Colau frena las ayudas de Aigües de Barcelona a las familias vulnerables

Tras la entrada en vigor de la Ley 24/2015 del 29 de julio, Aigües de Barcelona trabajó proactivamente para consensuar protocolos de actuación con los ayuntamientos de los municipios del Área Metropolitana de Barcelona donde presta servicio. El objetivo era, y es, afrontar la emergencia en el ámbito de la pobreza energética para garantizar el suministro de agua a aquellas personas que no puedan pagar por falta de recursos económicos, en aplicación de la Ley 24/2015. De forma ágil, reglada y garantista.

Según este protocolo, ante situaciones de impago, Aigües de Barcelona solicita un informe a los servicios sociales del ayuntamiento para determinar si la persona titular de la póliza o su unidad familiar se encuentra en una situación de riesgo de exclusión residencial. En caso de que se trate de una persona o unidad familiar vulnerable, la compañía garantiza inmediatamente el suministro de agua, así como las ayudas necesarias.

AGILIZAR TRÁMITES PARA LAS AYUDAS

Estos protocolos establecen circuitos fluidos entre los Servicios Sociales de los ayuntamientos y la compañía, facilitando su relación, de forma que se agilizan los trámites y se asegura que las ayudas llegan a quienes realmente lo necesitan. El protocolo establece un flujo de comunicaciones en aquellos casos que los servicios sociales no tiene identificados como vulnerables. En esas comunicaciones se informa al receptor de la posibilidad de acudir a los servicios sociales municipales para manifestar su situación y quedar de este modo registrado, actuando la compañía inmediatamente en consecuencia.

Aunque no exista un protocolo, la compañía no procedería al corte, tal y como han manifestado algunos ayuntamientos. No obstante, la existencia del mismo permite aflorar situaciones de vulnerabilidad que de otra forma serían difíciles de detectar por parte de los servicios sociales. Por tanto, esta pasividad por parte del Ayuntamiento de Barcelona deja a los Servicios Sociales sin un elemento que les ayudaría a poder llegar a muchas de esas personas que, a causa de la crisis social y económica en la que estamos inmersos, están enfrentando situaciones de vulnerabilidad por primera vez o de forma más acentuada.

FONDO DE SOLIDARIDAD

El protocolo se suma a las medidas puestas en marcha unilateralmente desde hace años por Aigües de Barcelona para no cortar el agua a nadie que no la pueda pagar. Desde 2012, antes de que fuera ley o que surgiera la presión social en este sentido, además de garantizar el agua, la compañía dispone de un Fondo de Solidaridad para ayudar a pagar el consumo de agua a las familias con dificultades.

Ángel Simón, presidente de Agbar, tras ser premiado con la Medalla de Oro al Empresario del Año en Foment / ARCHIVO

Los primeros protocolos con los Ayuntamientos se firmaron en enero de 2017. En el caso de Barcelona, la predisposición nunca ha sido buena y no es hasta marzo de 2019 cuando se logra que los responsables municipales lo suscriban. Pero se firma con reticencias ya que, si la mayoría de los ayuntamientos le dan vigencia mientras las partes no digan lo contrario, en Barcelona se hace por cuatro años y con renovaciones anuales expresas. En la primera renovación, que estaba prevista para el pasado mes de marzo, se vuelve a parar. A pesar de las dificultades sociales como consecuencia de la pandemia, y de los recordatorios que la compañía ha hecho en varias ocasiones, el Ayuntamiento de Barcelona no ha activado la renovación de este protocolo.

ESTADO DE LOS PROTOCOLOS

Tras la entrada en vigor de la Ley 24/2015 del 29 de julio, Aigües de Barcelona trabajó proactivamente para consensuar protocolos de actuación con los Ayuntamientos. En 2017 se firman 20 protocolos, quedando pendientes Badalona (se firma en 2018), Barcelona (se firma en 2019) y Cerdanyola (prevista firma del primer convenio próximamente).

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