La Generalitat elaborará un decreto ley para blindar el sector del taxi frente al sector de las VTC. En un acuerdo "histórico", según el teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, el gobierno catalán limitará las licencias de las VTC a 1.000 (ahora existen unas 4.000) e impondrá sanciones contundentes a los vehículos de alquiler con conductor que procedan de fuera de Cataluña y que vengan a trabajar en Barcelona o el resto de la comunidad.

Collboni ha hecho una defensa fervorosa del sector del taxi que cuenta con una plantilla de 16.000 trabajadores, "un servicio público que debe ser protegido por los servicios públicos". El teniente de alcalde de la capital catalana está convencido de que el acuerdo entre Junts per Catalunya, ERC y PSC en el Parlament garantizarán la "paz social" durante los próximos cuatro años. 

SATISFACCIÓN EN ÉLITE TAXI

El acuerdo alcanzado entre los tres partidos ha contentado a los taxistas que en los últimos días amenazaban con jornadas de movilizaciones con una huelga incluida. El portavoz de Élite Taxi, Tito Álvarez, el principal sindicato, se ha mostrado muy satisfecho por este anuncio y la asamblea de la organización ha expresado que suspenden todas las movilizaciones previstas de manera indefinida. "Mostramos nuestra plena confianza en el Departamento de Territorio y en los socialistas de Cataluña", escribía el sindicato en Twitter.

Después de los próximos cuatro años, los planes de la Generalitat pasan por la aprobación de una futura Ley de Transporte que fije, finalmente, una regulación que deberá asegurar un equilibrio entre el taxi y las licencias VTC, un nuevo modelo de transporte en el que destacan las empresas Uber y Cabify.

ENFADO ENTRE LAS VTC

El vicepresidente de Feneval, Ignacio Manzano, y el presidente de Unauto-VTC, José Manuel Berzal, han expresado este viernes su "preocupación" por este acuerdo porque consideran que "anuncia la destrucción parcial de un sector que da empleo a miles de familias catalanas introduciendo restricciones" que han calificado de injustificadas y desproporcionadas con el único objetivo de eliminarlo, en sus palabras.

Una pasajera saliendo de un vehículo de Cabify / CABIFY

 

La patronal de los vehículos de alquiler con conductor piensan que "la regulación de la VTC en Cataluña se ha hecho a espaldas del sector y al dictado de una parte del sector del taxi", y han asegurado que la convivencia entre ambos sectores es viable y beneficia al ciudadano y a la imagen de la ciudad. Creen que el taxi no puede absorber el volumen de demanda que tiene actualmente y que, además, seguirá "creciendo con la recuperación del turismo y las limitaciones al coche particular". Estas empresas piden que "no se ceda, una vez más, a las presiones del sector más radical del taxi" y que se escuche al sector VTC.

LA GENERALITAT: "EL MODELO DE AYUSO ES SALVAJE"

Desde la Generalitat han subrayado que estas startups no deben "distorsionar" el modelo de transporte público del taxi en Barcelona y han diferenciado el modelo de transporte urbano catalán con el madrileño. "No queremos que Barcelona reproduzca el liberalismo salvaje que se ha instalado en Madrid con el modelo Ayuso", ha explicado el secretario de Infraestructuras y Movilidad, Isidre Gavín, quien considera que las VTC han entrado en la capital de España de "forma descontrolada y masificada".

El nuevo decreto ley fijará que los coches de Uber y Cabify deberán ser contratados 15 minutos antes de acudir a recoger el pasajero. "Las interpretaciones de las empresas no servirán", avisan desde el gobierno catalán. 

Ayuso con un vehículo de Uber / COMUNIDAD DE MADRID

 

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