Sexo, robos y peleas en el metro de Barcelona

El metro de Barcelona tenía una buena reputación, pero los últimos meses han sido muy conflictivos. La sensación de inseguridad e impunidad con los carteristas va a más y muchos ciudadanos reclaman soluciones inmediatas.

Los robos se multiplican en el metro de Barcelona. En muchas ocasiones, las víctimas son turistas despistados, a quienes sustraen sus carteras y sus móviles en las estaciones más céntricas de la ciudad. Sobre todo en las líneas 2, 4 y 5.

Robos al margen, en el metro de Barcelona se viven situaciones dantescas los fines de semana. Por las noches, todo vale: más robos, peleas, escenas de sexo subidas de tono, guerras con huevos y suciedad. No es de extrañar que muchos empleados de TMB prohíban a sus hijos que cojan el metro por las noches.

LAS REIVINDICACIONES DE LOS TRABAJADORES

Los usuarios nos acostumbramos a todo. Por ejemplo, a las huelgas de los trabajadores, ya sea por sus reivindicaciones laborales o por la crisis del amianto. Pero pasar miedo es otra historia y ha llegado la hora de decir basta.

Colau ha cambiado el transporte público por el coche privado desde que es alcaldesa. No digamos ya su socio de gobierno, Jaume Collboni. Ambos, posiblemente, ni se han inmutado cuando se han enterado de que en el Centro de Control de los Buses se han registrado 40 casos de lipotrofia. Esa es otra historia, porque los autobuses de Barcelona también viven tiempos difíciles. Cada vez son más viejos y cada vez se registran más incidentes e incendios.