Nike Training Outdoor, en el paseo Marítim de Barcelona / AJUNTAMENT BCN

Nike Training Outdoor, en el paseo Marítim de Barcelona / AJUNTAMENT BCN

El pulso de la ciudad

El “top manta de los gimnasios” llega a Barcelona

Así ha calificado Rafa Martín, propietario del histórico KO Verdun, el nuevo espacio de entrenamiento de Nike respaldado por Colau

27 junio, 2019 00:01

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La marca deportiva Nike, en colaboración con el Ayuntamiento, ha instalado en el espigón del Gas del paseo Marítim de Barcelona una zona de entrenamiento al aire libre más completa que la existente anteriormente. A modo de gimnasio, el consistorio explica que el objetivo de este equipamiento en la vía pública responde a la necesidad de “ayudar a los deportistas a mejorar el rendimiento y hacer la actividad física con un día de trabajo”.

'NIKE TRAINING OUTDOOR'

La compañía de artículos deportivos ha bautizado la iniciativa como “Nike Training Outdoor”. La zona dispone de barras paralelas, anillas y bancos de musculación que facilitan la práctica de 18 ejercicios distintos tradicionalmente realizados en gimnasios como push ups, para trabajar los pectorales, o los denominados monkeys, para trabajar la agilidad.

La idea, desarrollada por Nike y vitoreada por los Comunes, se basa en ofrecer la posibilidad de un entrenamiento doble. En primer lugar, por las nuevas instalaciones. En segundo, por su disposición en plena calle.

 

 

Por una parte, se puede llevar a cabo el entrenamiento conocido como “calistenia”. Éste se basa en ejercitarse en plena calle, y su finalidad es trabajar la fuerza, la flexibilidad y la agilidad. Por otro lado, se facilita la ejercitación funcional, mediante la que se activan diversos músculos gracias a una rutina de actividades que puede adaptarse a las condiciones físicas de cualquier persona.

LEJOS DE UN GIMNASIO

Las características de este equipamiento, situado a pie de playa, están en las antípodas del concepto de gimnasio convencional. En primer lugar, al encontrarse en la calle y con un acceso completamente libre, no dispone de entrenadores personales cualificados que puedan garantizar la seguridad y el buen uso de las instalaciones, indispensable para evitar lesiones o accidentes de carácter más grave.

Por otra parte, y también en materia de seguridad, no se cuenta con ningún tipo de botiquín ni materiales de primeros auxilios que puedan garantizar una primera asistencia si se sufriera cualquier tipo de percance.

Como factor añadido, los equipamientos no disponen de un servicio de revisión periódica, por lo que el deterioro de éstos no es subsanado en ningún momento. Por descontado, los materiales adicionales que hay en un gimnasio para facilitar el entrenamiento, así como las instalaciones de carácter higiénico, como unos vestuarios con sus correspondientes duchas, tampoco se pueden encontrar en el espigón del Gas de la Barceloneta.

SIN NINGÚN CONTROL

La condición de este equipamiento permite que no haya ningún tipo de control, ni en el ámbito deportivo ni en el fiscal. Rafa Martín, expúgil, entrenador y propietario del histórico gimnasio barcelonés KO Verdún, lamenta esta despreocupación por parte del gobierno municipal y advierte del peligro que la situación puede conllevar.

“De la misma manera que no te puedes automedicar, no te puedes autoentrenar”, afirma Martín. Por este motivo, el exboxeador cree que su uso debería estar restringido a “deportistas consolidados” de manera particular. Esta opinión es compartida con el propietario del gimnasio Esport Rogent de el Clot, Xavi Moya, que también fue campeón del mundo en Full Contact, Kung Fu y boxeo: “Eso de gimnasio libre queda muy bonito pero la gente que no tiene ni idea se puede lesionar”. Por ese motivo, también opina que la instalación debería utilizarse por “gente entrenada, en forma y con conocimientos”.

TITULACIÓN E IMPUESTOS

Martín critica que en este espacio se realicen entrenamientos dirigidos por cualquier persona, sin saber si tiene la titulación adecuada o no, y sin pagar los impuestos que sí abona un centro deportivo para desarrollar su actividad. “No puede ser que cualquier persona dé clases porque ha visto dos vídeos de YouTube y no pague impuestos”, asegura el entrenador.

Parece ser que el Ayuntamiento ha olvidado la seguridad de los barceloneses y las regulaciones fiscales mediante su colaboración con Nike, facilitando una instalación en la vía pública que conlleva unos riesgos más que evidentes.