La credibilidad de Ada Colau está bajo mínimos por sus incumplidas promesas electorales en materia de vivienda. En la campaña de 2015, la actual alcaldesa anunció que entregaría 4.000 pisos de alquiler asequible al final de su mandato y las previsiones más optimistas aseguran que no ejecutará ni una tercera parte de su compromiso. Desengañados, los barceloneses suspenden a la primera edil por su política de vivienda, según el segundo Barómetro de Centre d'Estudis Sociològics para Metrópoli Abierta.

El pasado octubre, los ciudadanos puntuaron con un 4,2 (en una escala del 0 al 10) la política de vivienda de Colau. Cuatro meses antes, la alcaldesa recibió la misma puntuación.

SUSPENSO EN TODOS LOS DISTRITOS

En la valoración de 12 aspectos concretos de la ciudad (movilidad, calidad de vida, servicios sociales, zonas verdes, turismo, etcétera), la vivienda es el que recibe una peor valoración. Esta tendencia se mantiene en nueve de los 10 distritos de Barcelona. La excepción es Sarrià-Sant Gervasi. Sus vecinos consideran que la gestión del tráfico merece una calificación todavía peor.

La gestión de la vivienda es suspendida en todos los distritos. El gobierno municipal recibe la peor puntuación (3,8) en Ciutat Vella, seguido del Eixample (3,9) y Sants-Montjuïc (3,9). Colau obtiene la mejor nota en Horta-Guinardó, con un 4,7.

CAMBIO DE RESIDENCIA

En junio de 2018, fecha del primer Barómetro de Barcelona, las puntuaciones por distritos eran similares. Entonces, los vecinos de Sants-Montjuïc le pusieron un 3,6 a Colau, que suspendió en todas las demarcaciones. La mejor nota, en Sant Martí, fue un 4,8. El anunciado plan de la alcaldesa de destinar el 30% de las nuevas viviendas a uso social no ha aliviado el desengaño de muchos ciudadanos.

La incapacidad de BComú para resolver el problema de la vivienda explica que el 27% de los residentes en Barcelona se está planteando un cambio de residencia y de vivienda, como ya informó este medio. Entre los motivos que impulsaban a los ciudadanos a un traslado destacaban el precio de la vivienda (27,5%), el deseo de mejor (13,6%), la mala calidad de vida de su barrio (9,1%) y la inseguridad (7,8%).

Los vecinos de 25 a 34 años (44,6%), los residentes en el Eixample (33,3%) y quienes viven en régimen en alquiler (44,2%) son los más predispuestos a un cambio de residencia a corto o medio plazo, según el estudio demoscópico.

notas de la vivienda

MAYOR DESCONTENTO QUE EN JUNIO

El problema de la vivienda sigue enquistado en Barcelona. Los ciudadanos no perciben cambios significativos. En cambio, sí aumentan las voces críticas con la gestión de la alcaldesa. El descontento alcanza ya el 65% de los ciudadanos, ocho puntos más que en junio de 2018.

La inseguridad y la suciedad de las calles son los dos temas que más preocupan a los ciudadanos, mucho menos críticos con el turismo.

Los barceloneses, incluso los propios votantes de BComú, también suspenden a Colau por su gestión de algunos conflictos que amenazan la convivencia en la Ciudad Condal como la expansión de narcopisos, el top manta, la crisis de los taxis, las entradas y salidas de Barcelona y la proliferación de patinetes en la vía pública. 

Ada Colau, disfrazada



LA INSEGURIDAD SE DISPARA

La falta de seguridad no es una simple percepción de los barceloneses. Uno de cada tres habitantes afirma que ha sufrido algún hecho delictivo desde 2015. De los servicios públicos, los mejor valorados son los mercados, el metro y el agua. Las peores notas son para la Guàrdia Urbana y la limpieza.

Los resultados obtenidos en esta encuesta del Centre d'Estudis Sociològis sobre el grado de satisfacción y descontento de los barceloneses se han obtenido tras realizar 600 entrevistas a hombres y mujeres de 18 o más años empadronados en Barcelona, con derecho a voto en las elecciones municipales de 2019. El nivel de confianza para los resultados es del 95,5%. El trabajo de campo mediante entrevistas se realizó entre el 8 y el 17 de octubre de 2018.

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