Vídeo de archivo de un Violento enfrentamiento entre carteristas y usuarios del Metro

El pulso de la ciudad

Los turistas se hartan y responden con violencia contra los carteristas

Las patrullas ciudadanas se desmarcan de estos incidentes y aseguran que actúan de forma pacífica

6 junio, 2019 00:00

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Los robos en el Metro de Barcelona despiertan cada vez más indignación entre los usuarios. Los carteristas, en auge en la capital catalana, han provocado el hartazgo de sus víctimas, que no dudan en responder con violencia a los intentos de robos.

Así sucedió el pasado domingo, cuando un pasajero hondureño y una mujer colombiana expulsaron a golpes a dos presuntos ladrones de uno de los convoyes de la Línea 5. Ya en el andén, el hombre llega incluso a sacarse el cinturón para amenazarles.    

 

 

ESCENARIOS SIMILARES

No se trató de un hecho aislado. Una escena casi idéntica se produjo pocos días antes, esta vez en la Línea 3. De nuevo, una mujer colombiana graba mientras varios usuarios del metro la arremeten a golpes contra un carterista que fue pillado in fraganti robando un móvil.

 

 

La misma situación se repite en la calle. El pasado viernes, dos turistas apalearon a un joven que, presuntamente, les había intentado robar. Sucedió en Ciutat Vella, bajo la atenta mirada cómplice del resto de viandantes.

 

 

LAS PATRULLAS CIUDADANAS SE DESMARCAN

De forma paralela, grupos de ciudadanos de Barcelona se han organizado en patrullas para perseguir a carteristas, con especial atención a los que actúan en el suburbano. Una de ellas, bautizada como Patrulla Guerrero, se desmarca de estas imágenes, y asegura que “la violencia está prohibidísima en su grupo”. "Nosotros somos pacíficos, no hemos protagonizado ninguna de esas peleas", afirma Eliana Guerrero, una de las participantes, en conversación con Metrópoli Abierta.

¿Quiénes son, pues, los protagonistas de estas reyertas contra carteristas? Según explican fuentes no oficiales de los servicios de vigilancia de TMB, se trata de turistas, en su mayoría de origen latinoamericano, que reaccionan de forma violenta ante los hurtos.

"Es algo habitual en sus países. En Sudamérica, la violencia es recíproca, tanto por parte de los ladrones como de sus víctimas. Ahí no es extraño ver auténticos linchamientos contra delincuentes", aseveran las mismas fuentes. 

SUSPICACIAS DE LA CUP

Fuere lo que fuese, la aparición de iniciativas ciudadanas contra los robos ha levantado suspicacias en determinados sectores políticos y sociales. Uno de los primeros en pronunciarse públicamente al respecto ha sido la CUP. A través de Twitter, tachan la iniciativa Helpers BCN de ser una “solución represiva”, y la definen como “racista” por señalar “perfiles étnicos como sospechosos”.

 

 

El grupo en cuestión, muy activo a través de Twitter, se define como “una plataforma colaborativa de seguridad ciudadana”. Denuncian de forma anónima “agresiones, narcopisos, robos” y otros hechos delictivos, como si de un cuerpo policial se tratase.

Según explica uno de sus participantes, lo hacen de forma paralela a las labores de la policía, sin ánimos de interceder en sus labores. “Muchas veces denunciamos hechos delictivos menores que la policía pasa por alto, cuestiones a las que quizá no le dan importancia, pero que se está demostrando que sí la tiene para los ciudadanos”. Su actuación, a priori, no rebasa de la red.

"NO SOMOS RACISTAS"

Quienes sí actúan sobre el terreno son las patrullas ciudadanas. Eliana Guerrero, miembro de la recién fundada Patrulla Guerrero y histórica cazacarteristas del metro, reivindica su papel. En conversación con este medio, explica que la semana pasada ella misma detuvo a un carterista en el suburbano. Contó con la ayuda de una usuaria, una turista española que resultó ser Policía Nacional fuera de servicio. Entre ambas, retuvieron al ladrón hasta que llegaron los servicios de vigilancia del metro, que se lo llevaron con grilletes. Consiguieron recuperar 500 dólares y un iPad que acababa de sustraer, por lo que superaba los 400 euros estipulados por ley para considerarlo delito leve de hurto. Sin embargo, señala que esta semana se ha vuelto a encontrar con el mismo carterista por el metro.

Guerrero se defiende de las críticas recibidas de determinados sectores. “No somos racistas, aquí participa gente de todas las nacionalidades. Musulmanes, asiáticos, sudamericanos… Yo misma llegué aquí a España sin papeles, así que de racistas nada”. Además, añade que en la patrulla Guerrero cuentan con algún policía retirado, “gente muy joven que estudia en la universidad, personas de clase trabajadora”, todos ellos movidos por la “impunidad” de los carteristas, sentencia.