Zona del derrumbe de los nichos del cementerio de Montjuïc

Zona del derrumbe de los nichos del cementerio de Montjuïc

Información municipal

El "alarmante" mal estado de Montjuïc se denunció en 2016

Al menos dos familias alertaron de grietas en el bloque hundido del cementerio

30 enero, 2018 20:51

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Siete años antes del hundimiento del bloque de nichos del cementerio de Montjuïc, que tuvo lugar en septiembre del 2017, Cementiris de Barcelona ya recibió, al menos, una queja que alertaba de desperfectos, grietas y despendimientos de la construcción funeraria que se acabó desplomando el pasado mes de septiembre. Las quejas a la empresa municipal se repitieron en 2014 y 2016 por parte de dos familias distintas. En una de las instancias figura que el estado de la fachada es "alarmante", según recoge la síndica de greuges, Maria Assumpció Vilà, en el informe que ha elaborado sobre el siniestro de Montjuïc

Vilà explica en la página 12 de la resolución que una familia, siete años antes del hundimiento, detectó "desperfectos en las losas laterales del mármol que aguantaba la lápida que se agrietaron hasta romperse. "Al quedar la construcción al descubierto se pudó comprobar que existían grietas", escribe Vilà.

Los daños se comunicaron a la empresa pública y, al parecer, se repararon. Sin embargo, en otra ocasión, la familia tuvo que comprar el material y reparar los desperfectos, asegura Montse Fernández, una de las personas afectadas por el hundimiento, que junto a su hermano Guillermó presentó una queja a la síndica.

ROTURA DEL MÁRMOL

En septiembre del 2016, en la sepultura de los Fernández se volvieron a producir grietas y la rotura del mármol. La familia hizo una instancia a Cementiris informando del "alarmante" deterioro de la fachada, y para ello adjuntó diversas fotografías. Aquella vez, dice, nadie les contestó. "Comentarmos que nos acabaría cayendo el bloque a la cabeza", recuerda Montse. Un año después, el edificio funerario se hundió. Resultaron afectados 144 nichos y 358 cadáveres.

El citado caso no fue la única advertencia que recibió Cementiris de Barcelona sobre el mal estado de la construcción. En 2014, otra de las personas afectadas por el hundimiento, María Domínguez, advirtió del "desmoronamiento de piedras y grietas". La ciudadana presentó una queja a Cementiris denunciando los desperfectos, pero asegura que nadie la respondió. Domínguez dice que la gestión que el Ayuntamiento ha hecho de la crisis ha sido "nula" y este mes de enero ha puesto el caso en manos de la síndica.

El pasado 31 de octubre, este diario ya informó de que en 2005 se produjo otro hundimiento en el cementerio de Montjuïc. En aquella ocasión se desplomaron unos 50 nichos. Los féretros quedaron a la vista, pero los cadáveres, no.

MÁS QUEJAS

A raíz del hundimiento de septiembre de 2017, la síndica ha recibido otras quejas sobre la falta de mantenimiento de otras construcciones del cementerio de Montjuïc. La síndica visitó el camposanto y comprobó el "precario estado de conservación en muchas de las construcciones funerarias", explica en el informe que ha elaborado.

Vilà asegura que en muchos bloques "se han caído las piedras de la mampostería o del rebozado (quedando a la vista los ladrillos)". También denuncia "construcciones con grietas, vegetación que crece en las sepulturas y que sobresale por las paredes", y "cubiertas de bloques en un estado alarmante".

La síndica muestra su "preocupación" por la falta mantenimiento del cementerio de Montjuïc y porque otras construcciones del recinto puedan encontrarse en la misma situación que la que se desplomó. Vilà ha pedido una "revisión rigurosa" de todas las edificaciones levantadas con las mismas técnicas y materiales que la hundida, y priorizar el mantenimiento predictivo para evitar nuevos hundimientos.