La perrera de la Guàrdia Urbana, en estado deplorable / CCOO

La perrera de la Guàrdia Urbana, en estado deplorable / CCOO

Información municipal

La perrera de la Guàrdia Urbana, en estado deplorable

El estado de las instalaciones supone un riesgo para la salud de las personas y la atención de los animales es deficiente

5 diciembre, 2018 11:33

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La perrera de la Guàrdia Urbana se encuentra en un estado deplorable. Así lo denuncia el sindicato CCOO, que ha presentado una denuncia ante Inspección de Trabajo. Los delegados del sindicato aseguran que el estado de las instalaciones suponen un riesgo para la salud de las personas y que la atención de los 10 perros policías es deficiente. La perrera se encuentra en la Zona Franca.

CCOO ha hecho público una relación de deficiencias. Según el sindicato, la perrera no dispone del certificado de "núcleo zoológico", obligatorio para espacios con más de cinco perros. Además, en la zona, no se hacen desinfecciones, los excrementos de los animales son eliminados por la alcantarilla corriente, hay hongos en el patio de entrenamiento y en el pipicán y la elevada humedad provoca la proliferación de mosquitos que ponen en peligro la salud de los perros.

SIN ZONA PARA LA ATENCIÓN VETERINARIA

La denuncia ante la inspección de trabajo incluye también que la limpieza no se hace de forma reglada -se utiliza agua y lejía sin los equipos de protección correspondientes-, las mangueras de la limpieza están en contacto con las defecaciones de los animales, las instalaciones carecen de una zona específica para la atención veterinaria y los desagües se encuentran en mal estado.

Otras carencias que según COOO se tienen que mejorar son la deficiente instalación de la iluminación de toda la perrera, dotar al personal de material térmico, poner protección exterior para evitar mordiscos a las personas foráneas, sacar las cajas eléctricas del espacio abierto en el que se encuentran y que suponen un riesgo para los perros, y la mala climatización de la zona.

El delegado sindical de COOO en el Ayuntamiento y agente de la Guàrdia Urbana, Jordi Gallart, ha explicado a Metrópoli Abierta que las instalaciones son relativamente nuevas. "Tienen cinco o seis años. No las construyó una empresa especializada y no se hicieron según la normativa". Gallart ha dicho que antes de poner la denuncia ante la Inspección de Trabajo, las deficiencias se han comunicado en numerosas ocasiones al Ayuntamiento sin que hasta ahora se haya hecho nada, o bien por falta de voluntad o de presupuesto.