Un turista fotografía un cartel contrario a la llegada de turistas a Barcelona / ÁLVARO VENTURA

Un turista fotografía un cartel contrario a la llegada de turistas a Barcelona / ÁLVARO VENTURA

Economía

Barcelona confirma que el 1-0 y el atentado hundieron el turismo

La facturación de los hoteles de la ciudad cayó un 14% durante el último trimestre del 2017

13 febrero, 2018 21:46

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Las cifras raramente mienten. El turismo cayó de forma ostentosa en la ciudad de Barcelona durante el último trimestre del año pasado. La ha confirmado el propio Ayuntamiento de Barcelona con datos aportados por el Departamento de Estadística municipal. El impacto del atentado yihadista de la Rambla, y sobre todo la inestabilidad política generada en torno al referéndum ilegal del 1-0 (cargas policiales incluidas) y la DUI ha sido contundente: han bajado las pernoctaciones, el número de turistas, la ocupación de los hoteles y la facturación del sector.

Si se analizan globalmente los registros de todo del año, la actividad turística "solo"se ha estancado después de años de crecimiento exponencial. Pero es como si la gallina de los huevos de oro que mueve la economía de la ciudad se hubiera declarado en huelga. El concejal de Turisme del Ayuntamiento de Barcelona, Agustí Colom (Barcelona en Comú), ha tenido que reconocer, a petición del Grupo Municipal Popular (PP), que la llegada de visitantes a la ciudad se desplomó a finales del año pasado, con una caída histórica de 4,33% (un 5,5% en lo que respecta al turismo internacional), cuando en el 2016 había crecido un 1,62% durante el mismo periodo y la tendencia era alcista.

El resto de indicadores tampoco han arrojado nada bueno. La estancia media de los turistas durante ha pasado de las 2,62 noches en 2016 a las 2,57 noches del 2017, por debajo incluso del índice de 2016 que se situó en 2,60. Noviembre fue el peor mes de todos en este apartado, con una caída en el número de turistas alojados del 5,33%. La ocupación hotelera ha sido otra de las gran damnificadas, pues ha sido víctima de una caída máxima del 14,90% en diciembre. El descenso medio de la ocupación durante todo el último trimestre del 2017 fue del 8,43%, según los datos estadísticos municipales.

DESPLOME EXTREMO EN DICIEMBRE

Pero el gran drama del sector se visibiliza en el desplome de los ingresos por plaza hotelera ,y que han situado entorno a un 14% durante el último trimestre pero que han llegdo a un desplome extremo del 22,7% en diciembre, aunque el ayuntamiento atribuye los malos resultados a que el mes de diciembre del 2016 fue “excepcionalmente” bueno. No obstante, si los guarismos de la facturación se comparan con los del 2015, es cierto que el derrumbe se maquilla un poco, pero aún así siguen arrojando un nada despreciable descenso medio trimestral del 6,53%.

Evolución de los turistas alojados en Barcelona según su procedencia / AJUNTAMENT DE BARCELONA

Evolución de los turistas alojados en Barcelona según su procedencia / AJUNTAMENT DE BARCELONA


Para Colom, los desencadenantes del desastre están claros y son tan ambivalentes y equidistantes como los postulados electorales de su partido en la campaña electoral del 21-D (el famoso “Ni DUI, ni 155” pregonaban entonces”). Así, además de al golpe provocado por el terrorismo el 17-A, la crisis sectorial es achacable a "la inestabilidad generada por los intentos de unilateralidad (DUI)” del procés independentista, como ha reconocido el edil. Pero también “a los paros del 3 de octubre y a la violencia policial del 1-0”, ha añadido. Ahora es cuestión de cada uno decidida por su cuenta cuál de todas las causas es la que ha tenido más peso en el drama.

El edil del PP, Javier Mulleras, ha insistido en que el gran culpable de la bajada de visitantes en Barcelona ha sido “el procés independentista”, y ha restado importancia a las cargas policiales y las imágenes de las mismas que dieron la vuelta al mundo. “También hubo una intensa actuación policial para desalojar a los acampados del 15M en la plaza de Catalunya y eso no afectó al turismo”, ha destacado Mulleras. El edil popular ha insistido en que ahora es más necesario que nunca “recuperar la normalidad” y ha pedido al gobierno de Colau que ponga en marcha “una campaña de promoción internacional de Barcelona para recuperar la imagen perdida”.

MENSAJES DE TURISMOFOBIA

La presidenta del Grupo Municipal de Ciutadans (Cs), Carina Mejías, ha añadido a los efectos del atentado, las huelgas del transporte y al procés un cuarto detonante de la crisis de visitantes barcelonesa: “el mensaje de turismofobia” lanzado por Ada Colau desde que se hizo con el gobierno de la ciudad. En términos similares (pero solo en lo que respecta a la turismofobia) se ha posicionado la concejal del Grupo Municipal Demòcrata (PDeCAT), Sònia Recasens, quien ha acusado a la alcaldesa Colau de “demonizar” al sector turístico y de cargarse un modelo de éxito basado en la colaboración público-privada. "Continúan apostando por el decrecimiento turístico", ha lamentado Recasens, lo que es sinónimo de que  la sensación de que los visitantes “no son bienvenidos a la ciudad”  vaya cuajando cada vez más.

Por su parte, la edil del PSC, Montse Ballarín, ha calificado de "mala noticia" los resultados del sector en el último trimestre del 2017 y ha advertido de que si no se cambia la tendencia “podrían verse afectados muchos puestos de trabajo en el sector”. El presidente del Grupo Municipal de ERC, Alfred Bosch, ha hecho una lectura de los datos estadísticos desde otro prisma y ha señalado a las cargas policiales del 1-0 como el origen de todos los males. Por eso ha pedido al Gobierno “que pida disculpas por la actuación y que diga al mundo que no volverá a ocurrir”. Mientras tanto, la concejal de la CUP, Eulàlia Reguant ha cerrado los ojos y ha revelado que "el turismo sigue creciendo pese a lo que digan algunos".