Esperanza García número 4 de las listas del PP

Esperanza García número 4 de las listas del PP

El pulso de la ciudad

Esperanza García: "Colau gobierna por filias y fobias"

"Ciudadanos tiene voluntad, pero no tiene ninguna experiencia de gobierno", dice la candidata popular de su expartido

11 diciembre, 2017 15:46

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Esperanza García (Barcelona, 1975) es abogada especializada en derecho procesal y derecho internacional. Milita en el PP desde el año 2010 después de dejar Ciudadanos, partido por el que optó a la alcaldía de Barcelona en 2007. García, que va la número 4 en la lista que lidera Xavier García Albiol, opina "todo apunta que Colau es indenpendentista" y de su antiguo partido dice que "no tiene ninguna experiencia de gobierno".

¿Por qué el lema del PP en estas elecciones es España es la solución?
A Catalunya le va muy bien cuando al resto de España también le va bien. La pertenencia a España tiene una cosa muy buena que es la pertenencia a Europa. El independentismo plantea la separación de España y, en consecuencia, la salida de Europa. Nosotros entendemos que no hay nada mejor para Catalunya que pertenecer a España. El lema busca reforzar esa idea. Los problemas de Catalunya poco tienen que ver con el Estado español, como dicen los independentistas, sino con la mala gestión de sucesivos gobiernos de Convergència y, recientemente, de Junts pel Sí. También tienen que ver con la deriva independentista, que ha generado intranquilidad, frustración, miedo, fractura y, sobre todo, pobreza.

¿Catalunya está muy dividida. Qué hay que hacer para que las cosas vuelvan a su cauce?
Catalunya siempre ha gozado de un pluralismo político y social muy amplio. No es la primera vez que nos encontramos con una Parlament muy fragmentado. La fragmentación indica que la sociedad es muy plural. Pero estos años sí que ha habido un elemento diferenciador. Ha sido la política aplicada desde el gobierno de la Generalitat. Se han aplicado políticas que están fuera de la realidad. Y fuera de la legalidad. Es la primera vez que se han quebrado las normas básicas de la democracia. Esto se arregla volviendo a la democracia y a la legalidad. En esta campaña, los partidos independentistas siguen con su discurso de profundizar más en esa ruptura. Pero nosotros consideramos que las políticas viables, las políticas dentro de la legalidad, pueden mejorar la vida de los ciudadanos. Las políticas independentistas de lo imposible han generado fractura y desazón.

"Se han aplicado políticas que están fuera de la realidad. Y fuera de la legalidad"

¿Por qué cree que los sondeos dan que el PP será la última fuerza en el Parlament?
Las encuestas en un partido como el nuestro, con una gran cantidad de voto oculto, no nos sirven de mucho en cuanto a resultados. Sí que nos sirven para saber lo que se valora de nosotros. Estamos muy confiados. Somos un partido seguro y eficiente cuando gobernamos. También en Catalunya, en los municipios que hemos gobernado. Allí donde hemos gobernado la gente nos vuelve a votar con más fuerza. Queremos explicar a los ciudadanos que en estas elecciones lo importante es ganar al independentismo. Vamos a necesitar mucha generosidad. Vamos a necesitar el apoyo de varios partidos. Pero el PP tiene que que ser fuerte en Catalunya. Es importante que mejoremos resultados y creo que lo vamos a hacer.

En estas elecciones, el tema central es ver si el independentismo tiene la mayoría absoluta o si, por el contrario, lo puede tener el bloque constitucionalista, ¿qué tiene que decir el PP cuando se dice que el voto españolista útil tiene que ser para Ciudadanos?
Cualquier voto a un partido que no esté a favor de la independencia es un voto útil. El PP, además de tener las ideas claras, es que en situaciones extremas, sabe lo que se tiene que hacer. Tanto Aznar como Rajoy, no sólo han sido capaces de dar la vuelta a la situación de crisis económica, sino que además han sido capaces de reestructurar la sociedad española en momentos difíciles. Es importante saber hacerlo. En Catalunya la ciudadanía demanda que la prioridad vuelva a ser el bienestar, es decir la prestación de servicios públicos, y todo eso hay que saber hacerlo. Ciudadanos tiene voluntad y las ideas más o menos claras. Pero no tiene ninguna experiencia de gobierno. El PSC si tiene esa experiencia, pero la tiene con tripartitos que en términos económicos no fueron brillantes. En el PP nos sentimos legitimados y preparados.

¿Qué papel juega Barcelona en estas elecciones?
Barcelona y su cinturón es electoralmente esencial, incluso para el independentismo. Nosotros estamos haciendo campaña por toda Catalunya, pero también nos centraremos específicamente en Barcelona. Hay muchos catalanes que se han sentido ignorados por el gobierno de la Generalitat. Nosotros nos queremos acercar a ellos y decirles que estamos preparados para representarles para que nunca nadie les intente convertir en extranjeros en su tierra.

En Barcelona tradicionalmente ganan las izquierdas. ¿Cree que en las elecciones del 21-D Barcelona votará diferente?
Las municipales son las elecciones más personales que hay. No trasladaría los resultados de las últimas municipales a las autonómicas. Es verdad que ha habido ciudades como Barcelona y su cinturón que tradicionalmente han votado a la izquierda, pero la historia está para cambiarla. Badalona, por ejemplo, era un feudo socialista, y Xavier García Albiol consiguió que se le diera la confianza para ser alcalde. La política es también hacer que otros cambien de opinión. Barcelona supuestamente era de izquierdas y, sin embargo, el último alcalde antes Ada Colau fue Xavier Trias.

¿Qué valoración hace de la gestión de Colau?
A Colau se le ha dado mejor ser activista que alcaldesa.

¿Por qué?
Cambia de criterio constantemente y da muy poca estabilidad al inversor. En la gestión de Barcelona, hay muchos tumbos ideológicos y mucha imprevisión. Su acuerdo con el PSC suplía las carencias de gestión que ella tiene. Colau no ha generado ninguna perspectiva halagüeña para la ciudad. No ha traído inversores. El turismo se ha degradado hasta niveles extremos. Algo tendrá que ver su política de concesión de licencias a los hoteles. Como es una alcaldesa que no gobierna para el interés general, sino por filias y fobias, no ha venido la Agencia Europea del Medicamento y peligra el congreso de móviles. Le doy un suspenso sonoro.

"A Colau se le ha dado mejor ser activista que alcaldesa"

¿Por qué los grandes eventos tienen tantas dudas con Barcelona?
A los grandes inversores y a los agentes internacionales de los grandes eventos, como el Mobile, Colau no les da ninguna seguridad. Mientras ellos trasladan a la ciudad toda la riqueza, hay una alcaldesa que dice que un acontecimiento de este tipo no es tan importante, que genera más inconvenientes que beneficios. Creo que a ningún empresario le resulta atractivo ni seguro los cambios de criterios y las fobias al sistema de demanda y oferta que practica Colau.

¿Se ha aliado Colau con los independentistas?
¿Es Colau independentista?, preguntaría. Votó sí, sí en el referéndum de 2014. Facilitó que se votara el pasado 1 de octubre. Y tiene en su equipo de gobierno tenientes de alcalde que retiran la bandera española del balcón con una ferocidad inusitada. Todo apunta a que Colau es independentista. ¿Su gobierno es independentista? Cuando menos es cómplice. Los guiños de todo Barcelona en Comú, no solo ella, con el independentismo ha generado un mal saldo. Que la Agencia Europea del Medicamento no haya venido a Barcelona es una prueba. Colau no ha gobernado para todos los ciudadanos. Barcelona no es una ciudad en la que la mayoría de sus habitantes sean independentistas, y sus guiños han generado muchos perjuicios.

Esperanza García, en la sede del PP de Barcelona

Esperanza García, en la sede del PP de Barcelona

¿Prevé un pacto de gobierno de Colau con el PDeCAT o ERC?
Si echamos la mirada atrás, a mayo del 2015, cuando ganó las elecciones, el primero que se ofreció a no entorpecer su camino de gobierno fue Xavier Trias. Han pasado dos años y medio y la realidad es que ERC se ha ofrecido en numerosas ocasiones, y el PdeCAT, también. Da la impresión que el independentismo le ha hecho una OPA a Barcelona en Comú y va a ganarla.

¿A qué se debe que Madrid y Barcelona, las dos principales ciudades de España, tengan gobiernos tan encorados a la izquierda?En momentos políticos convulsos y con una crisis que todavía duraba en 2015, el voto a Colau y Carmena es un voto protesta, un voto poco constructivo. Es un voto que no tiene en cuenta el modelo de gestión que se ofrece para la ciudad. Es un voto de indignación. Ha habido algunos casos de corrupción que han indignado a la gente. Votar desde el enfado o la indignación trae consecuencias. Y en Barcelona lo estamos viviendo.

¿En el Parlament se puede dar la circunstancia que ninguno de los bloques obtenga la mayoría necesaria y que la llave la tenga el partido de Colau. ¿Qué pasará?
Se habla mucho del papel crucial de Catalunya en Comú Podem en estas elecciones, pero no creo que vaya a ser así. Es la única fuerza que está bajando en las encuestas. No tiene un voto oculto como nosotros. Han sido cómplices con el discurso de los partidos independentistas. Muchos de sus votantes se sienten muy de izquierdas pero cero nacionalistas. Hay menos apoyo hacia ellos.

"Hay una orden de busca y captura en España y los juzgados decidirán si se debe detener a Puigdemont"

¿Qué balance hace de la aplicación del 155?
El 155 ha sido muy balsámico. Los servicios públicos están funcionando con normalidad. Antes, las escuelas se cerraban y hacían huelga indefinida. En los hospitales, también. Eso ya no pasa. El dinero público servía para alimentar al monstruo, vía embajadas. No se pagaba a los geriátricos y se dedicaba el dinero a referéndums ilegales. Todo esto se ha revertido. Y se ha hecho discretamente.

Si mañana o el dia 21 vuelve Puigdemont a Catalunya, ¿hay qué detenerlo?
Como partido político no tengo que opinar si la policía debe o no detener a Puigdemont. Hay una orden de busca y captura en España y los juzgados decidirán, a través de su policía judicial, si se debe detener a Puigdemont. Aún así, lo que hay que decir con claridad es que un político no es un ciudadano que está por encima de los demás. Y cuando alguien es llamado a declarar ante un tribunal o cuando se ejercitan acciones contra él, tiene que dar cuenta a la justicia como cualquier otro hijo de vecino.