La esquina de la calle del Carme con Xuclà, del barrio del Raval de Barcelona, llena de basura / TWITTER

La esquina de la calle del Carme con Xuclà, del barrio del Raval de Barcelona, llena de basura / TWITTER

El pulso de la ciudad

Los sindicatos de la basura de Barcelona prevén un "otoño caliente" con vistas a huelga

Denuncian que, a pesar del acuerdo al que llegaron en abril, los empleados de la limpieza no han cobrado la parte proporcional del IPC del 2021 y 2022

29 julio, 2022 00:00

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La huelga del sector de la limpieza y basuras en Barcelona podría ser una realidad a partir de septiembre. Así lo han informado los sindicatos UGT y PROU a Metrópoli. ¿El motivo? Los empleados no han cobrado los impagos que se prometieron en la comisión paritaria que firmó la paz entre representantes de las cuatro contratas adjudicatarias del servicio de limpieza y los sindicatos. 

El convenio colectivo de las empresas de la actividad de medio ambiente para Barcelona acordó que los empleados de las basuras cobrarían la actualización y abono de los atrasos correspondientes hasta la fecha. En mayo de este año, los 4.000 trabajadores de las compañías adjudicatarias de limpieza de la ciudad ––FCC Medio Ambiente SAU, Corporación CLD Servicios Urbanos de Tratamiento de Residuos, Urbaser y Prezero España (antes Cespa)– cobraron el incremento del 0,6% del salario acorde a la subida del IPC para el año 2019.

Trabajadores de la recogida de basuras manifestándose en la plaza de Sant Jaume de Barcelona en abril para reclamar las subidas del IPC / CEDIDA

Trabajadores de la recogida de basuras manifestándose en la plaza de Sant Jaume de Barcelona en abril para reclamar las subidas del IPC / CEDIDA

SIN VISTAS A COBRAR LA SUBIDA DEL IPC DEL 2021 Y 2022

Todo parecía ir sobre ruedas hasta que este julio, cuando los trabajadores debían –por convenio– cobrar la subida del IPC para el año 2021 (6,0%) y para el 2022 (2,5% con un tope de negociación hasta el 4%), no han cobrado lo esperado. Los empleados han recibido sus nóminas rasas, sin la deuda que ansían percibir desde hace tantos meses. 

"Hay una discusión entre las empresas y el Ayuntamiento, ya que no se ponen de acuerdo con el abono que pactamos", lamenta Ramón Cebrián, presidente de la federación de servicios públicos de UGT. El representante sindical argumenta que "las compañías y el consistorio se pasan la pelota para no pagar". 

COMISIÓN PARITARIA

Según señala la comisión paritaria a la que ha tenido acceso este medio, lo acordado quedaba condicionado a la completa aprobación por parte del Ayuntamiento de Barcelona de la reclamación indemnizatoria presentada por las empresas firmantes. "A pesar del acuerdo al que llegaron, el Ayuntamiento no está en la paritaria del convenio, por lo que eso no garantiza que tenga que pagar", argumenta Hugo Coll, delegado sindical de CGT en FCC Medio Ambiente. "Para desconvocar la huelga los representantes sindicales de UGT y CCOO tenían que firmar algo y firmaron cualquier cosa", concluye el portavoz sindical.  

Sergi Sales, secretario general de la sección sindical de la Plataforma de Representación Obrera Unitaria (PROU), coincide con el representante de CGT: "Había una cláusula en la cual los atrasos del 2021 y del 2022 estaban atados a que el Ayuntamiento diera el visto bueno a la reclamación indemnizatoria que han hecho las empresas. Ahora las empresas le dicen al consistorio que pague ese dinero para poder pagar a la plantilla, pero el Ayuntamiento no tiene porque hacerlo, ya que no ha firmado nada", explica. El portavoz insiste en que "quien debe el dinero es la empresa, no el Ayuntamiento". 

EL CONSISTORIO PASA LA PELOTA

A pesar de que dentro del sector se rumorea que los sindicatos están manteniendo reuniones con el Ayuntamiento de Barcelona, "la plantilla ha perdido la confianza", denuncian los sindicatos. "El ejecutivo local debería poner cartas en el asunto. Les guste o no llevamos el logotipo del Ayuntamiento de Barcelona", apunta el representante de PROU. 

Preguntado por este medio, el Ayuntamiento de Barcelona se lava las manos al respecto: fuentes municipales indican que "es una cuestión de relaciones laborales entre las empresas y los trabajadores", esquivando por completo la problemática. 

Un trabajador del servicio de la limpieza de Barcelona realizando unas labores de desinfección / ARCHIVO

Un trabajador del servicio de la limpieza de Barcelona realizando unas labores de desinfección / ARCHIVO

"OTOÑO CALIENTE"

Desde UGT prevén un "otoño caliente": "Estamos empezando a hablar de paros, huelga y concentraciones. Queremos hacernos visibles, porque estamos en tierra de nadie", anuncia el presidente de la federación de servicios públicos del sindicato. "La gente está muy molesta", explica Cebrián, que pone como ejemplo trabajadores que han gastado dinero que no tenían para las vacaciones, confiando en que cobrarían la subida del IPC del 2021 y 2022. 

Desde PROU explican que "los ánimos están muy caldeados" y que la sección en Prezero España ya paró recientemente sus servicios en el parque central. "Lo que nos queda es esperar a que vuelva de vacaciones toda la plantilla y organizar movilizaciones a partir de septiembre", argumenta el secretario general de esta sección sindical.

Montones de basura en una calle de Sant Andreu / METRÓPOLI

Montones de basura en una calle de Sant Andreu / METRÓPOLI

BARCELONA, ¿A LAS PUERTAS DE LA HUELGA?

Cuando el pasado abril los sindicatos amenazaron con la huelga de servicio de recogida de basuras convocada en la ciudad de Barcelona, el departament d'Empresa i Treball se vio obligado a decretar los servicios mínimos. La conselleria hizo distinciones entre zonas con mayor o menor necesidad y dividió los servicios por fracciones y horas. 

Antes de que se llegase al acuerdo y se desconvocara la huelga, Barcelona esperaba con nervios el "colapso total". La administración barcelonesa llegó a pedir a sus ciudadanos un esfuerzo para una "reducción de los residuos". Lo hizo por boca del concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica, Eloi Badia, que en una comparecencia ante los medios dijo que los vecinos debían sacar "el mínimo de residuos posible" durante los días que durase la huelga.

El Ejecutivo local temía llegar a una huelga como la de 1981. Durante aquel episodio el exalcalde Narcís Serra se vio obligado a firmar un decreto de emergencia "grave" ante la insalubridad que suponían las toneladas de residuos que se amontonaban en las calles. 

Bolsas de basura acumuladas en Barcelona en febrero de 1981 / AYUNTAMIENTO DE BARCELONA - PÉREZ DE ROZAS

Bolsas de basura acumuladas en Barcelona en febrero de 1981 / AYUNTAMIENTO DE BARCELONA - PÉREZ DE ROZAS