Cuatro jubilados de TMB diagnosticados de cáncer a causa del amianto

La crisis del amianto no para de agravarse. Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) ha reconocido que ocho exempleados del metro han contraído enfermedades que pueden estar vinculadas al hecho de haber trabajado en contacto con amianto.

Se trata de una información que ha avanzado El Mundo y que ha confirmado Metrópoli Abierta. Fuentes de la CGT han indicado a este diario que cuatro trabajadores jubilados han sido diagnosticados de cáncer y que otros tres han contraído engrosamiento pleural y un último jubilado calcificaciones. Las fuentes también han apuntado que en verano tuvieron constancia de tres de los cuatro casos de cáncer.

Además, TMB ha señalado a El Mundo que otros cuatro extrabajadores, que presentan dolencias, están siendo examinados para esclarecer si estas son a causa del material aislante.

SIN RECONOCER RESPONSABILIDAD

A pesar de la colosal cantidad de amianto que anida en el metro, TMB no ha reconocido tener la responsabilidad de ninguna patología. Tampoco da por supuesto que la raíz de sus afecciones sea el amianto.

La empresa del Ayuntamiento de Barcelona se ha justificado alegando que los engrosamientos no se consideran enfermedad profesional susceptible de indemnización. Por otra parte, ha recalcado que las causas de los trastornos oncológicos pueden ser "diversas".

LOS SINDICATOS

Se trata de una postura que difiere por completo de la que tienen los sindicatos que defienden a los trabajadores del metro. Acusan a TMB de minimizar el riesgo para no conceder compensaciones por estas afecciones que pueden tardar hasta 30 y 40 años en manifestar síntomas.

Los sindicatos CGT y CCOO han explicado a El Mundo que algunos operarios han dejado de inspeccionar ciertos componentes electrónicos de los trenes. ¿La razón? Desconfían que regresaran limpias de un proceso de descontaminado. "En una pieza que dio negativo luego se detectó amianto en un control aleatorio. Un trabajador afectado la estuvo manipulando. Sin un inventario acabado en los trenes, es imposible saber si hay más amianto o no. La desconfianza es total", ha señalado un miembro del sindicato.