modo que los dos trabajos no pudiesen ser realizados por la misma compañía ni por distintas compañías pertenecientes al mismo grupo empresarial, ya que así lo especificaba un informe justificativo interno del consistorio barcelonés. “La posibilidad de que un mismo equipo proveedor toque el protocolo por los dos lados (GPA y OVT) puede provocar la perversión del mismo mediante cortocircuitos en este que romperían el modelo original de un modo irreversible, imposibilitando la resolución de incidencias en los dos entornos, provocando cortes de servicio y caídas de los sistemas”.

El Ayuntamiento justifica esa decisión porque considera que ese servicio es de interés público y es altamente crítico, por lo que “es preciso garantizar la total independencia y objetividad de las tareas de uno y otro lote”. La licitación se canalizó a través del Instituto Municipal de Informática (IMI), responsable del mantenimiento y la evolución de las soluciones TIC en la Administración local. Curiosamente, Deloitte se presentó a las dos licitaciones, pero en la puja por GPA realizó una oferta económica anormalmente baja, aunque finalmente fue admitida en el concurso. De hecho, en los criterios de juicios de valor del lote de los servicios de GPA ganó por medio punto a Inetum, pero no podía quedarse con los dos contratos por la prohibición anteriormente citada.

Los dos servicios licitados representan una plataforma virtual que se encarga del registro de los procedimientos administrativos municipales, el sistema de servicios y funciones y el operador genérico de expedientes. Esta plataforma es el elemento central en el que se basa la tramitación de los procedimientos administrativos, es decir, lo que está en juego es la operatividad de la propia Administración.

Un usuario realiza una gestión en una oficina municipal / AJ BCN

Un usuario realiza una gestión en una oficina municipal / AJ BCN


IMPULSO A LA E-ADMINISTRACIÓN

Según las cláusulas de los contratos, el consistorio persigue culminar el plan de transformación digital, basado en 8 ejes principales: transparencia, participación, acceso simplificado, proximidad, consistencia de la información, expediente común, ahorro energético y oficina sin papeles.

Según las prescripciones técnicas, el Ayuntamiento de Barcelona ya dispone de muchas herramientas virtuales, de sede electrónica, de registro telemático y de firma electrónica. También tiene un “uso elevado de certificados digitales y firma electrónica a nivel interno, pero a nivel del ciudadano no se ha avanzado tanto”. La voluntad es “impulsar la movilidad de la e-Administración, tanto a nivel de trámites como a nivel de provisión de identidades digitales basadas en certificados digitales”. Reconoce también que hay una baja utilización de digitalización segura de documentos y que no en todos los expedientes se está implementando la cultura virtual y el expediente electrónico. “Se han hecho pocas actuaciones de gestión del cambio para promover un Ayuntamiento digital. Y hay conciencia de que es preciso avanzar en esta dirección”.

El proceso de implantación de las nuevas herramientas prevé también el apoyo a usuarios. Así, en las cláusulas contractuales se recoge el “apoyo para resolver las consultas e incidencias que aparezcan en los usuarios después de la implantación de cata una de las iteraciones, realizando los ajustes funcionales o técnicos que sean necesarios”.