Los problemas de Ada Colau se multiplican por momentos / Ajuntament

Los problemas de Ada Colau se multiplican por momentos / Ajuntament

Información municipal

Los 'agujeros' que provoca Colau

La alcaldesa tumba, vía presupuestos, los proyectos estrella que había anunciado a bombo y platillo

26 enero, 2018 11:33

Noticias relacionadas

Por la boca muere el pez. Y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, puede morir (en el sentido figurado) por los presupuestos. Si por las cuentas se conoce al político, nada mejor que echar un vistazo a los presupuestos que la alcaldesa no ha podido aprobar en el pleno para conocer quién nos gobierna en la capital catalana. Con la mayoría de los grupos municipales en contra y con las críticas lloviéndole desde todos los ángulos, la acusación más frecuente es que el equipo municipal “no sabe gestionar, no sabe gobernar y no sabe negociar”.

Las críticas desde la oposición son atroces: “No son capaces de convencer a nadie. Es desesperante. En la última conferencia pública de Ada Colau sobre su mandato, el único titular que pudo dar es que hará una gran campaña de publicidad sobre Barcelona. Y eso es ofensivo. ¿No se ha hecho nada en la ciudad? ¿Y los grandes proyectos? ¿Y las propuestas estrella de Colau?”, replican desde las filas de ERC.

Esas propuestas estrella brillan, precisamente, por su ausencia. Una de las contradicciones más clamorosas es el principal proyecto que tenía entre manos desde el inicio de la legislatura: la conexión de la red de tranvías. En los números que se habían manejado hasta ahora, existía una partida de más de 400.000 euros para los estudios sobre la conexión. Pero tras una negociación con el convergente Xavier Trias, esa partida desapareció de los presupuestos. A cambio, claro, de la abstención del PDeCAT en el debate de los presupuestos.

“Resulta que era el principal proyecto de la alcaldesa y le retira la dotación presupuestaria que tenía. ¿Dónde quedan sus compromisos y sus promesas electorales?. Colau ha logrado enfadar hasta a los suyos, porque los dirigentes de las diferentes plataformas a favor del transporte público se han vuelto sus más firmes detractores”, aseguran desde la oposición.

Desde el grupo municipal socialista se explica que “en estos momentos, hay una comisión de estudio realizando los informes sobre la conexión. Esa comisión deberá decidir qué se hace y acabará sus informes en el mes de mayo o junio. Pero si retira de los presupuestos los fondos, quiere decir que el estudio de la comisión no podrá implementarse. Es aceptar que, diga lo que diga la comisión, no lo van a hacer”. Por tanto, una de las principales propuestas que Ada Colau llevaba en su programa de gobierno se queda en agua de borrajas.

EL FONDO FANTASMA

Otro tanto ha pasado con la investigación. Tras el desinterés municipal por acoger la importantísima Agencia Europea del Medicamento (EMA), Colau quedó en evidencia. La alcaldesa ni siquiera se desplazó a Bruselas para apoyar la candidatura de Barcelona. Al final, el organismo tendrá su sede en Amsterdam y Barcelona se queda con dos palmos de narices. Días después del gran fiasco, Colau dio plantón a la cúpula de la AMB y corrió a un encuentro con las principales entidades científicas y educativas de la ciudad, muy molestas por la actitud del Ayuntamiento.

Colau prometió ante la flor y nata de la investigación barcelonesa que quería crear una “mesa permanente dedicada a la innovación, la investigación y la ciencia”. Y, además, prometió un fondo económico específico “dedicado a la captación de talento, a la atracción de inversiones y al impulso de nuevos proyectos”.

Fue otra promesa incumplida. En los presupuestos para 2018 no existe ningún fondo para investigación o desarrollo que vaya a cumplir la promesa de Colau en aquel momento. “La alcaldesa buscó sólo la foto rápida, porque el fondo prometido no existe. Es cierto que hay 1,8 millones de euros en los presupuestos dedicados a investigación, pero ésa es la cantidad resultante de sumar todos los proyectos y los convenios que tiene el Ayuntamiento con centros privados y que ya están firmados desde hace tiempo. Ahí hay convenios sobre economía, conocimiento, investigación o ciencia que fueron a comisión y que se están trabajando. Pero otra cosa es el fondo específico prometido por Colau, en el que ha de entrar capital privado, que no existe aún”. Y no existirá de momento, porque no hay dotación presupuestaria en las cuentas de 2018.

LA POLÉMICA DE LA UPAS

No son los únicos incumplimientos. La CUP presentará hoy una proposición para la disolución de la Unidad de Policía Administrativa y de Seguridad (UPAS) de la Guàrdia Urbana, es decir, los antidisturbios. Para los anticapitalistas, la policía local “no tiene competencias en materia de orden público, por lo que es preciso repensar parte de la estructura del cuerpo y abordar la disolución de la UPAS, que ejerce las funciones de antidisturbios, tal y como se comprometió el partido del gobierno de la ciudad de Barcelona durante la campaña electoral”. Así, la CUP propone un plazo de seis meses para la reorganización de la Guardia Urbana y que esta transformación “se traduzca en las partidas presupuestarias correspondientes”. El dinero destinado hasta ahora en antidisturbios, proponen, se ha de destinar a la “reconversión de los vehículos antidisturbios para otros usos y, como mínimo dos de ellos, en oficina móviles para atender a las vecinas y vecinos de los barrios de forma rotatoria”. En las cuentas de la ciudad no hay ningún reflejo de esa iniciativa.

SIN HOJA DE RUTA CLARA

Y desde ERC se advierte sobre otro de los grandes fiascos de la alcaldesa: se puso en marcha un programa para construir viviendas a través de cooperativas en solares municipales. Se trataría de entrar en la cooperativa, construir la vivienda y usufructuarla durante 90 años. “En barrios como el Eixample o Gràcia no hubo problema, pero en otros, como Nou Barris, no se ha conseguido adjudicar la construcción de viviendas y ahora se han de readjudicar”, critican desde la oposición. Otro fiasco, pues, en otra de las propuestas estrella de Colau.

Desde el PSC se hace un análisis apocalíptico de la situación municipal: “Están desbordados. Han quedado desnortados. Van dando bandazos porque no tienen una hoja de ruta clara. Además, si son giros cosméticos, cabrean hasta a los suyos, al tiempo que no contentan a los que quieren contentar”. Así pues, el resumen de las críticas de la oposición es que, en Barcelona, lo que va creciendo son los incumplimientos de la alcaldesa, que van creando auténticos agujeros negros en el programa del equipo de gobierno.