Janet Sanz, Ada Colau Josep Maria Bartomeu y Jordi Moix, tras la firma del acuerdo / EFE/Alejandro García

Janet Sanz, Ada Colau Josep Maria Bartomeu y Jordi Moix, tras la firma del acuerdo / EFE/Alejandro García

Información municipal

Colau pone el ojo en los alquileres tras el fracaso del tranvía y la multiconsulta

La alcaldesa necesita cumplir alguna de sus promesas ante las elecciones municipales del año que viene

14 abril, 2018 22:06

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A la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, le quedan cada día menos temas que presentar como acción de gobierno de cara a las elecciones municipales del año que viene. Tras el monumental fracaso de la conexión del tranvía por la Diagonal y de la multiconsulta, que habría de ser su tema estrella, el horizonte de actuaciones llevadas a cabo se le quedan en nada. De ahí que en el equipo del consistorio haya caído como agua de mayo el acuerdo con el FC Barcelona para remodelar el entorno del Camp Nou en lo que se conoce como el Espai Barça.

Pero los asesores de Colau ya le han indicado que eso no es suficiente, ya que apenas repercute en la mayoría de los vecinos de la ciudad. “Tiene un cierto impacto porque se trata de un proyecto que el Barça tenía encallado hace años y ahora, por fin, se le ve futuro. Es cierto que como imagen de la ciudad puede representar algo de cara al turismo. Pero afectará muy poco a la ciudad, sólo en un sector del barrio donde se ubica. Eso es una acción más que la alcaldesa intentará vender como fruto de las hábiles negociaciones de su equipo cuando, en realidad, ahí ha habido muchos factores a tener en cuenta y las propias disensiones internas del Ayuntamiento estuvieron a punto de echarlo a pique”, explica a Metrópoli Abierta una fuente de la oposición que prefiere mantener el anonimato.

Desde el Ayuntamiento, en cambio, aseguran que no habido grandes desavenencias dentro de los diferentes equipos, aunque reconocen que sí ha habido “distintas sensibilidades” a la hora de abordar el tema por parte de algunos núcleos del equipo de gobierno.

La líder de Ciudadanos en el consistorio, Carina Mejías, se refirió este jueves al tema, resaltando que la alcaldesa no tuvo más remedio que “desempolvar proyectos abandonados para salvar la legislatura”. Mejías reconoce que el Espai Barça “es un proyecto de transformación que convertirá el espacio en un icono más de Barcelona” y que incluye “mejoras para el barrio y los vecinos, así como la creación de quitamientos, zonas verdes y una mayor conectividad de la ciudad”.

Pero fue el líder del Grup Municipal Demòcrata, Xavier Trias, quien alertó de que “la generosidad del FC Barcelona ha hecho posible el acuerdo”, menospreciando la labor de los técnicos municipales. Trias se pone medallas y alegó que sus aportaciones permitieron mejorar sensiblemente la propuesta inicial, con más zona verde, más carriles de circulación y la reconsideración de la aportación que el club azulgrana había de hacer a la ciudad.

BUSCANDO NUEVOS HORIZONTES

El equipo de la alcaldesa, consciente de que los réditos de esta actuación son escasos y limitados en el tiempo, maquina ya otras líneas de actuación del consistorio, que debe recuperar el terreno perdido durante los últimos tres años. El área donde, previsiblemente, hará más hincapié será el de la vivienda, que en realidad era uno de los temas estrella con que Ada Colau se presentó a las anteriores elecciones.

De momento, aprovechando que el Tribunal Constitucional levantó la suspensión temporal sobre algunos preceptos de la Ley 4/2016 de medidas de protección del derecho a la vivienda de personas en riesgo de exclusión residencial, el consistorio ya se ha puesto en marcha. En base a esta novedad, el consistorio ha reemprendido cinco procesos de expropiación contra el BBVA y la Sareb para hacerse con los inmuebles vacíos propiedad de estas entidades financieras.

Pero eso es sólo el inicio de una alocada carrera por visualizar los esfuerzos del Ayuntamiento para facilitar vivienda social y para consolidarse como el interlocutor válido entre las clases más desfavorecidas y las entidades financieras, símbolo de poder. Ahí, el Ayuntamiento pondrá toda la carne en el asador, para demostrar su empeño en defender a los necesitados y enfrentarse con el poder económico. En el año que queda para las elecciones, las actuaciones en materia de vivienda se dispararán, auguran fuentes municipales.  Los equipos técnicos de la alcaldía han recibido la orden de hacer un seguimiento de los pisos vacíos en la ciudad, que ascienden a un total de 2.021, según el registro que controla la Generalitat.

ZONAS DE ESPECIAL PROTECCIÓN

“Dependiendo de lo que se detecte, se iniciarán procedimientos para facilitar que esas viviendas puedan ser habitadas con alquileres asequibles”, explican fuentes del consistorio. Recuerdan que en los últimos meses ha habido subidas descontroladas de los alquileres que afectan a un segmento importante de ciudadanos. Esta misma semana, responsables de vivienda de las principales ciudades de España apoyaron una proposición de ley presentada en el Congreso para regular los alquileres abusivos y mejorar el acceso a la vivienda.

Una de las próximas iniciativas que podría tomar Colau sería establecer “zonas de especial protección” donde se controlarían los alquileres desde la Administración y se impondrían precios oficiales de referencia. Esa iniciativa, no obstante, tendría que ser aprobada por ley, por lo que el consistorio debe esperar a que el Congreso le dé luz verde… si los partidos mayoritarios la aceptan. La medida puede tener un cierto impacto en Barcelona, ciudad en la que el 30% de la población vive de alquiler. Esas líneas de actuación del consistorio son ya prioritarias, habida cuenta que la paralización de desahucios (la principal promesa electoral) se considera ya una batalla perdida. Para la alcaldía, en estos momentos y trabajando a contrarreloj, los réditos electorales le pueden venir solamente si obtiene alguna victoria palpable en el tema de los alquileres y la cesión de vivienda vacía. A falta de pan, pues, buenas son tortas.