Barcelona rozó en 2018 casi los 200.000 delitos. Concretamente, las infracciones penales ascendieron el año pasado a 194.212 frente a las 165.640 de 2017, según los datos del Ministerio del Interior (página 158). El aumento es del 17,2%. Cada día se cometen en la capital catalana 532 quebrantamientos de la ley. Los robos con violencia subieron un 19,4% (12.277 frente a 10.285), los hurtos un 16,8% (93.460 frente a 109.154) y los delitos sexuales un 18,4%. De 645 en 2017 se pasó a 764 en 2018.

La ciudad es cada vez más insegura. Así lo perciben también los barceloneses. El último barómetro municipal, una encuesta que el Ayuntamiento hace cada seis meses, indica que la inseguridad es la principal preocupación de los ciudadanos (21%) por delante del acceso a la vivienda (12,3%) y el encaje de Cataluña y España (7,3%). El gobierno de Ada Colau ha recibido la peor valoración desde 2006 en esta materia, aunque en 2003, con Joan Clos como alcalde, la inseguridad preocupaba a un 28% de la población.

"EFECTO LLAMADA"

El responsable de Organización de la Unión General de Trabajadores (UGT) en la Guardia Urbana, José Casas, muestra su preocupación por el aumento de los delitos en Barcelona y señala como uno de los motivos "la baja presencia policial" en las calles, lo que en su opinión provoca "un efecto llamada". Desde el Sindicato de Mossos d'Esquadra (SME), el portavoz Nacho Álvarez también apunta que una de las causas es la falta de "patrullaje de prevención y una mayor presencia de agentes en los barrios". 

Ambos policías reclaman también aumentar las plantillas de Guardia Urbana y Mossos. Actualmente en la policía local barcelonesa hay más de 2.900 agentes -de los que unos 200 se podrían haber acogido al derecho a jubilarse a los 60 años tras el cambio de legislación- y considera que el número de guardias urbanos tendría que ronda los 3.500. De Mossos en el conjunto de Catalunya hay uno 16.500, de los que 2.400 están destinados en la capital catalana, aunque este número incluye también el personal de las comisarías o los agentes que vigilan los edifiicios oficiales o sedes judiciales (incluso cuando están cerradas) por orden de la Fiscalía. 

FALTAN 1.800 MOSSOS

Álvarez recuerda que durante ocho años, entre 2011 y 2018, no se puso en marcha ninguna oferta pública de empleo en los Mossos d'Esquadra. Ahora hay 500 policías en la escuela de Mollet, que acabarán su formación el próximo junio, y se han convocado otras 750 plazas de agentes que estarán operativos en 2020. El SME valora que faltan unos 1.800 mossos en Catalunya. Álvarez precisa que en el refuerzo de la plantilla de la policía autonómica habrá que tener en cuenta los agentes que se van a las policías locales por una mejores condiciones laborales.

Desde el sindicato de Mossos se considera que las horas extra se tienen que pagar mejor. Ahora, los agentes de la policía autonómica de la escala básica cobran 16,56 euros brutos la hora extra diurna y 19,75 de noche, mientras que en la Guardia Urbana, los municipales cobran unos siete euros más de media, 23,34 euros por hora diurna y 26,52, de noche. Según Álvarez, en ocasiones los agentes trabajan en condiciones precarias, lo que se traduce en un riesgo para su seguridad y de la ciudadanía. 

OCHO MILLONES DE TURISTAS

Para ambos policías, en el aumento de los delitos no se puede olvidar que cada año llegan a Barcelona más de ocho millones de turistas. Hay una población fluctuante muy importante que puede hacer incrementar los delitos, principalmente en Ciutat Vella y el Eixample. Desde UGT reclaman que el número de agentes por habitante tenga en cuenta esta particularidad y no solo los 1,6 millones de vecinos.

Además, el responsable sindical de Mossos añade el número de delitos se ha visto incrementado por la llegada de centenares de menores no acompañados a Barcelona los últimos años, algunos de los cuales acaban delinquiendo. "La media de delitos se puede situar en cuatro por cabeza", subraya Álvarez. El agente añade que, tras la sentencia de La Manada, también se denuncian más agresiones sexuales que con anterioridad se dejaban pasar y recuerda los problemas que se viven, principalmente en Ciutat Vella, con los narcopisos y el consumo de estupefacientes. 

ROBOS CON FUERZA EN DOMICILIOS

Desde UGT, Casas dice que sería necesario qué tipos de delitos son los más habituales por zonas, pero comenta que el mayor número de hurtos se producen en el centro de la ciudad. Particularmente preocupante le parece el aumento de robos con fuerza en domicilios -un 17,9% más- que se producen en Barcelona, "principalmente en barrios periféricos, de noche y en casas grandes". De los 5.364 robos de 2017 se pasó el año pasado a 6.326.

El responsable sindical de UGT se refiere a las zonas fronterizas de Les Corts, Sarria-Sant Gervasi, Horta-Guinardó y Sants-Montjuïc y denuncia la escasa presencia policial durante los noches. "Confiemos que el Ayuntamiento haga un esfuerzo y por responsabilidad con la ciudad y la ciudadanía invierta en horas extra, sobre todo en barrios periféricos, para garantizar la seguridad, hasta que la plantilla sea suficiente. No se puede seguir abandonando la periferia". UGT dice que de noche cuatro patrullas de la Guàrdia Urbana -con dos agentes cada una- han llegado a vigilar tres distritos y el SME desvela que, en ocasiones, una sola patrulla de la policía autonómica controla de noche todo un distrito.

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