Ferran Mascarell, en la sede de Metrópoli Abierta, opina que la ciudad necesita más proyecto y menos asambleísmo / HUGO FERNÁNDEZ

Ferran Mascarell, en la sede de Metrópoli Abierta, opina que la ciudad necesita más proyecto y menos asambleísmo / HUGO FERNÁNDEZ

Información municipal

Mascarell: "BCN necesita más proyectos y menos asambleísmo"

El candidato a la alcaldía no ve el tranvía una prioridad para solucionar la movilidad

29 enero, 2019 18:41

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Ferran Mascarell (Sant Just, 1951) es candidato a la alcaldía de Barcelona. Exconseller de Cultura con Pasqual Maragall, Artur Mas y Carles Puigdemont, se declara independentista tras pasar años en el PSC y en los gobiernos municipales de Maragall y Joan Clos. Gran conocedor de Barcelona y de la ciudad, dice que "el actual Ayuntamiento, el gobierno de Ada Colau, sufre de un exceso de ideología. Ha hecho mucha ideología y poca práctica de gestión urbana. La ciudad necesita más proyectos y gestión y menos asambleísmo".

Exregidor de Gràcia y de Cultura, Mascarell considera que la gestión municipal de estos cuatro años no es buena. "El Ayuntamiento no está bien y no lo están dejando bien". El alcaldable, que por ahora va en solitario pero reclama una lista unitaria independentista, se muestra especialmente preocupado por cómo quedará el Ayuntamiento económicamente. "Será la primera, desde los primeros años de Maragall, que la ciudad tendrá déficit ordinario. Es un síntoma de muy mal gobierno", afirma Mascarell.

RECORTES  

El candidato también se muestra crítico con la opacidad de los comuns con las cuentas municipales. El PSC, lleva meses denunciando recortes por la caída de ingresos, aunque Colau sigue sin reconocerlo abiertamente pese a que decenas de proyectos se paralizarán. Nadie sabe muy cuál es el estado de la situación económica de la ciudad. Y es bastante incomprensible. El Ayuntamiento no invierte tanto", subraya Mascarell, que si gobierna tiene la intención de cambiar toda la estructura municipal. "Es decimonómica. Se trabaja con unos mecanismos que son del siglo XIX, ni siquiera del XX, cuando estamos en el tiempo de la digitalización y de la modernidad tecnológica".

En opinión de Mascarell, una de los máximos responsables de la magnífica red de bibliotecas que tiene la ciudad, Barcelona tiene un problema "de refundación de su propia gobernanza en términos democráticos", un problema de justicia social, es decir de reparto de la riqueza. "Las rentas bajas no pueden ir a parar todas al mismo barrio", y un problema de prosperidad y de bienestar, de calidad del bienestar. "El bienestar ya no se tiene que interpretar como a mediados del siglo XX. Hay una serie de cosas que no están bien resueltas en Barcelona sin las cuales no se puede hablar de bienestar".

Ferran Mascarell no ve el tranvía como una prioridad / HUGO FERNÁNDEZ 

Ferran Mascarell no ve el tranvía como una prioridad / HUGO FERNÁNDEZ 


BAJA CALIDAD DEL TRABAJO

"La primera tiene que ver con el trabajo que se genera en la ciudad. Es un trabajo de muy baja calidad. La segunda tiene que ver con la baja calidad del trabajo y el coste de la vivienda. Si ganas 1.100 euros al mes y pagas 700 de alquiler, no se puede hablar de bienestar. La tercera tiene que ver con la movilidad. Si cada día una persona emplea una hora para entrar y otra para salir de Barcelona no se puede hablar de bienestar. Y la cuarta, la seguridad. La seguridad física, pero también la de la gente mayor que no llega a final de mes".

Los ejes de su programa, que irá detallando las próximas semanas al igual que los nombres que le acompañarán si finalmente concurre en solitario, tienen como objetivo convertir a Barcelona en una ciudad fuerte, que sea "expresión de modernidad, innovación, creatividad y trabajo de calidad. Opina que tiene que ser capital de Catalunya, "con  un proyecto para toda Catalunya. Toda Catalunya es una región metropolitana de Barcelona". Y una capital global. "Barcelona debe tener un proyecto para su área global. Es el centro de un área que engloba a  Burdeos, Mallorca, Zaragoza, Algeciras, Valencia... Había existido un proyecto en el mapa, pero ha desaparecido". "Me presenté porque no había manera de poner encima de la mesa cuáles tienen que ser los grandes ejes de transformación de Barcelona. Si no afrontamos esto, Barcelona no sera una ciudad líder de su propio país o de una región", sostiene.

EL TRANVÍA NO ES URGENTE

Mascarell no cree que el tranvía sea el único problema de movilidad que tiene la ciudad, tampoco el más urgente. "Barcelona tiene un problema que hay que afrontar y es la gente que entra y sale cada día de la ciudad. El principal problema de Barcelona no es el tranvía por la Diagonal sino su sistema integral de movilidad. Hay que buscar la manera para que las personas que viven en Barcelona y trabajan fuera, o al revés, se puedan mover con el mínimo tiempo y la máxima comodidad. En estos ámbitos, Rodalies y Ferrocarrils de la Generalitat son fundamentales. Y dentro de la propia ciudad de Barcelona hay que reforzar algunos ejes, tramos que el metro no resuelve", explica. 

El candidato no se niega a poner en marcha el tranvía si gobierna. "No digo que no, pero los técnicos dicen que el tranvía no es el mejor sistema que podemos poner sobre la mesa en la dinámica interna de la ciudad. Son mejores el metro o los buses eléctricos. No descarto el tranvía, pero focalizar el debate en el tranvía es un retroceso conceptual. Una ciudad líder de Barcelona no puede estar 10 años discutiendo la unión del tranvía por la Diagonal. Todavía no he visto ningún buen estudio de movilidad que explique si se hace el tranvía por el centro qué pasaría".

Sobre inseguridad, con los delitos disparados en la ciudad y la percepción de que es el principal problema según los ciudadanos, Mascarell reconoce que el número de efectivos policiales no es suficiente. "Tiene que existir una plantilla adecuada tanto de Mossos d'Esquadra como de Guàrdia Urbana. Ahora es justa. También tiene que haber una política integrada entre los dos cuerpos". Pero advierte que la inseguridad no es únicamente algo que tenga que ver con los integridad física o los robos. "La mayor inseguridad en Barcelona la genera hoy que te puedan sacar del piso en el que vives. Alguien que lleva toda la vida viviendo en un barrio y de golpe su finca la compra un fondo de inversión que amenaza a los vecinos con echarlos genera inseguridad. No es una inseguridad física, es de otro tipo, pero hay que resolverla".