La ciudad de Seattle permitirá convertir cadáveres en abono / PIXABAY

La ciudad de Seattle permitirá convertir cadáveres en abono / PIXABAY

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Seattle convertirá los cadáveres en abono para jardín

El estado de Washington aprueba una ley para que los restos humanos puedan utilizarse como fertilizantes

3 mayo, 2019 13:02

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En ataúd o en una urna, ahí podían acabar los restos de un ser humano hasta ahora, pero ya existe otra opción: finalizar la existencia en el jardín. Antes de morir, los ciudadanos de Seattle tendrán la posibilidad de convertirse en abono. El estado de Washington de EE.UU ha aprobado una ley en el Senado que permite transformar en compostaje los restos humanos.

El proyecto legislativo fue aprobado en la cámara baja con 80 votos a favor y 16 en contra, la firma del gobernador, Jay Inslee, es el último requisito para poner en marcha la propuesta. En caso de que no se oponga, la iniciativa comenzaría a funcionar el 1 de mayo de 2020. Esta alternativa al entierro o la incineración es ilegal en muchos países, donde está prohibido disponer restos humanos fuera de cementerios o zonas acotadas para entierro.

ABONO EN 30 DÍAS

La mayor impulsora de la ley ha sido Katrina Spade, fundadora de la compañía Recompose, que según afirma puede convertir un cadáver en abono fértil en solo 30 días. Para ello, aceleran el proceso natural de descomposición. La empresa utiliza astillas de madera y otros ingredientes biodegradables para que microbios y bacterias hagan su trabajo con mayor rapidez. El proceso sucede a unos 55 grados centígrados de temperatura para evitar la transmisión de enfermedades infecciosas, dicen los impulsores de la idea.

Es una opción ecológica, aunque también más cara que las fórmulas tradicionales. Se calcula que convertir en abono un cadáver humano puede costar 4.931 euros (5.500 dólares) frente a los 896 euros de una cremación (1.000 dólares) o los 6.276 euros (7.000 dólares) de un entierro tradicional. A pesar de este desembolso de más, la idea cuenta con mucho apoyo en Estados Unidos. Este nuevo triunfa, sobre todo, entre los ciudadanos más concienciados con el medio ambiente. Prefieren formar parte de un jardín que descomponerse en un ataúd o convertirse en cenizas.

BARCELONA TAMBIÉN OFRECE UNA ALTERNATIVA SIMILAR

En Barcelona también existe una opción para ser enterrado cerca de la naturaleza. La empresa barcelonesa Bios vende urnas biodegradables donde se pueden mezclar cenizas con semillas de distintos árboles. La caja se puede plantar en un jardín o incluso en bosque, donde los seres queridos podrán ir a visitar esta particular tumba.