En esta primera semana de estado de alarma, el mal tiempo será la nota predominante / IAGUA

En esta primera semana de estado de alarma, el mal tiempo será la nota predominante / IAGUA

El pulso de la ciudad

El mal tiempo se suma al coronavirus en Barcelona

A partir del viernes, se reanudarán las precipitaciones aunque las temperaturas se mantendrán estables

17 marzo, 2020 11:30

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Si la semana ha empezado mal para la inmensa mayoría de los barceloneses, que se han visto obligados a restringir al máximo sus movimientos y, por lo tanto, a quedarse confinados en casa por culpa de la crisis del coronavirus, la previsión del tiempo para los próximos días tampoco augura unos días del todo soleados, precisamente.

Este lunes ya pudo comprobarse como el mal tiempo, las abundantes nubes y las lluvias eran la nota predominante en el cielo de la ciudad condal. En este sentido, hay que decir que estas imágenes pueden volverse a producir, especialmente, a partir del viernes.

EL VIERNES EMPIEZA EL CAMBIO

Según informan varios especialistas en la materia, en la ciudad de Barcelona habrá cierta calma durante este martes y los próximos dos días, el miércoles y el jueves. Durante estos tres días, el sol y las nubes se mezclarán entre sí para hacer del paisaje de la capital catalana algo más agradable para acompañar estos días de permanecer en casa.

Aunque esas imágenes cambiarán de forma repentina a partir del quinto día de la semana. Según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), la probabilidad de precipitaciones pasará del 0% del jueves al 35% del viernes.

SÁBADO Y DOMINGO, LLUEVE SEGURO 

Y, además, la tendencia indica que el fin de semana lloverá casi seguro en la ciudad. El AEMET mantiene un 55% de posibilidad de lluvia para el sábado y un 65% para el domingo. Eso sí, a pesar de esta situación, las temperaturas serán estables a lo largo de estos próximos días, con mínimas de 10 grados centígrados y máximas de unos 15 o 16.

De esta manera, puede que la mejor manera de combatir el confinamiento obligado de estos días sea el mal aspecto que presentará el cielo, que quitará las pocas ganas de salir de casa hasta a los más desobedientes.