Sala de espera de urgencias del Hospital Clínic, ante la alerta por coronavirus / RP

Sala de espera de urgencias del Hospital Clínic, ante la alerta por coronavirus / RP

Vivir en Barcelona

Pánico en Barcelona por el coronavirus

Los barceloneses expresan su miedo e incertidumbre ante el primer caso detectado en la capital catalana

25 febrero, 2020 19:54

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El coronavirus ya ha llegado a Barcelona y, con él, el pánico. La primera infectada en la capital catalana es una mujer italiana de 36 años que, pese a ser residente en la ciudad, viajó a Bérgamo y Milán entre los días 12 y 22 de febrero. A este contagio, hay que sumar las 25 personas que se encuentran en cuarentena por haber tenido contacto con la hospitalizada, así como el estudio de otro posible caso.

El Hospital Clínic y sus inmediaciones se han convertido, así, en un foco dominado por el miedo causado ante la "potencial pandemia" mundial que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), podría llegar a ser un coronavirus aterrizado en Barcelona.

PREOCUPACIÓN E INCERTUDUMBRE

La preocupacion en el Hospital Clínic y sus aledaños es generalizada. Muchos de los que acceden al centro utilizan sus bufandas a modo de mascarilla y, aunque en menor medida, otros ya se han hecho con una de ellas.

Dos son las personas que hacen uso de este utensilio y que comparten con otros pacientes la sala de espera de urgencias. Una de ellas es Cynthia, quien explica que, pese al miedo, no ha tenido más remedio que acudir a la consulta. "La verdad es que estoy un poco asustada, pero hace días que cogí fiebre y por eso decidí venir a urgencias", explica. Además, la paciente muestra su preocupación por la falta de información, afirmando que ha visto "alguna gente con mascarillas" en el recinto hsopitalario sin saber "bien lo que pasa".

En otro extremo de la sala espera Marga, una barcelonesa que declara estar "intranquila aunque tengan apartada a la persona contagiada" por coronavirus. En la misma línea, expresa su incertidumbre por lo que pueda pasar en el futuro en la capital catalana. "Supongo que aquí será solo un caso, pero después de lo de Italia...".

Entrada del Hospital Clínic / GA

Entrada del Hospital Clínic / GA


PÁNICO POR LOS DESPLAZAMIENTOS

Por los aledaños del Clínic, concretamente en la calle de Casanova, Núria pasea con su perro como cualquier otra tarde. A escasos metros de donde se encuentra está ingresada la mujer infectada, algo que desconoce. "¿Está aquí, en el Clínic? No lo sabía, me acabo de enterar", expresa en una mezcla de sorpresa y espanto. "Tengo a mi madre aterrorizada en casa con el tema", asegura, tras aceptar con resignación que "la gente sigue viajando" y apuntando al azar respecto a una posible expansión del virus en Barcelona: "Lo que tenga que ser, será", concluye.

Carlos y Alba, quienes también se encuentran en la zona, no dudan en mostrar su alarma. Mientras que el primero afirma que "hay peligro para Barcelona" y critica que "en el aeropuerto no se están tomando medidas", la segunda está convencida de que en Barcelona hay más infectados que "no sabemos" y se pregunta "¿cuanta gente vuela de Italia a Barcelona?".

TRANQUILIDAD EXCEPCIONAL

A escasos metros de la entrada del hospital se encuentra la perteneciente a la Facultad de Medicina de Barcelona donde Jordi, estudiante, expresa un mensaje de tranquilidad ante la alarma. "No tiene que cundir el pánico, creo que hay mucha alarma". Pese a ello, advierte que es "mejor si no se extiende porque se propaga muy fácilmente" y admite que "hay riesgo" por su presencia en Italia.

Interior del Hospital Clínic / RP

Interior del Hospital Clínic / RP


Valerio, un jubilado que espera su turno ante la puerta ocho del área quirúrgica del Clínic, muestra una cierta indiferencia, afirmando que "es algo que iba a pasar" y que "seguramente habrá más gente" infectada. Por su parte, dos mujeres que no quieren dar su nombre y salen del centro sin dejar claro si son trabajadoras o pacientes, prefieren no hablar sobre el tema alegando que "aún es muy pronto" para ello.

SIN MASCARILLAS

La alerta de los barceloneses ante el caso confirmado de coronavirus es visible más allá de la preocupación que expresan. Buen ejemplo de ello es el dispensador de desinfectante vacío ante la sala de urgencias del hospital, o la demanda descontrolada de mascarillas que ha dejado a las farmacias de la capital catalana sin existencias con tan solo un único caso verificado en Barcelona.