Una plantación de marihuana en Barcelona

Una plantación de marihuana en Barcelona

El pulso de la ciudad

Un documental señala a Barcelona como capital de la marihuana

El vídeo denuncia el desmadre de los clubs cannábicos con Colau

23 mayo, 2019 18:22

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Barcelona se ha convertido, en los últimos años, en el centro más importante de consumo de cánnabis de toda Europa. Es la capital del porro. La proliferación de los clubes cannábicos con Ada Colau en la alcaldía y su permisividad generan muchos problemas y tensiones.

Un vídeo de una productora, al que ha tenido acceso Metrópoli Abierta, denuncia la excesiva tolerancia de Barcelona con el consumo y la venta de marihuana. El crecimiento del consumo de cánnabis ha provocado la aparición del llamado turismo de drogadicción. Y la llegada de los captadores que, según el vídeo, impiden la entrada de los turistas españoles a los clubes, ”ya que estos se quejan y ponen denuncias”. Prefieren a los extranjeros, que causan menos problemas.

MAFIAS ESPAÑOLAS Y EXTRANJERAS

En este pequeño documental se asegura que son mafias españolas e italianas las que controlan el negocio en la ciudad y explotan a extranjeros para que hagan de captadores en las proximidades de los clubes.

En el vídeo se relata cómo en este tipo de asociaciones se puede “mezclar alcohol y todo tipo de sustancias psicotrópicas, por lo que pasa de ser una actividad permitida, aunque no legal, a una locura”.

CONCESIONES MILLONARIAS

Alrededor de estos clubes han aparecido toda una serie de negocios de dudosa legalidad. Además, ya han formalizado negocios multimillonarios. “Ha surgido un mercado negro en la compraventa de este tipo de asociaciones, que lleva a la venta de asociaciones ya creadas, con sus locales, clientela y trabajadores, por precios que pueden alcanzar el medio millón de euros”.

Otro de los aspectos que se destacan en el vídeo es que alrededor de este negocio ha aparecido otro: el del cultivo ilegal de marihuana para satisfacer la demanda de los consumidores. Según el reportaje, el mercado barcelonés necesita entre 1,7 y 2,5 millones de plantas.