Espacio de duelo en el cementerio de Montjuïc para llorar la muerte de los recién nacidos  / AYUNTAMIENTO

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El pulso de la ciudad

Se triplican los entierros planificados en Barcelona durante el coronavirus

El coronavirus corrige un hábito entre los barceloneses que acostumbran a dejar los preparativos a última hora

23 noviembre, 2020 00:00

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La muerte de un ser querido implica unos preparatorios y la contratación de unos servicios, en muchas ocasiones engorrosos y muy incómodos para la familia. La Ley en España obliga a acelerar la realización de varios trámites en pocas horas. Una situación que, sin embargo, no ha alterado un hábito "mediterráneo, de no planificar mucho", señala Christian Gimeno, que se traslada a la despedida final y se traduce en no planificar la muerte. Los datos de la funeraria que dirige, Electium (grupo Mémora) indican que la pandemia también está empezando a corregir ese hábito.

El proyecto de Gimeno empezó a andar en 2013 con una idea algo revolucionaria en España: planificar tu muerte en vida. El objetivo es despedirte de tus seres queridos con todo pagado y atado: ceremonia, la misa, el homenaje, el catering y cualquier acto. Entre mayo y octubre de 2019, unos 600 barceloneses contrataron estos servicios funerarios, un trámite más habitual en países nórdicos como Suecia. En 2020 la cifra se ha duplicado en la capital catalana con alrededor de 1.800 vecinos de la ciudad que decidieron personalizar su ceremonia antes de fallecer.

AMBIENTE FRÍO

Las restricciones de la pandemia limitan los funerales con un aforo máximo del 30% de asistentes. Las ceremonias no pueden acoger, en ningún caso, más de 100 personas. En las salas de velatorio solo pueden coincidir seis personas como máximo. En la práctica los familiares se van turnando para velar al fallecido.

Vehículos del grupo Memora 

Vehículos del grupo Memora 


La normalidad impuesta por la Covid-19 impide la cercanía en un momento excepcional y sensible para la familia, y crea un ambiente "frío", como explica Fernando Sánchez, director de comunicación de Mémora. "Son gestos complicados de reprimir. A veces, cuando salen al aire libre se abrazan con mascarilla, aunque todo el mundo está muy concienciado. La gente se lo piensa dos veces antes de desplazarse al tanatorio", señala.

TEMA TABÚ

El coronavirus revoluciona a marchas forzadas muchos hábitos y costumbres: el transporte, el consumo, el trabajo, etc. También ha ayudado a valorar los encuentros con nuestros seres queridos y está cambiando la manera en que la ciudadanía afronta la muerte. "La pandemia ha puesto sobre la mesa la necesidad de dejar las cosas resueltas. Hablar de la muerte, de los testamentos siempre ha sido muy tabú en España. La situación actual ha acelerado esto", explica el director de la funeraria. En todo el país, los servicios se han duplicado, con una subida del 215%. 

Que la muerte está más presente entre los españoles lo demuestra también el último informe del CIS (el Centro de Investigaciones Sociológicos). Según este documento, el 58,4% de la población ha pensado en los últimos meses que podría morir a causa del coronavirus.

Entre las personas mayores de 70 años crece el interés por contratar los actos funerarios. Muchos usan Internet para dirigirse a la empresa y conocer las condiciones. "Estamos avanzando como sociedad. Planificar la muerte es un ejemplo de ello", observa Gimeno. La actual larga esperanza de vida en España, según el INE de 85,4 años para las mujeres y 80 para los hombres, pone de relieve que muchas personas organizan su funeral mucho antes de morir.

APOYO PSICOLÓGICO

La pandemia afecta, también, al último adiós, ya que muchas víctimas por coronavirus mueren solas. Además, las medidas sanitarias prohíben velar al fallecido. La funeraria Mémora ha abierto un nuevo servicio gratuito de apoyo psicológico y emocional para profesional sanitario y trabajadores sociales. Otro línea de apoyo psicológico, con coste, está está destinada para el resto de familias.

Christian Gimeno, director de Electium, en una imagen de archivo / ELECTIUM
Christian Gimeno, director de Electium, en una imagen de archivo / ELECTIUM

La funeraria detecta un cambio de actitud en la gente a la hora de hablar de preparar su entierro, una cuestión que antes "molestaba". "Todo lo que ha ocurrido hace que seamos más previsores y tengamos más precaución", afirma Gimeno, que enfatiza las ventajas de diseñar con tiempo tu último adiós. "Tenemos poco tiempo, no planificamos y queremos hacerlo rápido para pasar página. Si lo haces rápido, sin embargo, es difícil hacerlo como tu quieres".

DESDE 3.800 EUROS

En países como Suecia la legislación permite un período de 30 días para preparar el funeral. A pesar de ese cómodo plazo, es muy habitual planificar con antelación los entierros, una costumbre nada arraigada entre los barceloneses hasta hace muy poco. Solo el 30% de las personas que llaman a la funeraria lo hacen por una necesidad apremiante, debido al empeoramiento de la salud de algún ser querido. El 70% restante corresponde a personas en buen estado de salud, que prefieren cerrar los detalles de su funeral mucho antes de fallecer.

Electium ofrece la posibilidad de pagar los servicios a plazos durante años. El funeral también puede "transferirse", es decir, usar los servicios contratados para otra persona diferente. A muchos clientes les mueve el interés de evitar que la familia cargue con todos los gastos del proceso, que oscilan desde los 3.800 euros (el más sencillo) y hasta donde el cliente quiera llegar en función de las necesidades de la ceremonia.