Un grupo de personas cruza un paso de peatones delante de la Sagrada Familia / EFE

Un grupo de personas cruza un paso de peatones delante de la Sagrada Familia / EFE

Información municipal

Acusan a Colau de tener “pactos ocultos” con la Sagrada Família

El abogado de las familias afectadas por la escalinata del templo critica el papel del Ayuntamiento

24 abril, 2020 00:00

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El futuro de la Sagrada Família es un misterio todavía por resolver. Las obras del Templo Expiatorio, que comenzaron en 1882, deben terminar en 2026, pero persisten las dudas sobre la escalinata que reclama el templo. La Asociación de Afectados por la Construcción de la Sagrada Família niega que fuera diseñada por Antonio Gaudí y acusa a Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, de plegarse a las peticiones de las autoridades religiosas.

“Me gustaría conocer los pactos ocultos entre el Ayuntamiento de Barcelona y la Sagrada Família”, desliza el abogado de la Asociación de Afectados por la Construcción de la Sagrada Família, Salvador Barroso, en conversación con Metrópoli Abierta. “En los últimos meses, el letrado se ha mostrado muy crítico con Colau, a quien recuerda su pasado como activista. “No entiendo sus actuales simpatías hacia el templo, pero ya se sabe que la política corrompe por naturaleza”, remarca.

SIN GRUPOS DE TRABAJO

El Ayuntamiento busca un consenso entre todas las partes implicadas. El pasado 5 de marzo forzó una reunión en la que intervinieron representantes del consistorio, del templo, de los afectados, de la Asociación de Vecinos de la Sagrada Família, de la FAVB, del Col.legi d’Arquitectes i de Càtedra Gaudí, entre otras entidades. “Fue una reunión de buenas intenciones”, coinciden todas las partes. “Pero no se avanzó nada”, recalca Barroso.

El abogado de las familias afectadas asegura que el Ayuntamiento ejerció de “intermediario o diplomático”. “El representante municipal (Jordi Martí) no quiso posicionarse y apeló al diálogo. Quería que la segunda reunión se celebrara en marzo o abril para que todas las partes alcanzáramos un acuerdo a final de año. Sorprendentemente, no se hicieron grupos de trabajo y el tema se ha parado con la crisis del coronavirus”, añade Barroso.

LA SENTENCIA DE LOS AÑOS 70

La plataforma de los afectados, de momento, mantiene su rechazo a la construcción de la escalinata. Y, como ya apuntó Joan Itxaso, portavoz de la Asociación de Vecinos de la Sagrada Família, el Ministerio de Educación y Ciencia falló en 1976 contra los intereses del templo y validó la construcción de un edificio de Núñez y Navarro, epicentro de una polémica que afectaría a 3.000 personas.

Vista aérea de la Sagrada Família

Vista aérea de la Sagrada Família


“La construcción de la escalinata, que incluiría un gran voladizo de más de 50 metros de longitud, afectaría a más de 1.000 viviendas y locales, algunos más antiguos que las obras de Gaudí”, proclama Barroso, quien recuerda que las reivindicaciones de la Sagrada Familia se estancaron “hasta los Juegos del 92” y se retomaron “con la construcción de las vías del AVE”.

LA COMPRA DE UN SOLAR

El abogado de las familias lamenta que el actual gobierno municipal no ha hecho ninguna propuesta para recolocar a los afectados, cuyas viviendas están entre las calles Mallorca y Aragó, y entre Lepant y Marina. Barroso, además, recuerda que Colau priorizó el problema de la vivienda cuando fue elegida alcaldesa, en 2015. “De momento, el Ayuntamiento no ofrece nada. Solo sabemos que la Sagrada Família compró un solar próximo a la basílica”, entre los números 424 y 432 de la calle Mallorca.

Barroso insiste en que desconoce los planes del Ayuntamiento. Y critica la buena sintonía de la alcaldesa de Barcelona con los deseos del templo, a cuyos responsables acusa de “no preocuparse por las personas que pasan hambre”. En esta línea, el abogado de los afectados por la construcción de la escalinata añade: “La Sagrada Família se gastó una millonada en enviar un tríptico en el que recalcaba los maravilloso que es vivir cerca de la basílica. Pero ellos, que tan cristianos son, no han comprado ahora mascarillas para repartirlas por el barrio. Eso sí, tienen un buen dispositivo de seguridad para evitar que alguien se lleve una piedra del templo”.