Edificio con tabiques pluviales de amianto / METRÓPOLI - RP

Edificio con tabiques pluviales de amianto / METRÓPOLI - RP

El pulso de la ciudad

Una doble macroestructura de amianto amenaza a alumnos y vecinos del Bon Pastor

Un edificio del barrio cuenta con dos grandes tabiques pluviales, una de ellas encarada al patio de una escuela

15 febrero, 2022 00:00

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Barcelona está lejos de ser una ciudad libre de amianto. La presencia de fibrocemento, con el nocivo efecto que conlleva para la salud, continúa estando presente en numerosas edificaciones de la capital catalana. En muchas ocasiones, además, el material en un evidente estado de degradación.

La macrocubierta en una isla interior de vecinos del Baix Guinardó es un claro ejemplo de ello. Esta estructura con décadas de antigüedad y completamente deteriorada, representa una amenaza para más de un centenar de residentes que conviven diariamente con ella.

En el Bon Pastor tampoco se libran de este material. Un edificio del barrio dispone de dos grandes tabiques pluviales que cuentan con más de 60 años desde su colocación. Una de ellas se encuentra especialmente degradada, con una gran rotura visible bajo la cual hay dos bancos instalados por el Ayuntamiento, y está encarada hacia el patio de un colegio.

URALITA EN EL EDIFICIO

El edificio afectado por el amianto se encuentra en la confluencia de la calle de Sant Adrià con el paseo de Enric Sanchís. El bloque cuenta con un total de 12 estructuras instaladas, seis en cada lateral en forma de columna, que equivalen a una altura de cinco pisos.

Salvador, presidente de la comunidad de vecinos que cuenta con estos tabiques y residente en el bloque desde 1962, explica que los vecinos conocen la "peligrosidad" que supone convivir con estas estructuras de amianto, pero reconoce que no es la mayor preocupación que existe en las viviendas actualmente.

Rotura en un tabique pluvial de amianto / METRÓPOLI - RP

Rotura en un tabique pluvial de amianto / METRÓPOLI - RP

Este vecino explica que ha sido mucho peor la sustitución de los "bajantes", ya que todos estaban hechos de uralita debido a que la construcción data del año 1960. "Con lo que se gastó cambiando los bajantes te podías comprar un piso", asegura. Salvador afirma que él es uno de los últimos propietarios que aún residen en el bloque, ya que la mayoría de ellos "se fueron y tienen los pisos alquilados".

ANTE UN COLEGIO

Desde la entidad vecinal Avis del Barri insisten en la peligrosidad de que esta estructura se encuentre "delante de un colegio", especialmente por los años de antigüedad que tiene y por las roturas que presenta, con el desprendimiento de fibras que ello conlleva.

En este sentido, inciden la gravedad de "la exposición de menores en pleno desarrollo físico", y recuerdan que el Departament de Territori i Sostenibilitat existen ayudas para la retirada del material, lo que evitaría un gran desembolso por parte de los vecinos que residen en la finca.

Desde la escuela Bon Pastor aseguran que no tenían conocimiento de la existencia de una estructura de este material frente al patio de la escuela, y explican que trasladarán la cuestión a la Fundació Escoles Parroquials, propiedad del centro educativo.