Imagen de un manifestante enfrente de una hoguera durante la protesta de los CDR / Europa Press- David Zorrakino

Imagen de un manifestante enfrente de una hoguera durante la protesta de los CDR / Europa Press- David Zorrakino

El pulso de la ciudad

Las fotografías más escalofriantes de la protesta en Barcelona

Los manifestantes se enfrentan a los cuerpos policiales y arrasan con todo a su paso

17 octubre, 2019 01:44

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Ácido, cócteles molotov, piedras, cristales, papel de váter, contenedores, macetas. Cualquier objeto vale para los manifestantes más radicales. La estampa es insólita. Este miércoles por la noche, tras una concentración pacífica enfrente de la Conselleria d’Interior, el ala más violenta –y tozuda– del independentismo ha montado barricadas y se ha enfrentado por segunda noche consecutiva a los cuerpos de la autoridad en el centro de Barcelona.

Las escenas que se han vivido no han dejado indiferente a nadie. Un padre ha salido de casa con su bebé en llamas porque no podía descansar. Porque las llamas y el humo se habían metido en su piso. Porque los gritos ensordecedores, y las sirenas de las ambulancias, y el helicóptero, y los proyectiles foam de la policía le habían quitado el sueño de golpe.

TOMAN LAS CALLES DE BARCELONA

Pero los manifestantes, convocados por los CDR, han seguido erre que erre con su objetivo: arrasar y “tomar” las calles, deslegitimando a la mayoría de manifestantes que se expresa de forma pacífica. Así, han optado por incendiar vehículos: al menos seis de ellos han quedado calcinados. Luego, en un momento puntual, a alguno que otro se le ha ocurrido atacar la gasolinera de Roger de Llúria. Sin éxito, por suerte. También han lanzado cinco cohetes contra el helicóptero. Sin éxito, por suerte también.

Poco a poco, los manifestantes se han dividido y han encendido unas 45 hogueras en varias calles. Paseo de Sant Joan, Roger de Flor, Consell de Cent, Diputació… La acción se ha vuelto más intensa a su paso por Gran Via, donde los Mossos d’Esquadra se han visto obligados a recular por la calle Nàpols puesto que el número de manifestantes –y el grado de agresividad– era alto.

Las situaciones –cada cual más surrealista– han impactado a vecinos y turistas que se han quedado mudos ante el caos. Y, donde no llegan las palabras, sí lo hacen las fotografías. Muchos de ellos han optado por registrar con los móviles lo que han visto. Al final, como “una imagen vale más que mil palabras”, en Metrópoli Abierta hemos recopilado también las más representativas. Todas ellas hablan por sí solas.