Macromontaje para el torneo de tenis Conde de Godó

Las obras de montaje del torneo de tenis más importante que se disputa anualmente en Barcelona, el Trofeo Conde de Godó, ya están transformando las instalaciones del Real Club Tenis Barcelona, la tradicional sede de la competición.

La primera acción se realizó el pasado día 20 con la extracción de los postes de luz de las pistas 6 y 7, pistas que luego se transforman en la pista central Rafa Nadal, donde se celebra la gran final del torneo. El Barcelona Open Banc Sabadell 2018, que es como ahora se denomina oficialmente el torneo, ya se está poniendo a punto para que pueda disputarse la competición, y también para recibir adecuadamente a los millares de personas que cada año llenan sus instalaciones para presenciar el torneo. Este año el campeonato se disputa del 21 y el 29 de abril y contará con el mallorquín Rafa Nadal, actual número uno mundial de la ATP, como gran atractivo.

La operación de montaje de las instalaciones que harán posible la transformación del club en el recinto deportivo son complejas y afectan no tan sólo al propio club, sino también a calles y edificios adyacentes. Así, el Liceo Francés, sito enfrente de la entrada del club, luce ya una gran y larga valla de aluminio que evitará que los visitantes puedan meterse sin querer en el patio de la comunidad educativa francesa, ya que su entrada principal linda con lo que será la Calle Mayor del Bulevard del torneo.

Las calles que circundan el RCTB (Bosch i Gimpera, Marqués de Mulhacén y Dels Cavallers) también han visto alterada su rutina normal, ya que se están acondicionando para el transporte de material y aparcamiento, además de para marcar los limites de actuación. Dado que esto se hace desde que se disputó la primera edición del torneo (1953), nadie en el barrio se molesta más allá de comprender que es un peaje a pagar cada año. Evidentemente, el tipo de montaje ha cambiado desde el siglo pasado a la actualidad...

La entrada al Liceo Francés está vallada y señalizada / MIKI

Una grúa de 90 metros, que ya se encargó de desmontar los postes de luz -permanecerán bajo las gradas que se irán montando progresivamente durante las próximas semanas- es la principal enseña que puede apreciarse incluso desde las calles que rodean el centenario club barcelonés. Hoy martes ya se podía ver buena parte de la tribuna principal del recinto, hecha de mecanotubo, que albergará a miles de personas durante la competición. También se ha colocado moqueta para proteger las zonas más delicadas de las diferentes pistas.

Operarios de la empresa constructora, en la entrada del recinto / MIKI

Así que, desde ahora y hasta el 21 de abril, día del sorteo del cuadro principal de competición, el RCT Barcelona sufrirá una mutación asombrosa y tan acertada que en 2015 la propia ATP le concedió el premio al esfuerzo en la transformación de club deportivo y social a instalación deportiva, capaz de acoger un torneo del máximo nivel.

Desde la calle Bosch Gimpera puede apreciarse, al fondo, la tribuna principal / MIKI